El nuevo estadio del Pincha, en manos de una oscura empresa

Se trata de Santa Mónica SA, que se quedaría con el 70% de los palcos. La empresa vendría de la mano de Julio Grondona. Su titular está imputado en un escándalo de corrupción en España. Sospechas de lavado de dinero.

Algo huele a podrido en el Club Estudiantes de La Plata. Una firma propiedad de un empresario español, imputado en un escándalo de corrupción en la región de Murcia y sospechado por presuntas maniobras de lavado de dinero, se podría quedar con el control de entre el 60 y el 70 por ciento de los palcos del nuevo estadio que saldrán a la venta en los próximas semanas.

La empresa en cuestión es Santa Mónica Argentina SA. Según reconocieron a Hoy fuentes de la institución, sería el principal inversor ya que estaría desembolsando aproximadamente 8,5 millones de dólares, más de $69 millones teniendo en cuenta la cotización oficial del verde billete en nuestro país.  

En otras palabras, una parte importante del nuevo estadio pincha, que está siendo construido gracias al esfuerzo de los socios, quedaría tercerizado, en manos de una compañía que, además de estar sospechada de tener una relación con el titular de la AFA, Julio Humberto Grondona, arrastra pésimos antecedentes en el viejo continente. 

Grondona actualmente es el principal socio que tiene el gobierno kirchnerista en el Programa Fútbol para Todos, una caja oscura de $1500 millones que salen de los impuestos que paga el soberano. Asimismo, la empresa Santa Mónica es la encargada de organizar los partidos de la denominada Copa Argentina.

Los principales responsables de Santa Mónica serían el español Jesús María Samper Vidal, actual presidente del club Real Murcia de la segunda división de España y Dardo Luis José de Marchi, quien fuera presidente del Club Almagro, actualmente en la primera B Metropolitana. Este último tuvo su minuto de fama en el año 2000 cuando quiso poner a Diego Maradona como manager de la institución ubicada en la localidad de José Ingenieros (ver Los fantasmas del boicot).

Según pudo saber Hoy, Samper divide su tiempo entre España y la Argentina.  Pasa largas temporadas en nuestro país, donde tiene el centro de sus negocios desde que en febrero del año pasado las autoridades de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidieron rescindirle de forma unilateral el contrato que tenía para la explotación de los derechos audiovisuales de la selección que ganó el último mundial y la última Eurocopa.  

La ruptura entre Samper y la RFEF habría sido en muy malos términos. Y no es para menos: las autoridades de la entidad madre del fútbol ibérico denunciaron que la compañía Santa Mónica Sports le adeudaba la friolera suma de 14 millones de euros. Además de la ruptura del convenio, la Federación amenazó con iniciar acciones judiciales.

Escándalo de corrupción

Samper es uno de los principales imputados en el denominado caso Umbra, un escándalo de corrupción que estalló en Murcia en octubre de 2010. Concretamente, se lo acusa de haber resultado beneficiado de un Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento, que le habría ocasionado a la administración comunal un perjuicio económico de más de 300 millones de euros.

Según informó el diario La Verdad de Murcia el año pasado, el titular del Juzgado Nº 8 de Murcia, David Castillejos, hizo gestiones durante meses para que las autoridades suizas aportaran datos sobre el contenido y los movimientos de las cuentas que tiene Samper en ese país. En sus peticiones, el magistrado especificó que estaba investigando supuestos delitos contra la hacienda pública y cohecho. El juzgado se topó con la cerrazón de las autoridades helvéticas.

La pista del dinero de Samper en Suiza se abrió a raíz de los registros que se efectuaron en octubre de 2010 en el domicilio del empresario en la urbanización madrileña de Somosaguas  y en la sede social de la firma Sport Management and Proyect SL. El auto especificaba que se efectuaba esa diligencia “en relación con un delito de blanqueo de capitales, imputando expresamente dicho delito a Jesús María Samper Vidal”.

100 mil dólares por cada palco

En total, en el nuevo estadio que está previsto inaugurarse el año que viene, habrá 120 palcos a un valor de 100.000 dólares cada uno por diez años de uso. La mayoría estarán en el edificio de calle 1 y habrá unos 22 en la cabecera visitante de calle 57 al mismo valor.  

Cada palco contará con una capacidad de entre 15 y 17 personas sentadas.  Es decir, cada bloque de butacas tendrá un valor de 10.000 dólares por año que, dividido por los 15 partidos de local, a partir del nuevo formato de campeonato con 30 equipos que se instrumentará a partir del año que viene, arroja un total de 666 dólares por encuentro que se dispute en la llamada tierra de campeones. 

El cálculo que hacen algunos dirigentes de Estudiantes para persuadir a los socios es que a ese número habría que dividirlo por la cantidad de integrantes que puedan ocupar un palco. Es decir entre 15 y 17 personas. De esta manera, cada socio pagaría unos 41 dólares aproximadamente, que es igual a los 340 pesos que constituye el valor de una platea en la lengua central del estadio Ciudad de La Plata por partido. 

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