Política

El chicle globo de Cristina

En cadena nacional, inauguró una usina termoeléctrica a carbón. Es un mecanismo considerado obsoleto.  Con bombos y platillos, también anunció que se producirán chicles en Avellaneda. Allí el intendente bautizó un edificio público con el nombre “Cristina Kirchner” 

Una vez más los argentinos asistimos a una puesta en escena de la presidenta Cristina Kirchner que fue transmitida por cadena nacional. El motivo fue hacer una serie de anuncios que bordearon el ridículo.

Por ejemplo, presentó con bombos y platillos una nueva línea de producción de una marca de chicles en Avellaneda. Lo que no dijo es que el impacto de ese anuncio equivale al de una gota en un océano: la Argentina está en recesión desde hace dos años y la actividad industrial se ha desplomado. El nivel de producción fabril está un 4,5% por debajo de 2011. “Ahora vamos a masticar producto nacional gracias a la política de sustitución de importaciones",  afirmó la Presidenta sin ruborizarse.

Ahora bien,  si hacer una cadena nacional por la fabricación de unos cuantos chicles resulta algo ridículo, aún más lamentable resulta la actitud del intendente de Avellaneda, Jorge Ferrarse, que anunció en videoconferencia que un edificio público de su municipio será bautizado con el nombre “Cristina Fernández de Kirchner”.

“Te queremos invitar, cuando Daniel Scioli sea presidente y vos lideres este proyecto político, porque el 11 de marzo del año próximo a un edificio mellizo a este que se llama Néstor Kirchner, le vamos a poner tu nombre", dijo el obsecuente jefe comunal. Al escuchar la propuesta de Ferraresi, la Presidenta sonrió y se mostró agradecida por la iniciativa. Aunque evitó pronunciarse al respecto.

Posteriormente, la primera mandataria inauguró la usina termoeléctrica que producirá energía con el carbón de la mina de Río Turbio, en Santa Cruz.  "Hay 375 años de carbón bajo la tierra y lo estamos sacando hecho energía", destacó la jefa de estado durante la cadena nacional, la número 35 del año, y aseguró que en su gestión "por primera vez transformándolo en energía eléctrica".

En realidad, los especialistas aseguran que la energía a carbón se encuentra absolutamente superada en el mundo. Y advierten que la producción de Río Turbio es absolutamente insuficiente para alimentar la usina. Es decir, la obra en cuestión habría estado motivada en una cuestión absolutamente política, como es intentar contener la situación social en esa localidad santacruceña, que vive de la actividad minera. En ese sentido, los Kirchner tienen una enorme mancha: Sergio Taselli, quien fuera unos de los empresarios preferidos de los K, estaba a cargo de la concesión de la mina cuando se produjo el accidente que dejó como resultado la muerte de 14 mineros en el año 2004.

Entre 1994 y 2002 el Estado nacional le dio, al concesionario Taselli, 165 millones de dólares para mantener un yacimiento deficitario que el propio Carlos Menem quiso cerrar. Eduardo Duhalde, como presidente, ordenó “mantener el personal” y ya desplazado Taselli, el entonces Interventor Eduardo Arnold mandó a hacer una auditoría que demostró el vaciamiento de la empresa. Aún así la hicieron producir.

A poco de asumir Néstor Kirchner la presidencia, organizó un acto en la cuenca carbonífera donde anunció la inyección de 320 millones de pesos para reequipar el yacimiento. Diez días después se produjo la tragedia y el entonces presidente viajó a Río Turbio para intentar lavar culpas. No era para menos, él, como gobernador, tuvo en sus manos la obligación de controlar la seguridad de la mina, con el poder de policía laboral, a través de la Secretaría de Trabajo y Seguridad de Santa Cruz. Nunca lo hizo. Peor aún: durante varios años, mantuvo una estrecha relación con Taselli

CFK dice que se vuelve a Santa Cruz

Durante el acto de ayer, Cristina avisó que volverá a la provincia del Sur cuando finalice su mandato el próximo 10 de diciembre: "Voy a volver de donde me fui y de donde salí que es aquí, Santa Cruz". ¿Cumplirá su palabra?

“Es una obra que no sirve para nada”

Por Gerardo Rabinovich

Especial para Hoy

La obra inaugurada ayer por la presidenta no sirve para nada, no es viable. Significa una más de las irracionalidades que se han cometido en el sector energético durante los últimos 12 años. En primer lugar, el carbón que se produce en Río Turbio no alcanza para hacer funcionar una turbina de 125 megavatios, lo que no la haría rentable en lo más mínimo. Río Turbio no produce más de 125 mil toneladas de carbón al año y esa turbina como mínimo necesitaría 300 mil toneladas para hacerla funcionar normalmente. En segundo lugar, se ha tenido que ampliar la línea de gas y evidentemente esto se hizo para que la usina funcione con ese combustible. Es decir, asistimos a un anuncio que no dice toda la verdad.

Una obra de esta naturaleza no resulta para nada ventajoso para el país. Se trata sólo un compromiso político de Néstor Kirchner con los trabajadores luego de la muerte de 14 mineros en 2004. Representa un costo económico enorme para los argentinos y, desde el punto de vista del sistema energético, es una carga muy grande.

En esta obra se han gastado $9.000 millones y sólo servirá para darle electricidad a la zona de Río Turbio, el Calafate y Río Gallegos. Cuando se haga una segunda turbina va a tener que estudiarse el sistema de transporte por donde viene esa energía. Además, claramente, el carbón es una de las fuentes de energía que afecta al cambio climático y en el mundo científico es muy criticada la utilización de este recurso.

La política del gobierno nacional en materia energética se podría decir que ha sido casi inexistente en los últimos 12 años. Hoy la Argentina se encuentra en una situación energética peor que la que tenía en los peores momentos de la crisis del 2002. Los números demuestran que se ha retrocedido mucho. Todo esto se debió más que nada a errores de la política que llevaron a situaciones no deseables, como la necesidad de importar cantidades cada vez mayores de combustibles líquidos y de gas natural. Peor todavía le fue a este gobierno en la calidad del servicio eléctrico.