Elevan a juicio la causa contra Etchecolatz y Smart

La Justicia Federal de La Plata elevó a juicio la causa en la que están procesados Jaime Lamont Smart, Miguel Osvaldo Etchecolatz y otros imputados por delitos de lesa humanidad, cometidos en un centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Lanús durante la última dictadura cívico-militar. El caso investiga delitos cometidos en perjuicio de más de 60 secuestrados en el sitio donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como “El Infierno”, localizado en calle 12 de octubre 234 en la localidad de Avellaneda. 

El juez federal Ernesto Kreplak tomo la decisión de enviar a juicio a Smart, que era ministro de Gobierno bonaerense de la dictadura; a Etchecolatz, en la época jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense; a los excomisarios Juan Miguel Wolk, Bruno Trevisán y Rómulo Jorge Ferranti, y al excabo Miguel Ángel Ferreyro.

El expediente, que instruyeron los fiscales Marcelo Molina, Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira de la Unidad de Asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos durante el terrorismo de Estado, constata que las víctimas eran interrogadas y torturadas en ese lugar, donde permanecían encerradas en condiciones inhumanas, en calabozos minúsculos y sometidos a humillaciones diarias. 

Crímenes de lesa humanidad

El juez Kreplak consideró en sus fundamentos que el represor Smart, quien fue el primer civil condenado por genocidio, en su calidad de exministro de Gobierno bonaerense, “impartió órdenes verbales e ilegales para la realización de los hechos investigados y proporcionó a sus ejecutores directos los medios necesarios para cumplirlas, realizando de esta manera una cooperación necesaria sin la cual no habrían podido cometerse los mismos”. Por estos motivos, el magistrado le imputó la responsabilidad en la privación ilegal de la libertad y la aplicación de tormentos que sufrieron unas 60 víctimas y el homicidio de Luis Adolfo Jaramillo.

Etchecolatz fue imputado por los mismo crímenes que Smart. A Wolk, quien era director de Investigaciones Zona Metropolitana de la Bonaerense, el juez le imputó 26 casos de privación ilegal de la libertad, tormentos y el homicidio de Jaramillo. Por su parte, a 

Trevisán lo imputó por secuestros y torturas en perjuicio de 22 víctimas, a Ferranti, por los mismos delitos con respecto a 20 víctimas, y al cabo Ferreyro, por la privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos a 40 personas.