El exsubsecretario no se entregó y complica su futuro

Carlos Sanguinetti, uno de los dos prófugos por las estafas millonarias cometidas durante la gestión de Alejandro Collia en el Ministerio de Salud, sigue con paradero desconocido. Si lo capturan antes de ponerse a disposición de la Justicia, deberá esperar la sentencia en la cárcel

El exsubsecretario de Atención de las Adicciones, Carlos Sanguinetti, acusado de ser uno de los protagonistas principales de una estafa millonaria al Estado en el marco de la causa conocida como la mafia de los medicamentos oncológicos en el área del Ministerio de Salud, no se entregó ayer ante la Justicia, como lo habían anunciado sus abogados, y su situación procesal podría complicarse, informaron fuentes judiciales.

Sanguinetti y su cercana colaboradora, la psicóloga Viviana Callegui, son los dos prófugos que tiene esta investigación penal, en la que se intenta certificar cómo se armaban expedientes falsos por compras de medicamentos oncológicos. De Callegui no hay rastros, pero del exsubsecretario de Atención de las Adicciones se esperaba ayer que se ponga a disposición de la Justicia, luego de que la Cámara de Apelaciones de La Plata le negara un habeas corpus.

A partir de esa denegatoria, Sanguinetti quedó sin ningún tipo de fundamento legal para no entregarse. Desde la UFI nº 8 de Delitos Complejos de La Plata , a cargo del fiscal Jorge Paolini, explicaron que la situación del exsubsecretario es muy complicada. “Si lo detiene la Policía antes de que se entregue, va a tener que esperar la sentencia privado de su libertad”, señaló una fuente judicial.

Trascendió que los representantes legales de Sanguinetti le aconsejaron a que se presente en la sede de la DDI La Plata, ubicada en 61 entre 12 y 13, pero hasta anoche eso no había ocurrido. Es que el exfuncionario sabe que una vez que sea capturado pasará al menos 30 días en prisión, hasta que pueda “pelear” por alguna morigeración.

En la pesquisa se habría comprobado la salida de una suma de 500.000 pesos de las arcas provinciales para adquirir insumos que nunca llegaron a destino. “Los procesados armaban expedientes falsos por compras que nunca se hacían, con la sola finalidad de quedarse con el dinero”, consignaron las fuentes.

La Justicia entendió que hay evidencias y pruebas suficientes como para sospechar que se está ante los delitos de “asociación ilícita, fraudes reiterados contra el Estado y negociaciones incompatibles con la función pública”, los cuales establecen penas de hasta diez años de prisión, y quince en el caso del jefe de la organización.

La estafa cometida en el Ministerio de Salud Bonaerense durante el gobierno de Daniel Scioli ya tiene tres detenidos: el empresario farmacéutico Leandro Paci, el dueño de una imprenta, Víctor Shama y un empleado de la subsecretaría de Atención de las Adicciones, Hernán Azzarri.

La red de corrupción estaría relacionada con la mafia de medicamentos y el robo de drogas de alto costo que se habría orquestado en el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). 

Otros dos imputados pero excarcelados son la exdirectora de Contabilidad del Ministerio de Salud, Beatriz Priolo, y el empresario Leandro Durand

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