Advierten por negociados ocultos detrás de la operación

Casas chinas: denunciarán a Mauricio Macri por “traición a la Patria”

Acusarán al Presidente en Tribunales de ir “contra la dignidad de la Nación” por su decisión de adquirir mobiliarios prefabricados al gigante asiático por más de mil millones de dólares. Trabajadores y profesionales advierten por negociados ocultos detrás de la operación. Revelan avance oficial sobre los institutos de las Vivienda

Esto no es un cuento chino, es la sumisión total a los dictados de la política económica del gigante asiático”, dijeron a diario Hoy desde una de las cámaras empresariales a la hora de definir el proyecto del gobierno de Mauricio Macri de importar casas prefabricadas desde China.

La primera parte de la operación planeada por el Gobierno incluye la compra de 14.000 de estas viviendas, que serán utilizadas en planes nacionales. Luego, de transcurrir todo tal como se piensa desde el Ejecutivo, nuestro país terminará comprando casi un millón de estos mobiliarios hasta 2019 por poco más de 1.000 millones de dólares.

Pero esta acción no le costará para nada barata al Ejecutivo, principalmente al Presidente, ya que desde el Sitraivba (Sindicato de Trabajadores del Instituto de la Vivienda de Buenos Aires), le aseguraron a nuestro medio que en los próximos días presentarán ante la Justicia una denuncia contra el jefe de Estado por “traición a la Patria”, ya que sostienen que se va en “contra de la dignidad de la Nación”.

En ese sentido, afirman que el accionar de Macri va en contra de lo que dice el artículo 225 del Código Penal, que establece que “será reprimido con reclusión o prisión de tres a diez años el que, encargado por el gobierno argentino de una negociación con un estado extranjero, la condujere de un modo perjudicial a la Nación, apartándose de sus instrucciones”.

Beneficios nulos

De acuerdo a los denunciantes, el accionar del Gobierno escondería “motivos ocultos” que favorecerían a unos pocos “amigos del poder” con contratos millonarios. En diálogo con diario Hoy, el secretario general de Sitraivba, Gastón Nuccettelli, afirmó que “detrás de todo esto se camufla todo un negociado gigantesco. En este convenio no están representados los intereses de los trabajadores ni el de los profesionales. Todo sería para un pequeño selecto grupo, cayendo mucho el empleo en la construcción e industrias afines”.

En ese sentido, destacó que “se verá todo afectado, ya sean técnicos, ingenieros, arquitectos y demás. Tenemos los problemas de las constructoras, de las ladrilleras, de las cementeras, o sea, todo esto es mucho más complejo, ya que por cada casa que se construye hay dos o tres personas permanentes, y de seis a ocho empleados que van en forma temporal, entonces hay que calcular la cantidad de mano de obra que se pierde”.

“La intención del Gobierno es acabar con la labor del Ejecutivo de construir viviendas sociales. Quieren pasar todo este accionar a la rama privada y sacarla de las manos del Estado. La realidad que se esconde detrás de esto es que lo que busca la Nación es manejar todos estos cuantiosos fondos en forma discrecional”, destacó Nuccetelli.

Destrucción social

No solo el beneficio para unos pocos sería lo que está detrás la maniobra oficial, sino que se infiere que además se buscaría terminar con la labor social que vienen desarrollando los diferentes institutos de la Vivienda en el país, para así poder “privatizar” un servicio que le corresponde solo al Estado.

Para Nuccetelli, “todo esto va contra los institutos que tienen como objeto crear viviendas sociales en todo el territorio nacional. Macri lo que está haciendo con estas casas chinas es sacarle trabajo a los organismos, dándole a la gente unas cuchas de perro. No quedan dudas: esto es un negociado”.

El referente del Sitraivba remató: “El Estado nacional tomó como un empréstito dinero y, a cambio de eso, el ingreso de mercaderías chinas sin ninguna clase de control. Una de las formas de ingreso de mercadería son las casas estas, totalmente inhabitables para la gente”.

Cifras preocupantes

Las viviendas que el Gobierno nacional tiene pensado comprarle a China cuestan alrededor de 650 dólares el metro cuadrado y, según lo anunciado por el propio Macri, se tiene pensado adquirir un millón de casas en el lapso de los próximos tres años.

Igualmente, este millón de viviendas “sociales” compradas al gigante asiático serviría apenas para solucionar el 20% del déficit habitacional del país, que está situado en alrededor de 4,3 millones de casas. De las 14.000 viviendas que serían adquiridas en las próximas semanas, 5.000 de ellas se destinarían a territorio bonaerense.  

Según denuncian las cámaras empresariales, esta situación podría llegar a generar la pérdida de 60.000 puestos de trabajo en todo el país, cayendo en un 75% el empleo en el sector de la construcción, lo que se sumaría a los 145.000 despidos y suspensiones que hubo en la industria maderera el año pasado.

