El dólar está de fiesta

La divisa no se detiene ante nada y ya superó los $15 en el mercado informal. En nueve meses y medio subió más del 50%, superando incluso los indicadores de 2012 y 2013. Analistas alertan por la posibilidad de una nueva devaluación del tipo de cambio oficial

La corrida cambiaria contra el peso se acelera y el dólar blue continúa en alza sin control. Y  mete presión para que más temprano que tarde se instrumente una nueva devaluación de la cotización oficial, que impactaría de lleno en el poder adquisitivo de los salarios, incrementando la ola inflacionaria.

Ayer la divisa norteamericana trepó un 2,6% y cerró en $15,10 en el mercado informal, 38 centavos más arriba que la jornada anterior, confirmando el adelanto realizado por Hoy. Lejos de reconocer la gravedad de la situación, el ministro de Economía, Axel Kicillof, ayer le echó la culpa de la suba del dólar blue a los fondos buitres y a la embajada norteamericana. Fue muy poco serio. Mientras tanto, la cotización oficial subió un centavo, tras permanecer estable durante casi un mes y cerró en $8,43. Los especialistas indican que Argentina atraviesa un peligroso camino hacia una economía con gran escasez de dólares y una amplia emisión de pesos sin valor, que no hará más que seguir impulsando la suba del tipo de cambio paralelo.

En lo que va del año la moneda estadounidense subió un 50,4% y marcó el incremento más alto desde que el gobierno nacional implementó el polémico cepo cambiario. En tan sólo nueve meses y medio, las subas superaron las devaluaciones registradas en 2012 y 2013, del 44 y el 47%, respectivamente. “La suba del dólar que estamos observando se debe a la creciente inflación, la desmedida emisión monetaria y el abultado déficit fiscal que no se controla”, explicó a Hoy el economista y Jefe de Investigaciones del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, Jorge Colina. El experto reveló además que “lo que queda claro con esta sostenida suba de la divisa es que, al menos en el corto plazo, el principal problema que tenemos es la inflación”.

Entre los especialistas no sólo preocupa la veloz depreciación de la moneda nacional, sino también la brecha entre la cotización oficial y la informal, que ayer alcanzó el 78%. La diferencia más alta se registró en mayo del año pasado, cuando llegó casi al 100% y se implementaron duras restricciones en la adquisición de la moneda estadounidense, medidas que hoy podrían profundizar aún más la recesión que enfrenta el país.

En enero la distancia entre ambos valores se redujo drásticamente, cuando el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió impulsar una abrupta devaluación del peso. Con ello, la economía ganó algo de la perdida competitividad comercial, pero ese beneficio desapareció en menos de nueves meses a causa del fuerte proceso inflacionario.

La ecuación se presenta simple: faltan divisas y sobran pesos. “Los dólares no ingresan porque el tipo de cambio oficial es muy bajo. Si uno es un exportador y tiene que vender sus dólares a ocho pesos, lo va a pensar dos veces; y si además se trata de productores de soja a los que se les cobra una retención, más aún porque ellos venden su producción a cinco pesos por dólar”, agregó Colina a nuestro diario. La economía nacional enfrenta una de las crisis más importantes de los últimos diez años y todo parece que los problemas van en aumento. Falto de ideas, el Gobierno argentino continúa impulsando medidas destinadas al fracaso, mientras millones de ciudadanos luchan a diario contra las consecuencias de una década de pésimas decisiones.

Muchas caras de una misma moneda

Responder a la pregunta de “¿cuánto cuesta un dólar?” podría parecer sencilla, pero la realidad indica que no. La cotización oficial difiere en casi $7 de la informal y a esas valoraciones se suman las de los dólares “ahorro”, “turista”, “sojero”, “Bolsa”, “bono” y hasta el “frontera”.

El dólar “turista” –como se conoce al tipo de cambio con el que se puede realizar compras en el exterior– se calcula como el valor oficial más un recargo del 35% y se adquiere en torno a los $11,70. Su par “ahorro” –oficial más el 20%–, en tanto, se mantiene estable en $10,10. El dólar “sojero”, por su parte, representa el valor oficial de la divisa menos el 35% de retenciones a la exportación de la oleaginosa y significa que los productores sólo reciben $5,47 pesos por cada dólar surgido de la exportación de granos. En los últimos días también comenzó a cobrar fuerza el tipo de cambio conocido como “frontera” que se consigue a unos $14,20 o $14,05, según se compre en Uruguay o Bolivia, respectivamente.

El valor de la divisa va en aumento y los argentinos ponen en juego todo su ingenio para resguardarse ante la inflación, adquiriendo una moneda que se muestra más estable y que, incluso, puede generar grandes ganancias.

Una aerolínea restringe la venta de pasajes por falta de divisas

La aerolínea norteamericana American Airlines (AA) restringió a no más de 90 días la venta de pasajes para vuelos desde y hacia la ciudad de Buenos Aires. Aunque las razones por las que la empresa tomó la decisión no trascendieron, es sabido que los operadores turísticos no quieren hacerse de pesos debido a la incertidumbre que reina en el mercado sobre cuándo y a cuánto podrán ser cambiados por la divisa norteamericana.

La medida rige en Argentina independientemente del medio de pago utilizado y si la compra del vuelo se realiza hoy, tanto la ida como la vuelta deberán ser antes de los tres meses subsiguientes. El límite impuesto rige tanto para pasajeros como para agencias de viajes que busquen hacerse con pasajes a través de la web de la organización o su central de atención telefónica. En momentos en los que la brecha entre tipo de cambio oficial y la cotización informal de la divisa estadounidense crece sin control, miles de argentinos se vuelcan a la compra en cuotas de pasajes y aprovechan la diferencia entre el dólar blue y el tipo de cambio conocido como “turista”, que se calcula sumando el 35% al valor oficial. En el medio, el comprador ahorra varios cientos de pesos comprando un dólar mucho más barato que en el mercado paralelo.

Esa realidad supone un grave riesgo para las empresas del sector, que reciben pagos en pesos a los que luego deben convertir en dólares para enviar al exterior. Lo que para los pasajeros supone un beneficio, pone en crisis las ya vapuleadas finanzas de las empresas.

Las restricciones en el mercado cambiario ponen en jaque la economía de cientos de empresas con asiento en el país y amenazan con acentuar la recesión y la preocupante ola de despidos.