El Gobierno reducirá la custodia oficial de CFK

Los beneficios de protección con los que cuenta la expresidenta serán disminuidos a la mitad. El anuncio fue hecho por la ministra Patricia Bullrich, en el marco de la reestructuración del sistema efectuado por Cambiemos

No solo desde el ámbito judicial la expresidenta Cristina Kirchner viene recibiendo malas noticias. También en el plano institucional se reduce el poder de fuego que alguna vez supo tener. 

Ayer, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó que el Gobierno nacional “reducirá en las próximas semanas” el sistema de protección que debe brindar el Estado a los exmandatarios, acabando con los casi 80 custodios con los que cuenta CFK.

Fuentes cercanas a Cambiemos sostienen que Cristina, antes de dejar el poder el pasado mes de diciembre, dejó asentada la cantidad de personal que debía vigilar todos sus pasos tras abandonar la presidencia. En consecuencia, la actual administración debía hacerse cargo del pago de un servicio de custodia “demasiado amplio” por una actividad “innecesaria”.

En ese sentido, la ministra Bullrich afirmó: “La expresidenta dejó una cantidad importante de custodios y estamos haciendo una evaluación de todo el sistema. Vamos a realizar cambios, por supuesto”.

La titular del área de Seguridad indicó además que su ministerio “tiene la responsabilidad de cuidar a todos los expresidentes, nos gusten o no nos gusten, seamos amigos o no seamos amigos. Tenemos que tomar decisiones racionales y no llevadas por la bronca que puede dar saber que hay tal cantidad de policías afectados”.

En el centro del debate

La vigilancia a la expresidenta había sido discutida por la propia Cristina Kirchner, cuando hace unas semanas atrás, en medio del embargo dictado por el juez federal Claudio Bonadio a sus cuentas en la causa por el dólar futuro, la exmandataria resaltó que desde el equipo de custodia que le proporcionaba el Estado, “se la controlaba en todos sus movimientos”, acusación que fue negada terminantemente por las autoridades nacionales.

Las casi 80 personas que trabajan en la seguridad de CFK, tanto en El Calafate como en Río Gallegos, le cuestan al Estado cientos de miles de pesos mensuales y representan el triple de la seguridad que se les brinda a otros exmandatarios como Carlos Menem, Fernando De la Rúa o Eduardo Duhalde.

De esta manera, Cristina 

Kirchner volvió a quedar en el medio de una polémica, que demuestra cómo el alejamiento del poder hace que el fulgor y la solvencia política que alguna vez supo tener desaparezcan por completo, recibiendo los embates como cualquier ciudadano común.