Denuncian red de protección judicial a narcos

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, culpó al fiscal Mariano Sibuet, exsecretario de la procuradora María del Carmen Falbo, de facilitar la fuga de Marcelo Mallo, un expuntero K con vínculos con Aníbal “La Morsa” Fernández. El juez César Melazo, en la mira

El cruce por las investigaciones del doble crimen narco en el Unicenter de Martínez, ocurrido en julio de 2008, y el ataque a los dos policías por los tres prófugos del Triple Crimen de General Rodríguez, hecho que sucedió en enero pasado en Brandsen, unidos por el secuestro de una pistola, dejaron a un juez platense, a un fiscal y a la procuradora de la Corte, María del Carmen Falbo, fuertemente sospechados de connivencia por la demora que se tomaron para ordenar medidas judiciales y fueron apuntados por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, de facilitar la fuga del barrabrava kirchnerista Marcelo Mallo.

Bullrich culpó púbicamente ayer al fiscal de Coronel Brandsen, Mariano Sibuet, exsecretario de Falbo, de haber demorado 24 horas el operativo de detención de Mallo y consideró que ese retraso fue clave para que la Policía no lo encuentrara. “Yo llamé personalmente al fiscal por teléfono y le dije: ‘Fiscal, haga algo porque, si no mandamos una comisión policial, Mallo se nos va... y Mallo se fue”, disparó la funcionaria del Poder Ejecutivo.

De acuerdo a lo informado por la legisladora Elisa Carrió en sede judicial, Mallo es un hombre íntimamente ligado al exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Aníbal “La Morsa” Fernández, y fue amigo del condenado por el Triple Crimen de General Rodríguez, Martín Lanatta. Y como siempre recuerda Hoy, Falbo fue abogada de Fernández cuando éste fue intendente de Quilmes y por esos vínculos políticos logró escalar hasta ser la jefa de los fiscales bonaerenses.

Allanamiento anunciado

Bullrich confió: “En cuanto supe que había salido la información en la prensa de que estaban buscando a Mallo” lo llamó al fiscal para pedir la orden de detención pero, lamentó, “ni nosotros ni la Policía Bonaerense la recibimos” 

También indicó que van a “informar al Ministerio de Seguridad y a la Procuración de la Provincia de Buenos Aires” acerca de “quién no permitió que el allanamiento se hiciera inmediatamente (Sibuet y el juez de Garantías César Melazo)” y serán ellos, anticipó, “los que tendrán que tomar la determinación” de sancionar al fiscal.

Como se recordará, Sibuet pidió el viernes pasado la detención de Mallo, puntero kirchnerista y exlíder de Hinchadas Unidas Argentinas, y de su compañero Leandro Ghiso, por la tenencia de una pistola calibre 40 que habría sido usada en el asesinato de dos colombianos en 2008 en el estacionamiento del shopping Unicenter, en Martínez.

Pero cuando los efectivos ingresaron a la casa del buscado, en la calle Miguel Cané al 3.500, en el partido bonaerense de Quilmes, ya no estaba.

El 3 de enero último, el exjefe de HUA fue arrestado en esa vivienda bajo la sospecha de que había provisto de armas y alojamiento a los entonces prófugos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez. En su momento no se le pudo probar que los hubiera ayudado a escapar y la Justicia lo liberó, pero no le devolvió lo que le había secuestrado: un revólver calibre 357 y una pistola calibre 40, que no parecían tener los papeles en regla.

Ahora, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado hizo peritar el arma calibre 40 y determinó que puede ser la que fue utilizada para disparar los proyectiles que mataron a los narcos colombianos Edilson Duque Ceballos (35), alias “Monoteto”, y Alexander Quinter Gardner (35).

¿Un registro para “vender humo”?

Cercados por las denuncias en su contra por la demora y lentitud para disponer medidas  que intenten dilucidar la responsabilidad del prófugo puntero K Marcelo Mallo en varios hechos delictivos, y con la intención de mostrar que hacen algo por la pesquisa, el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet y el juez de Garantías, César Melazo, dispusieron anoche allanar la sede central de la Policía Científica, ubicada en 50 y 118 de La Plata.

“Estuvieron mirando los libros en el área de balística”, aseguró a Hoy uno de los uniformados.

Mientras tanto, Mallo continúa prófugo y el fantasma de la impunidad gana terreno en las causas relacionadas con crímenes con sello narco.

Un estudio clave que demoró medio año

Un perito de criminalística había detectado en enero pasado que una misma pistola calibre 40 habría sido la utilizada en tres hechos trágicos, uno de ellos en el Unicenter de Martínez y que esa arma era la secuestrada en la vivienda del exlíder de Hinchadas Unidas, Marcelo Mallo (foto). 

Al respecto, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, dijo que “recién casi seis meses después el fiscal nos confirma que daba 100 % la coincidencia entre el arma secuestrada en la casa de Mallo con la utilizada en el doble crimen en Unicenter”.

Asimismo, Ritondo se quejó de que “esa novedad judicial haya trascendido a la prensa de inmediato y que el anuncio del allanamiento de la casa de Mallo fue como decirle ‘escondete que te vamos a ir a buscar’, una barbaridad absoluta”. 

“Queríamos que (Mallo) cuente de dónde sacó el arma, qué tiene que ver con el crimen. Parece que tenía una mirada de costado por parte del gobierno, porque no se entiende por qué, después de tantos años, no tengamos presos por el crimen de Unicenter”, indicó Ritondo. 

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