El gasto público está asfixiando la economía

En la década kirchnerista aumentó hasta unos $ 1,4 billones, que pasaron de representar el 30% del PBI al 46,5%. Esa suba genera más emisión monetaria e inflación

En la llamada “década ganada”, el gobierno kirchnerista elevó a niveles inéditos el gasto público improductivo, que pasó del 29,1% del PBI en 2003 al 46,5% este año y se ubica en el país de Sudamérica que más incrementó las erogaciones del Estado en los últimos diez años. 

Al mismo tiempo que crece el gasto público improductivo también aumenta la presión impositiva y la emisión monetaria para poder cubrir esas necesidades. Ese combo explosivo estimula la inflación, que crece en forma desmedida y de acuerdo a la mayoría de las predicciones serias este año estará cerca del 30%.

Sin embargo, lejos de contribuir a aumentar la productividad y la eficiencia del Estado, gran parte del gasto público se diluye en subsidios para enriquecer a empresarios amigos del gobierno y para financiar la enorme maquinaria de clientelismo político.

El problema reside en que la utilización del dinero no apuesta a mejorar la calidad de los servicios públicos, los cuales se encuentran en un estado por demás crítico, sino que termina transformándose en un derroche clientelar que poco tiene que ver con un estado presente en las problemáticas económicas que afectan al país.

Según explicó a Hoy el economista Manuel Solanet, con el crecimiento del gasto público “apareció un déficit que se financia con la caja el Anses y la emisión monetaria”. Aunque, el consejero de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel) aclaró que “estamos en una etapa en la que la emisión se ha convertido en una  problema que genera inflación”.

Un informe del Ieral (Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana), alertó en base a los datos de los primeros tres meses del año que “bajo las actuales condiciones (“extraordinarias”, según la Carta Orgánica del BCRA), el Banco Cen­tral tendría margen para emitir 62,5 mil millones de pesos en 2013 a favor del  fisco, con lo que las cuentas cerrarían. Sin embargo, para 2014 el Ejecutivo tendrá  que optar: o bien ajusta el gasto, o intenta volver a modificar la Carta Orgánica”.

El economista Orlando Ferreres sostuvo que el gasto público "comenzó a desbocarse en 2007 y hoy alcanza los US$ 260.000 millones (unos $ 1,4 billones tomando la cotización oficial)  para el consolidado anual, cuando debería llegar a apenas US$ 105.000 millones para ser sustentable". Según el ex viceministro de Economía, los gastos rondan los US$ 145.742 millones, una cifra que creció 619% en la última década.

En tanto, según un informe de la consultora de José Luis Espert en la era de los Kirchner el gasto público creció 1.400% si se calcula en pesos. De acuerdo a ese estudio, en 2002, cuando Argentina vivía una inestabilidad económica el gasto público alcanzaba los $ 77 mil millones y un año después, luego de la llegada de Néstor Kirchner al poder, llegó a $ 94.000 millones. Siguiendo el informe de Espert, nueve años después el gasto público se disparó a $ 932 mil millones.

“Una parte del aumento del gasto público es para subsidios y   congelamiento de precios que pueden resolver normalizando la estructura de tarifas”, explicó Solanet a Hoy.  “Otra parte es para planes sociales, que algunos son necesarios y efectivos por los problemas de pobreza y otros se transfieren al sistema político clientelar que hay que revisar para reducirlos”, continuó el economista. Y  completó: “Otra par­te al aumento de ese gasto es para los empleados públicos que crecieron en un 50% en los últimos diez años, además del aumento de las jubilaciones y pensiones a tres millones de personas que se jubilan sin haber hecho aportes”.

“Estos últimos componentes son difíciles de reducir, como el empleo público, pero de a poco se tiene que empezar a transferir al sector privado en la medida que el país genere confianza a las inversiones”, concluyó Solanet.

Argentina con más egresos del Estado en la región

En la primera década del siglo XXI Argentina lideró el ranking de aumento del gasto público entre los países de Latinoamérica con una suba de 10,1 puntos porcentuales del PBI.
Detrás del país se encuentran ubicados Ecuador con un 8,5%, México con 4,9 %. Brasil (+ 4,8%) y Bolivia (+ 4,4%) completan la lista de los cinco primeros con mayor incremento del peso del sector público, según un informe de Fundación Mediterránea - IERAL.
A contramano y en el otro extremo del ranking realizado por la consultora económica se encuentran Paraguay con un ritmo negativo del 3,9 %, Uruguay (-0,9%) y Perú (-0,6 pp), naciones que habrían disminuido el gasto estatal entre el período comprendido por los años 2000/2010.

Qué incluyen  las erogaciones

El gasto público es lo que comprende las compras y gastos que un estado (nación, provincia o municipios) realiza en un período determinado. Dentro del gasto público están los gastos de inversión, los gastos de funcionamiento y los gastos destinados al servicio de la deuda tanto interna como externa, como pago de intereses y amortización de capital. Y toda salida destinada a una empresa estatal también forma parte del gasto público.

El dinero destinado a las obras públicas y a los sueldos de los empleados estatales también es gasto público. En este último caso, el dinero no se encontró orientado hacia mejoras salariales, sino que se focalizó en el armado de una red clientelar para el ingreso de los llamados “militantes rentados” del modelo, principalmente provenientes de La Cámpora y Kolina.

Además, los gastos incluyen el dinero destinado a subsidios a empresas, asignación universal por hijo y hasta medios periodísticos, sobre todo los que tienen afinidad con el gobierno nacional.