Confirman investigación contra financista K por lavado de dinero

Guillermo Greppi, amigo de Carlos Liuzzi, exnúmero dos de Carlos Zannini en la Secretaría Legal y Técnica, está acusado de lavar activos por más de $3.000 millones

La Cámara Federal de Casación Penal confirmó el fallo que habilita una investigación penal por supuesto lavado de dinero contra el financista cercano al kirchnerismo Guillermo Greppi, por más de $3.000 millones. 

La sala IV del máximo tribunal penal rechazó un recurso de queja de la defensa de Greppi y su exmujer, Analía Mutti, que pretendía impugnar un fallo de la sala II de la Cámara Federal, dictado en julio, revocando el sobreseimiento del financista amigo de Carlos Liuzzi, exnúmero dos de Carlos Zannini en la Secretaría Legal y Técnica de la presidencia de Cristina Kirchner.

La investigación de la causa se inició a raíz de una denuncia formulada por Procelac por el posible lavado de activos de un monto que rondaría los $ 3.000 millones,canalizados a través de cuentas corrientes del Banco Nación.

Además, se investigan operaciones de intercambio de títulos valores por dinero en efectivo que se realizaban diariamente por las sociedades Propyme, Recasur y Recaudadora Centenario.

Lazos K

Durante un allanamiento realizado  en mayo en su casa del barrio porteño de Palermo, Prefectura y AFIP encontraron US$1,6 millones y $200 millones escondidos. 

El titular de la financiera Propyme negó en aquella oportunidad que se tratara de dinero proveniente “de la obra pública” durante el kirchnerismo, y tampoco derivado de los “cheques de (Sergio) Schoklender”, administrador del proyecto Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo.

Ya en 2013, Greppi afrontó otro allanamiento, ordenado por el entonces juez federal Norberto Oyarbide. Según denunció entonces, los oficiales de la División de Investigaciones Federales de Organizaciones Criminales (Difoc) de la Policía Federal le dijeron que si les entregaba $2,5 millones, dejaban todo el operativo en la nada y no lo molestaban más. 

Greppi llamó a Liuzzi para contarle lo sucedido y el funcionario se comunicó con Oyarbide, quien suspendió todos los allanamientos.

Una investigación posterior corroboró que el día del allanamiento Greppi llamó a las 14:14:17 a Liuzzi, en una comunicación de 27 segundos. 

Además, el funcionario se comunicó al celular del sargento de Gendarmería Héctor Ricardo Estrada, custodio de Oyarbide, a las 14:57:44 y durante 2,31 minutos habló con el juez, que luego suspendió todos los procedimientos.

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