Elaskar y Fariña declararán ante la Justicia por la ruta del dinero K

Esta semana, el juez Sebastián Casanello continuará con la ronda de indagatorias en la causa de la ruta del dinero K. Será el turno de los financistas Federico Elaskar y Leonardo Fariña, quienes deberán presentarse en los tribunales federales de Comodoro Py para dar explicaciones sobre la existencia de multimillonarias transferencias en cuentas bancarias suizas vinculadas al empresario patagónico Lázaro Báez.

La causa tiene a 27 imputados, entre los que ya declararon los propios hijos del dueño de Austral Construcciones, quienes presentaron escritos, no respondieron preguntas y deslindaron responsabilidades en su padre. 

En el caso de Fariña, será la segunda vez que sea indagado por esta causa. Imputado por “colaborador”, pero excarcelado tras declarar bajo la figura de “arrepentido”, está citado el miércoles a las 10; en tanto que Elaskar asistirá el martes, a la misma hora.

La nueva ronda de indagatorias, que cerrará el 6 de junio con la declaración del principal imputado, Báez, fue convocada luego de que Casanello recibiera más de 500 documentos de parte de la Justicia de Suiza en los que se evidencian vínculos entre la familia del empresario y una serie de cuentas en ese país. 

Leandro, Luciana, Melina y Martín Báez figurarían como “beneficiarios finales” en dos cuentas abiertas en el banco J. Safra, por la firma Wodson International, que la Justicia sospecha vinculada a Helvetic Services Group, cuya propiedad se le adjudica a Báez. La misma condición tendrían en otra cuenta abierta por la firma FromentalCorp, creada en 2011 en 

Panamá y en cuyo directorio figurarían Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, abogado y contador de Báez, ambos detenidos con él en el Penal de Ezeiza. 

La Justicia sospecha de la apertura de cuentas en paraísos fiscales, con el objetivo de montar una “estructura jurídica y societaria” para lavar dinero proveniente directamente de sobreprecios en la obra pública realizada durante el gobierno kirchnerista y de la evasión tributaria mediante el uso de facturas truchas que habrían beneficiado a Báez.

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