Escándalo mundial: detuvieron a directivos de la FIFA

La Justicia de EE.UU. denunció que en los últimos 24 años, dirigentes de la máxima entidad del fútbol internacional recibieron sobornos por más de U$S 150 millones. Los imputados son 14, entre ellos tres argentinos: Alejandro Burzaco y los hermanos Hugo y Mariano Jinkis.

Tres empresarios argentinos aparecen implicados en la escandalosa causa en la que la Justicia de los Estados Unidos investiga a la FIFA por presuntos actos de corrupción, donde se habrían pagado sobornos por más de 150 millones de dólares en los últimos 24 años,  y por la que ya fueron detenidos siete importantes dirigentes de esa entidad.

Los dirigentes argentinos Alejandro Burzaco, presidente de la empresa Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkis, de la empresa Full Play, son tres de los 14 acusados por la Justicia norteamericana, y por quienes anoche llegó un pedido de arresto provisional y extradición.

En la investigación, llevada a cabo por la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este del Estado de Nueva York, están imputados nueve directivos de la máxima entidad del fútbol mundial y otros cinco empleados de ese organismo.

Con estas medidas judiciales, la FIFA, máxima entidad del fútbol internacional, sufrió  el peor escándalo de su historia, cuando siete de sus más altos dirigentes fueron arrestados en Zurich, Suiza, donde mañana se llevará a cabo el Congreso para renovar autoridades.

Los detenidos, con pedido de extradición a Estados Unidos, son el uruguayo Eugenio Figueredo (vicepresidente de la FIFA); Jeffrey Webb, de las Islas Caimán; el brasileño José María Marín, el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el venezolano Rafael Esquivel y el británico Costas Takkas, según informó el Ministerio de Justicia suizo.

Además, están acusados de corrupción el ex titular de la Conmebol,  el paraguayo Nicolás Leoz,  y los tres empresarios argentinos (Burzaco y los hermanos Jinkis), quienes se desempeñan en el área de marketing deportivo de la FIFA. La lista de imputados la completan Jack Warner (CONCACAF), José Margulies (Valente Corp. y Somerton Ltd) y Aaron Davidson (Traffic Sports EE.UU. Inc, la otra empresa con derechos de transmisión de partidos).

La Justicia estadounidense no formuló cargos contra el actual presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, quien se presentará a la reelección para un quinto mandato el próximo viernes en el Congreso de la FIFA en Zurich, contra el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein (a quien apoyó públicamente Diego Maradona).

Allanamientos y pedidos de extradición

Según esta investigación, los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por valor de más de 150 millones de dólares, a lo largo de 24 años por la corrupción del fútbol, por "lucrativos derechos de comercialización en los medios y mercadotecnia en los torneos internacionales".  Según el comunicado del Departamento de Justicia estadounidense, algunos de los responsables de estos delitos pueden afrontar penas de cárcel de 20 años.

El estadounidense Chuck Blazer, ex secretario general de la Concacaf, fue el hombre clave, en su rol de arrepentido, que colaboró con el FBI en la investigación que desencadenó este escándalo en la FIFA. Es que en mayo de 2013 era integrante del comité ejecutivo, cuando fue suspendido por 90 días por recibir una coima de más de 20 millones de dólares.

Anoche, la jueza federal María Servini de Cubría analizaba acelerar la investigación por presunos hechos de corrupción con el programa Fútbol para Todos.

Julio Grondona se habría quedado con U$S 15 millones

La denuncia de 161 páginas que presentó ayer en los Estados Unidos la procuradora general, Loretta Lynch involucra, sin nombrarlo, acusó al ex titular de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, de quien dice que recibió 15 millones de dólares en concepto de "sobornos" por la organización de las Copas América hasta el año 2021.

El informe señala textualmente en el párrafo 249 que la empresa Datisa estuvo "de acuerdo" en pagar 100 millones de dólares "en sobornos a funcionarios de la Conmebol, quienes también eran funcionarios de FIFA a cambio del contrato de la Copa América 2013" y de las cuatro subsiguientes.

Los fiscales acreditaron que el pago fue de 20 millones a la firma del contrato, que se suman a 20 millones de dólares más por cada una de las cuatro ediciones subsiguientes del torneo, todos subdivididos en los pagos de la misma manera.

A la hora de repartir el pago, el informe señala que cada una de las porciones de 20 millones de dólares "debía ser dividido entre los receptores del soborno así: 3 millones de dólares a cada uno de los tres primeros funcionarios de la Conmebol (el presidente de la Confederación y los presidentes de las federaciones brasileñas y argentinas)" y el resto para escalones menores, entre ellos los restantes presidentes de federaciones y otros funcionarios de la Conmebol.

Grondona falleció el 30 de julio del año pasado y a su sepelio viajaron dos de los acusados con nombre y apellido en el informe, uno de ellos ahora preso en Zurich y el otro internado en una clínica: el uruguayo Eugenio Figueredo y el paraguayo Nicolás Leoz, respectivamente.

Los vínculos de Alejandro Burzaco con los K

Alejandro Burzaco, el poderoso empresario y CEO de la empresa Torneos y Competencias, quedó en el centro de la escena luego de que se conociera que la Justicia de Estados Unidos lo investiga junto a otras personas en un caso de presunta corrupción.

Más allá de su puesto clave en Torneos y Competencias, Burzaco es un hombre que participa de las decisiones más importantes del fútbol argentino.

De estrecha relación con el fallecido Julio Humberto Grondona, la empresa que él preside desde este año es la encargada que organizar y explotar comercialmente los partidos amistosos de la Selección argentina, la marca más fuerte que tiene AFA en el mundo con Lionel Messi como su emblema. Obviamente con la anuencia del gobierno kirchnerista.

Además, organiza junto con la firma Santa Mónica la Copa Argentina, el torneo más federal porque reúne a equipos de todas las provincias del país. También tiene un buen vínculo con la mayoría de los dirigentes del fútbol argentino, que en miles de ocasiones han ido a reunirse con él a las oficinas que la empresa tiene en Balcarce al 500.

Burzaco participó en varias reuniones donde los dirigentes de AFA les pedían a los representantes del Estado más dinero por la emisión de los partidos de fútbol.
Hincha de River, Burzaco ingresó a esa empresa en la década del 2000, pero su crecimiento se dio a partir de la salida de Carlos Ávila, su fundador, en 2006.  A partir de ese momento, se convirtió en la mano derecha de Luis Nofal (el reemplazante de Ávila) y cuando éste murió en 2010 quedó al frente de todo.

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