El Gobierno contra Griesa, los buitres y el reloj

A último momento, la negociación entre bancos argentinos y holdouts para “comprar” la deuda se estancó por las declaraciones de Kicillof. Detalles de las reuniones y el frenesí de una política improvisada al extremo

Todo se estropeó a último momento, aunque el desastre podía verse venir desde lejos, cuando el ministro de Economía decidía no viajar a Nueva York y enviaba a funcionarios de segunda línea a las negociaciones más importantes para las finanzas del país en este último tiempo. O cuando, por el contrario, decidió viajar a escondidas, tomándose un avión en Caracas, ante la solicitud de las partes y a contrarreloj. Así, años de desmanejo del gobierno de Cristina Kirchner desembocaron ayer en complicaciones impensadas. 

Porque no sólo fracasó el gobierno nacional, sino también se estancaron las negociaciones de los representantes argentinos en la puja por comprar la deuda de los holdouts, evitar que el país caiga en default y, de paso, llevarse una tajada de la gran torta nacional. En medio de declaraciones cruzadas, trascendió al cierre de esta edición que la reunión entre bancos y fondos se levantó justo después de escuchar las explosivas declaraciones de Axel Kicillof, quien en conferencia de prensa despotricó contra los buitres, contra el juez Thomas Griesa y todo el poder judicial norteamericano. El gobierno estaba cerrando todas las puertas, también para los privados. 

Anoche, el representante de la Asociación de Bancos de Argentina (ADEBA) regresaba al país, pero la prensa internacional no se ponía de acuerdo si esto implicaba una ruptura total en la posibilidad de acuerdo entre privados, o si tan sólo se trataba de un cuarto intermedio. La resolución de esto será crucial para la duración del default como para la reacción de los mercados, que se prevé castigarán hoy a las empresas y bonos argentinos cuando abran las bolsas en Nueva York y Buenas Aires. 

Los banqueros ofrecían aportar una garantía de u$s250 millones para facilitar el cumplimiento de la sentencia en favor de los fondos que no aceptaron la reestructuración de deuda. A cambio del depósito de los bancos argentinos, los holdouts estaban dispuestos a solicitar al juez Griesa la reposición del "stay", o sea la cautelar para que la Argentina pueda cumplir con el pago de intereses de los bonos Discount en dólares bajo legislación norteamericana por u$s539 millones, bloqueado desde el 30 de junio por disposición judicial, y cuyo período de gracia concluía ayer. 

La segunda opción 

Otra opción que trascendió en el marco de las negociaciones privadas, que se realizaban en paralelo al encuentro entre Kicillof y el mediador Daniel Pollack, fue que bancos y fondos fueron a cuarto intermedio para continuar hoy. Según esta versión, las entidades financieras argentinas apuntan a comprar el 100% de la deuda en manos de los buitres, por un total de entre 1.400 y 1.600 millones de dólares. 

El acuerdo apuntaría a pagar de forma inmediata u$s 250 millones y el resto en cuotas, siempre con títulos argentinos en dólares. Los fondos buitre se mostraron, en principio, conformes con la presentación, aunque pidieron que el pago no sea en cuotas. Los rumores no cesaban anoche, y se insistía en que esta posibilidad aún está abierta. Solo faltarían detalles para cerrar el acuerdo. 

Lo cierto, lo único cierto, es que hoy la economía entrará en una nueva etapa. El default se hace presente, todavía no sabemos por cuánto tiempo. Dependerá de la impericia del gobierno nacional que, a esta altura, ha mostrado no poder solucionar los problemas que su propia gestión ha creado. 

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