El campo se hunde

El 50% de la superficie cultivable bonaerense permanece bajo el agua. Las economías regionales están en crisis y advierten que habrá escasez y aumentos de precios en los derivados del agro. Otro infame legado de la década ganada

El interior bonaerense enfrenta una de las realidades más difíciles de la última década. La mitad de la superficie productiva se encuentra inundada y las consecuencias por las pérdidas de granos y cabezas de ganados se calculan en miles de millones de pesos. La historia se repite y mientras el Gobierno argentino realiza promesas vacías, los especialistas remarcan que la crisis del agro golpeará aún más los ya vapuleados bolsillos de millones de argentinos.

El futuro no se presenta nada alentador. Según los expertos, las inclemencias del clima podrían repercutir fuertemente en la disponibilidad y el precio de muchos de los productos que se elaboran con derivados de la producción agropecuaria. En cualquier caso, coinciden, ello significará más inflación y nuevos perjuicios para los ciudadanos que ya enfrentan las graves consecuencias de la crisis económica nacional.

“Todo lo que se sembró se ha perdido y también se complicó notablemente la cría de ganado, porque al parir las vacas en el agua los terneros están condenados a morir ahogados”, explicó a Hoy el concejal tandilense y presidente de la comisión de Producción, Trabajo y Medioambiente, Matías Melli. Por su parte, el productor ayacuchense Marcelo Gianoli se dirigió directamente a las autoridades provinciales, solicitó “asistencia crediticia y financiera para la adquisición de forraje” y destacó que “no pedimos subsidios ni dádivas, sólo asistencia económica en la coyuntura”.

Las asociaciones agrarias calculan que al menos unas 18 millones de hectáreas productivas se encuentran completamente inundadas, alcanzando a más de 60 de los 111 distritos productivos bonaerenses. Las consecuencias son astronómicas: “sólo en el partido de Trenque Lauquen se estima que las pérdidas ascienden a unos 500 millones de pesos, algo que va a afectar mucho a la economía regional y provincial”, señaló a Hoy el productor Mariano Astiz.

Las precipitaciones han superado largamente los registros históricos: en sólo nueve meses y medio llovió un 80% más que la media registrada en los últimos 20 años. Sin embargo lo cierto es que la problemática es una realidad recurrente que podría haber sido prevenida mediante la realización de las largamente anunciadas obras hidráulicas para la región.

“Las soluciones a largo plazo pasan por la ejecución del Plan Maestro del Río Salado”, señaló a nuestro diario el presidente de la Sociedad Rural de 9 de Julio, Nicolás Capriroli. Quien además indicó que “sería oportuno realizar las gestiones ante [la dirección provincial de] Hidráulica para detener las obras o bien colocar alguna compuerta para evitar el ingreso de agua al partido”.

Tras más de una década al mando de los destinos nacionales, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no ha hecho más que vacíos anuncios de campaña para paliar este recurrente flagelo. La realidad indica que las obras necesarias llegarán tarde una vez más, cuando millones de argentinos ya pagan el precio de las negligentes decisiones oficiales.

Ayudas que no llegan

Las incesantes lluvias mantienen en vilo a la provincia de Buenos Aires. Los productores estiman que la mitad de las hectáreas productivas se encuentran completamente inundadas, mientras reclaman por la finalización de las obras que nunca llegan. Tras más de una década de gobierno, el relato oficial muestra una vez sus grietas y deja expuesto el abandono al que el agro fue sometido por la gestión de Cristina Fernández de Kichner.

La Provincia dispone de los programas de Saneamiento Hidráulico y Control de Inundaciones, que poseen fondos por 221 y 380 millones de pesos, respectivamente; sin embargo hasta abril último sólo se utilizaron 15 millones del primero y otros 11 millones del segundo. La realidad indica que esa ejecución no mejoró en nada con el paso del tiempo.

“En los últimos años se ha hecho poco o nada en materia de obras hídricas en la provincia, por lo que  hoy tenemos que lamentarnos ante miles de hectáreas afectadas por las lluvias de las últimas semanas”, sostuvo el referente agropecuario del PRO, Jorge Sodrek.

“En los primeros siete meses de 2014 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica ya recaudó 1439 millones de pesos, pero aún no se asignó ninguna partida del mismo para realizar obras”, señaló el exlegislador, quien además remarcó que “la Provincia debería dar explicaciones sobre el uso de estos fondos”. El referente macrista concluyó además que la administración bonaerense recibe 2 mil millones de pesos del fondo sojero y a pesar de ello aún existe una gran cantidad de obras clave para la región inconclusas.