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El negocio de la muerte

El último martes, el diario Hoy informó en exclusiva los presuntos manejos entre empleados de la Morgue policial local que falsificaban certificados de defunción, casas de sepelios y el área que centraliza esos certificados en el Registro de las Personas, por los que bien se podrían ocultar crímenes. 

La causa la lleva adelante la Fiscalía de Delitos Complejos, a cargo de Jorge Paolini. Lo que preocupa y asusta es que las maniobras detectadas podrían haber ocultado crímenes, como el que fue descubierto con la socióloga María Marta García Belsunce. Como se recordará, la mujer iba a ser sepultada con un certificado de defunción que indicaba como motivo del deceso un fuerte y accidental golpe en la cabeza, cuando en realidad había recibido seis disparos.

El primer paso de esta investigación se dio por la muerte de Juan Carlos García, un hombre que se ahogó en la vía pública el 2 de abril de 2013 en la zona de 21 y 32, pero de acuerdo al acta de defunción, su fallecimiento había ocurrido por un paro cardiorrespiratorio.

Desde la UFI nº 8, que encabeza Paolini descubrieron maniobras gravísimas. Un vocero judicial le indicó cómo era el procedimiento. “Se descubrió que varios certificados de defunción tenían la firma de médicos que afirmaron no haber sido ellos los que estamparon esa rúbrica”, señaló la fuente.

Con la afirmación de los galenos, Paolini ordenó unas pericias caligráficas y llegó a la conclusión de que empleados de la Morgue falsificaban la firma de los certificados de defunción, más conocidos como los formularios 03, para luego venderlos a casa de sepelios de la capital provincial.

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