El Ejecutivo no estaría solo en este accionar irregular, ya que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, busca cambiar el desarrollo urbano de la Ciudad de Buenos Aires, pero para eso contrató a una firma danesa por un millón de dólares, no confiando en las muchas firmas argentinas de reconocida trayectoria que trabajan en ese sentido.

Los números de un accionar polémico

- US$ 1.000 millones costará la compra de viviendas prefabricadas a China.

- US$ 1.000.000 le costará a Rodríguez Larreta la contratación de una consultora danesa.

- US$ 650 sale el metro cuadrado de cada casa construida en el gigante asiático.

- 145.000 son los despidos y suspensiones que hubo en la industria maderera el año pasado.

- 60.000 puestos de trabajo se perderían a lo largo y ancho del país.

- 5.000 las casas chinas que serían destinadas a suelo bonaerense.

- 14.000 viviendas adquiridas en una primera etapa.

- 75% caería el empleo en la construcción con el desarrollo de este plan.

Fuerte y amplio rechazo de los ingenieros bonaerenses

La decisión de la administración nacional de comprar viviendas prefabricadas a China para llevar a cabo planes sociales levanta quejas desde todos los círculos y colegios de profesionales, por considerar que la misma “deshonra” la labor que vienen llevando adelante los especialistas nacionales.

Para los expertos, las casas adquiridas al gigante asiático no cumplen con los parámetros establecidos en los códigos de edificación locales, que son los encargados de tutelar la calidad de vida de la población. 

Una de las voces que se alzaron en contra de la intención oficial fue la del presidente del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Norberto Lorenzo Beliera, quien en diálogo con diario Hoy sentenció que “estamos seguros de que no cumplen con la ley de acondicionamiento técnico que rige en la Provincia en lo que se refiere al espesor y calidad de los materiales que componen los muros exteriores de las viviendas”. 

Según el profesional, “nos llama la atención que se recurra a una medida que tiende a la destrucción de puestos de trabajo, tanto mano de obra directa e indirecta, como también técnicos y profesionales. Con esta decisión se perderán miles de puestos de trabajo a lo largo y ancho del país, y a pesar de eso no se quiere dar marcha atrás con una medida profundamente negativa para los intereses nacionales”.

Desprecio local

Los primeros pasos del Ejecutivo dejan en claro para los profesionales el “menosprecio” hacia la labor de los ingenieros locales. “Esto para noso­tros es un capítulo más y lo hemos encadenado por ejemplo con la contratación de un plan maestro de de­sarrollo urbano para la ciudad de Buenos Aires a una consultora dinamarquesa en un millón de dólares, como si no tuviésemos en nuestro país urbanistas profesionales capacitados para hacer esta tarea profesional”, resaltó Beliera.

En ese sentido, destacó que “esto se suma a la decisión que se ha tomado con anterioridad de importar ingenieros de Italia para proyectos oficiales, todas elecciones que podría­mos llamar poco felices, ya que demuestran cierto desprecio por los profesionales locales”.

Como puede observarse, la resolución del oficialismo de avanzar con la compra de mobiliarios prefabricados a China levanta polémica en todo un amplio sector de la sociedad, que siente que mediante la misma no se solucionaría el problema de fondo, sino que, por el contrario, lo profundizaría, sembrando un tendal de incertidumbre en el escenario nacional.

Arquitectos alertan que no son aptas para la reurbanización

Desde el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires también se sumaron a la polémica desatada por la compra de viviendas prefabricadas a China para ser utilizadas en planes sociales. 

A través de un comunicado, la entidad señala que esta acción tendrá un impacto negativo en la generación de empleo para el sector de la construcción, además de advertir que esas viviendas no son aptas para el destino que se les pretende dar.

“Es evidente que estas decisiones representarán pérdidas de puestos de trabajo de obreros, técnicos y profesionales nacionales y empujarán al cierre de las innumerables empresas productoras de insumos en tiempos en que decrecen los niveles del empleo y la producción industrial en el mar de una economía en retroceso con riesgos de estanflación”, reza el documento que lleva la firma de la titular del Consejo Superior de esa entidad, Adela Martínez.

Además, los profesionales desaconsejaron el uso de viviendas prefabricadas en complejos habitacionales y remarcaron que “no son aptas para la reurbanización de villas, para atender la demanda del Procrear, ni para el completamiento de los vacíos urbanos que demandan densidades medias”. 

Además, su uso entra “en contradicción con la línea de acción 1 de promoción de la vivienda social del Plan Nacional de Vivienda recientemente aprobado que ordena vincular la política habitacional con el de­sarrollo territorial, alentando el aprovechamiento del suelo en localizaciones favorables de la trama urbana”.