Certificados de defunción truchos

Causa de la Morgue: testimonios complican a empresas funerarias

Cinco familiares de personas fallecidas declararon que algunas casas de velatorios les dieron certificados de defunciones truchos. Hay dos firmas en la mira: Mónaco y Río Sepelios. La fiscalía convocará a sus propietarios. La importancia de la pericia caligráfica

Por la causa de la Morgue, la Justicia platense ya le tomó declaración a familiares de personas fallecidas que recibieron certificados de defunción presuntamente truchos y confirmaron que esa documentación fue provista por parte de dos casas de sepelios. El expediente investiga el posible ocultamiento de homicidios a través de la presentación de certificados de defunción falsos, irregularidades que fueron descubiertas luego de la trágica inundación en La Plata el 2 de abril de 2013.

El fiscal Hugo Tesón, de la UFI nº 8 de Delitos Complejos, tal como lo había adelantado diario Hoy, le tomó declaración a cinco familiares de personas fallecidas y sus dichos comprometieron a las empresas funerarias.

De esta manera, el representante del Ministerio Público avanzó en la causa y logró más elementos para determinar el grado de responsabilidad de las casas de sepelios y de los empleados de la Morgue local, que habrían imitado la firma de los médicos.

Tesón ya le había tomado declaración a una mujer policía y a una exfuncionaria del Registro de las Personas. Esta última explicó que en el área ubicada en 1 y 60, dependiente de la Jefatura de Gabinete, hay una oficina que se ocupa de registrar las firmas de los médicos que se desempeñan en las morgues, y habría confirmado que los empleados de esa entidad dejaron pasar firmas truchas en al menos cinco certificados de defunción. 

Los instructores judiciales establecieron que el cotejo de las rúbricas falló en varias ocasiones. Por eso es muy posible que se cite a más empleados de esa dependencia oficial. 

Por su parte, la mujer policía, quien cumplía funciones en la Morgue ubicada en las instalaciones del Cementerio Municipal de La Plata, habría asegurado que un perito eviscerador falsificaba firmas de los médicos de guardia.

Lo que se presume es que se vendían certificados de defunción en blanco, con firmas apócrifas de galenos, sus sellos y diagnóstico de muerte natural, a por lo menos dos empresas funerarias de La Plata. Por tal razón, el fiscal Tesón convocaría a la UFI nº 8 a los propietarios de las casas de sepelios sospechadas de participar en las irregularidades. Se trata de las firmas Río Sepelios y Mónaco Sepelios. 

La inundación los puso en evidencia

Como se recordará, este expediente se inició luego de la trágica inundación ocurrida en La Plata el 2 de abril de 2013, tras recibir varias denuncias respecto a personas que, aunque habían muerto al quedar sumergidas en el agua, en los certificados se indicaba que habían fallecido por un paro cardiorrespiratorio.  

El primer paso de esta investigación se dio con la muerte de Juan Carlos García, un hombre que se ahogó en la vía pública en la zona de 21 y 32, y sin embargo, de acuerdo al acta de defunción, su fallecimiento había ocurrido por un paro cardíaco. Un vocero judicial le indicó a este diario cómo era el procedimiento. “Se descubrió que varios certificados de defunción tenían la firma de médicos que aseguraron no haber estampado esa rúbrica”, señaló la fuente. 

A partir de la afirmación de los galenos, se ordenaron pericias caligráficas y se llegó a la conclusión de que empleados de la Morgue falsificaban las firmas de los certificados de defunción (más conocidos como los formularios 03), para luego venderlos a casas de sepelios ubicadas en la capital provincial.

Cabe aclarar que una de las personas que más acciones tomaron para desenmascarar los tenebrosos manejos en la Morgue de La Plata es la licenciada en Informática, Soledad Escobar, funcionaria de la Procuración General bonaerense. 

El caso María Marta García Belsunce

El domingo 27 de octubre de 2002, María Marta García Belsunce apareció muerta en la bañadera de su casa en el exclusivo country El Carmel, de Pilar. La socióloga de 50 años en ese momento estaba vestida, con la mitad del cuerpo dentro del agua. Fue encontrada por su marido, Carlos Carrascosa.

Aún hoy esas paredes son los únicos testigos de lo que ocurrió aquel domingo. La primera de las hipótesis habló de un accidente doméstico, eso fue lo que dijeron los testigos. A medida que pasaban las horas, era cada vez más evidente un trasfondo mucho más oscuro.

La primera hipótesis fue que se había caído y golpeado la cabeza, y fue enterrada como una muerte natural.

Pero los restos de María Marta fueron inhumados luego de que se les tomara declaración a los dos médicos que vieron el cadáver el mismo día del “accidente”.

La autopsia reveló lo que se sabe hoy: la socióloga había sido asesinada de cinco balazos en la cabeza con un arma calibre .32 y un proyectil más había rebotado en el cráneo.