Comenzó la cuenta regresiva: el país se acerca al default

Mientras crece la incertidumbre ante una posible cesación de pagos, la presidenta Cristina Fernández decidió viajar a Venezuela. El gobierno duda en mandar una comitiva a Estados Unidos para seguir negociando con el mediador

La Argentina ingresó en la cuenta regresiva para lograr un acuerdo con los holdouts que evite caer en cesación de pagos el miércoles 30 de julio, es decir, pasado mañana. Hasta esta madrugada, se desconocía si el Poder Ejecutivo enviará o no una comitiva a los EEUU para seguir la negociación, lo que hizo que se incrementara la incertidumbre.

Lejos de abocarse a intentar solucionar el problema, la presidenta Cristina Fernández decidió viajar  hoy a Caracas (Venezuela) para participar de la Cumbre  del Mercosur. Por ello el vicepresidente Amado Boudou, que está procesado por cohecho y negociaciones incompatibles en el marco de la causa Ciccone, quedará nuevamente a cargo del Poder Ejecutivo.

La jefa de Estado, que  pasó el fin de semana en Santa Cruz junto a su familia, tiene previsto regresar de Venezuela mañana a la noche, horas antes de que venza el plazo para entrar en default, en el marco del conflicto con los fondos buitre.

Según se informó, la mandataria buscará que en la cumbre se pronuncie una nueva declaración de respaldo de los presidentes de la región en el conflicto con los acreedores que no entraron en el canje de deuda, como sucedió en la reunión que mantuvo hace quince días con los líderes del Brics. Ninguno de estas movidas tuvo un impacto significativo. De hecho, el gobierno de Estados Unidos se mantuvo prescindente del tema, y solamente se limitó a pedir que se cumpla con lo establecido por la Justicia. Esto es que se abonen 1500 millones de dólares a los fondos buitres.

En este contexto, Argentina podría entrar en default técnico dado que no efectivizó el pago del vencimiento de intereses de la deuda a bonistas reestructurados que operó el 30 de junio porque el juez Thomas Griesa ordenó devolver al país el dinero que el gobierno había depositado para ese fin en las cuentas que el Banco de Nueva York Mellon (BONY) tiene en el Banco Central.

Los dos encuentros mantenidos la semana pasada por el equipo encabezado por el secretario de Finanzas, Pablo López, con el abogado Daniel Pollack, designado por Griesa como mediador en el conflicto, fueron infructuosos, ya que el juez no repuso el stay (medida cautelar) para destrabar ese pago.

El stay que reclama el gobierno permite el pago a bonistas regulares y evita el default técnico, al dejar sin efecto momentáneamente el fallo de Griesa que ordenó abonarle a los holdouts en un solo pago y en efectivo.

Ante una posibilidad de una cesación de pagos, el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, advirtió que "lo que va a ocurrir es que los problemas con los cuales ya convivimos los argentinos desde hace mucho tiempo y que nos preocupan, la inseguridad, la inflación, el desempleo, la falta de dólares, se van a acrecentar", al tiempo que auguró que "también los últimos meses de transición de este gobierno van a ser menos relajados de lo que podría haber sido".

"Estamos muy sobre el filo, estamos jugando con mucho riesgo, porque no tenemos mucho tiempo. A esta altura, lo único que nos puede salvar del default es que los mismos fondos que hoy litigan contra la Argentina le pidan al juez que le permita pagar esto que vence a fin de este mes", estimó Frigerio.

El economista opinó que "hay alguna chance de eso" porque tampoco a los holdouts "les conviene que la Argentina entre en default".

Los buitres a la caza de los bienes de CFK

Durante los últimos años, el fondo Elliott Associates -controlante de NML, uno de los llamados fondos buitres- desplegó un equipo de 100 personas para avanzar sobre la Argentina. Incluyó abogados, contadores, economistas, expertos financieros e investigadores. La mayoría integró antes la "task force" que puso contra las cuerdas a la República del Congo, tras una pesquisa que abarcó Hong Kong, Londres, París y las islas del Caribe. Ahora, por la Argentina, avanzan sobre los estados de Nevada y Delaware, en Estados Unidos, y paraísos fiscales varios en el Caribe, Europa y hasta las islas Seychelles, donde se sospecha podrían tener cuentas bancarias integrantes de la familia presidencial y empresarios amigos del poder.

El núcleo duro de los investigadores lo conforman ex periodistas de investigación de algunos de los medios más prestigiosos de Estados Unidos, al igual que ex oficiales de fuerzas de seguridad con vínculos aceitados en agencias de inteligencia.

El plan de Elliott es avanzar sobre tres objetivos simultáneos: detectar activos que puedan ejecutarse para cobrar sus acreencias, presionar a la Presidenta -no sólo como funcionaria, sino de manera personal, al avanzar sobre su hijo, sus socios y ella misma- y generarle un dolor de cabeza al Gobierno ante la sociedad argentina, al dejar al descubierto, de lograrlo, millones de dólares extraídos de las arcas públicas por actos de corrupción.