Entrevista al presidente del tribunal de Casación Penal bonaerense

“El sistema judicial debe estar a la altura de las circunstancias”

El presidente del Tribunal de Casación Penal bonaerense, Mario Kohan, visitó la redacción del diario Hoy y se refirió a los pilares sobre los que debe avanzar la Justicia. Además, desnaturalizó los casos de violencia de género y apuntó a mejorar la ley de protección a las víctimas

Mario Kohan llegó al máximo tribunal penal de la Provincia con tan solo 48 años, tras el fallecimiento de quien era el titular de ese organismo, Federico Domínguez. En febrero de este año se modificó el marco normativo, por lo cual la titularidad del cargo será rotativa: Kohan se apartará y será el juez Carlos Natiello, el integrante del fuero con más antigüedad, quien asumirá. Antes de integrar la Sala IV del Tribunal de Casación Penal bonaerense, Kohan se desempeñó como fiscal y luego como juez en el Departamento Judicial de San Isidro.  

—¿Ha mejorado la gestión del sistema judicial en relación con las resoluciones? 

—La situación del tribunal empezó a variar hace ya cinco años, cuando me integré a este órgano jurisdiccional junto al doctor Maidana y al doctor Nordoqui, mediante un cambio en la conformación de las salas. Se pasó de tener salas de tres integrantes a otras de dos. Eso generó que exista mayor diálogo entre los jueces, se eviten disidencias y se empiece a generar un cambio en lo que era la dinámica del tribunal. Eso se fue profundizando no solamente por la gente que entró, sino también porque los más antiguos entendieron esta nueva mecánica de trabajo que logró que los atrasos, que eran moneda corriente y motivo de quejas y críticas del pasado, fueran dejados atrás. 

—¿Qué pasó con el proyecto presentado en 2006 que intentó disolver el tribunal? 

—Ese proyecto de ley fracasó por un solo voto en el Senado. De ahí pasamos a 2010, cuando se dictó una ley que, lejos de hacer desaparecer el Tribunal, proponía su ampliación, con lo cual esa tendencia que se buscaba al final se revirtió. Pero esto generó un desafío: darle un significado a Casación, una puesta en valor, y devolver esa confianza que el Ejecutivo y los legisladores de ese momento nos habían dado. Hoy podemos decir que no tenemos infracciones y que no se producen vencimientos en los plazos contenidos en el Código Procesal. El sistema judicial debe estar a la altura de las circunstancias. 

—¿Cómo es trabajar con tantos cargos vacantes?

—Esto hace que el trabajo tenga que repartirse entre menos jueces, o sea, que de la torta de expedientes que entran, a cada uno le corresponde una mayor porción de trabajo. Confiamos en que las vacantes sean cubiertas en el menor plazo posible. Mientras tanto, trabajamos con un esfuerzo importante y me refiero no solo a los jueces, sino a todo el personal que integra Casación. Actualmente hay una terna elaborada por el Consejo de la Magistratura que fue elevada al Poder Ejecutivo. Ahora hay que esperar que se resuelva y después comenzarán las entrevistas y los informes psicológicos.

—¿La Justicia se está modernizando?

—La modernización es fundamental. Estamos ya transitando el primer cuarto del siglo XXI y, en algún momento, va a terminar siendo anacrónico el trámite en papel. No solamente por los recursos naturales, sino por la agilización y la facilitación que uno tiene por medio de la vía digital. Hay una incipiente corriente que ya trabaja en estas cosas. El Ministerio Público tiene un sistema de gestión que es muy ágil, la administración de Justicia tiene otro que eso muy bueno. Antes teníamos un simple sistema que solo nos permitía hacer algún que otro escrito. 

—¿Cómo es en el interior del país?

—En Neuquén, por ejemplo, ya no existe el expediente escrito. En el Código Procesal nuevo ya no existe más el acta en la cual, en una investigación preliminar, se le toma declaración a un testigo: ahora se lo filma con una cámara. En Buenos Aires somos pioneros en el juicio por jurados, que no requiere más que una escritura que diga que los jurados alcanzaron un dictamen. 

“Son muy pocos los delitos informáticos que llegan”

Mario Kohan se refirió al tratamiento de los expedientes en temas relacionados a los delitos informáticos. “No hay grandes experiencias, son muy pocos los delitos informáticos que llegan al Tribunal por dos razones: la primera, porque muchas de las defraudaciones que pueden llegar a cometerse son revisadas por las Cámaras de Apelaciones y de ahí el tránsito del recurso es para la Corte, no para la Casación”, explicó el juez. 

Según detalló el titular del máximo tribunal penal de la Provincia, “el tema va avanzando porque la tecnología lo hace”. Del mismo modo, tiene que hacerlo la legislación y la capacitación de los operadores judiciales. “En nuestro Código Penal, que data del principio de siglo XX, era impensado hablar de un delito informático, por lo cual tenemos cada vez más exigencias a la hora de capacitarnos”.

“Los nuevos paradigmas sobre los casos de violencia de género nos obligan a capacitarnos”

En el caso de los delitos de violencia de género, la discusión se inició hace ya algunos años, pero tuvo una rápida recepción legislativa con la inclusión en el Código Penal de la figura del femicidio.   

“Es una problemática ya no incipiente sino instalada y sobre la cual hay diversos tratados internacionales que hablan de los derechos de la mujer para evitar toda forma de discriminación física, económica y psicológica. Los nuevos paradigmas que han aparecido nos obligan a capacitarnos en violencia y perspectiva de género”, explicó Mario Kohan.

Las capacitaciones a las cuales se refiere Kohan son ofrecidas por las distintas universidades y por convenios con otras entidades educativas. La actual presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Hilda Kogan, “es una militante activa contra la violencia de género y permanentemente nos exige que estemos atentos y preparados, porque son paradigmas que no son convencionales, son cosas que van apareciendo”, explicó el juez, al mismo tiempo que agregó que “no es que el delito contra la mujer por su condición de mujer no existía, sino que como todo era soslayado, tapado, no había una verdadera perspectiva”.

“La única que no quiere estar en el proceso penal es la víctima”

Tras años de lucha, el pasado 21 de junio la Cámara de Diputados aprobó, de manera unánime, la Ley de Protección a Víctimas de Delitos. La iniciativa sobre protección de los derechos y garantías les asegura la representación jurídica a los damnificados por delitos y crea la figura del defensor público de la víctima. En este marco, Kohan explicó que el cuerpo de abogados ya está creado para lograr un equilibrio de la atención de los distintos actores que integran el proceso penal. “El único que no quiere estar en el proceso penal es la víctima, que ha sido traída por un hecho ajeno a su voluntad. La víctima no puede ser más el sujeto olvidado, que se lo llama cuando lo necesita”, sostuvo el juez, al mismo tiempo que aseguró que en estos casos es importante “no confundir justicia con venganza. El juez es quien tiene que ser imparcial entre dos fuerzas que se oponen: por un lado el imputado y por el otro la víctima”.