Cierra una planta de La Serenísima

La compañía Mastellone Hermanos, que maneja La Serenísima, anunció que el próximo 31 de julio cerrará su planta de clasificación de leche cruda ubicada en Rufino, provincia de Santa Fe. 

La fábrica estaba preparada para trabajar 800.000 litros de leche por día, pero no llegaba a envasar 40.000 litros por jornada y, en este marco, la profunda crisis del sector lácteo dejará en la calle a 17 empleados y sus familias. 

La clausura responde a la caída de la actividad debido a la baja de la producción lechera, que muestra un estancamiento en los últimos 20 años y que mantiene al borde de la quiebra a SanCor, otra importante empresa del rubro. En este marco, la planta cierra sus puertas ante la baja de las ventas a Brasil, el desplome del consumo local de leche a mediciones similares a la crisis de 2001, el incremento en las tarifas de la electricidad y el cese masivo de tambos, ante los incendios y las inundaciones que afectaron a los productores del país.

Rufino dejará de operar también a causa de la competencia desleal de empresas que funcionan en negro. “En los últimos 7 años, casi un 50% de la caída del recibo de esta planta fue a manos de este tipo de empresas”, manifestó La Serenísima en un comunicado, en el que también aclaró que para el personal que se queda sin empleo la compañía está ofreciendo el traslado a otras plantas de la firma. 

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