Elecciones 2015

Bonafini goza de impunidad y dicta sentencia

La titular la Fundación Madres, principal responsable de uno de los escándalos de corrupción más resonantes de los últimos años, ayer salió a vetar a uno de los gobernadores más cercanos a Scioli.  Y hasta calificó como “mussolinista" la campaña del mandatario bonaerense

Sólo en un país gobernado por el kirchnerismo se puede dar que los corruptos, que deberían estar tras las rejas purgando sus delitos, tengan el privilegio de subirse a un atril para dictar sentencia de la realidad política, social y económica de la Argentina.

En ese contexto, la inefable Hebe de Bonafini, máxima responsable del robo de más de 1.200 millones de pesos que tuvo lugar en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, ayer salió a criticar con dureza la posible conformación del gobierno de Daniel Scioli en caso de llegar a la presidencia. Concretamente, tuvo el tupé de aconsejarle al candidato del Frente para la Victoria "que no nombre como canciller" al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, "porque ya le fue a cagar en la boca".

El salteño había propuesto la semana pasada en Nueva York un arreglo con los fondos buitre que sirviera para "atraer inversiones", lo que motivó el disgusto del kirchnerismo a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y una serie de aclaraciones posteriores del gobernador bonaerense.

En la habitual ronda de los jueves en la Plaza de Mayo, Bonafini también apuntó a Scioli por una propaganda electoral junto a efectivos policiales, a la que calificó como "mussolinista".

"Esa foto con los milicos no es buena, es muy mussolinista", explicó la titular de Madres. Por su parte, el coordinador de la carrera de Comunicación del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa), Luis Zarranz, admitió que a la Agrupación no lo conforma Scioli y señaló que "es el momento de propalar qué representa Macri. Si no nos une el amor por Scioli, nos debe unir el espanto por Macri", afirmó.

En rigor, nada de lo que dice Bonafini es espontáneo. Sus dichos responden a los intereses de la Casa Rosada, donde buscan marcarle la cancha a Scioli. En definitiva, es el kirchnerismo el que garantiza la impunidad de la que goza tanto Bonafini, como así también su hija, Alejandra, sospechada de haberse enriquecido ilícitamante con los fondos de la Fundación que fueron aportados por el estado, es decir, salieron de los recursos que aportamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.

La misma impunidad también beneficia al parricida Sergio Schoklender, quien durante años fue el hijo putativo de Hebe y ello le permite gozar de libertad, caminando por la calle como cualquier vecino, cuando amasó una fortuna de forma ilícita con  fondos públicos. Cabe recordar que los 1.200 millones de pesos, que fueron malversados, tendrían que haberse destinado a la construcción de casas para sectores socialmente postergados que, obviamente, nunca se hicieron.

Hebe de Bonafini es uno de los personajes del universo K mas repudiados por la sociedad. Por eso, no son pocos los que creen que sus críticas a Scioli, en realidad, terminan beneficiando al candidato del oficialismo.