Estatales de Santa Cruz levantaron entrevista a CFK

Fue como parte de los reclamos que llevan adelante trabajadores de la televisión de Río Gallegos, ante la falta de pago del aguinaldo. El hecho se suma a la convulsión que vive la provincia desde que asumió Alicia Kirchner

Quizá sea el hecho simbólico de mayor peso desde que abandonó el poder. El primero que la mostró desnuda de toda investidura, y nada menos que en su patria chica, Río Gallegos.

Sucede que esta semana los trabajadores de Canal 9 de la capital santacruceña cortaron la señal cuando se emitía una entrevista a la expresidenta, Cristina Kirchner, quien monologó durante una hora y cuarenta minutos, sin aceptar repreguntas, ante un puñado de periodistas de las cadenas Al Jazeera (Qatar) y Telesur (Venezuela), del diario La Jornada (México), de las agencias de noticias Reuters (Reino Unido) y Sputnik (Rusia) y de la página web K, Nodal, que dirige Pedro Brieger. 

El segmento, grabado la semana pasada en el quincho de la casa de la exjefa de Estado en El Calafate, debía llegar, sin pausas, este lunes a los hogares patagónicos por medio de la señal estatal, pero fue interrumpido como parte de las medidas de fuerza del gremio televisivo ante la falta del pago del aguinaldo por parte de la gobernadora Alicia Kirchner. 

Intempestivamente, la imagen y la voz de CFK fue reemplazada por una placa negra con el logo del sindicato y la leyenda: “Los trabajadores afiliados al Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid) en Santa Cruz, ante la falta de pago del aguinaldo, se declaran en retención parcial de tareas de dos horas por turno”. 

Una inusitada burla a quien, en tiempos de poderío K, usó y abusó de la cadena nacional al punto que, solo en 2015, ese recurso copó las pantallas argentinas en casi cincuenta oportunidades. 

Hoy, a más de siete meses de haber abandonado la Casa Rosada, Cristina Kirchner apenas puede reunir la voluntad de unos pocos periodistas militantes y su látigo ya no disciplina sindicatos, ni jueces, ni aplaudidores. Todo se vuelve en su contra, aún en su provincia, otrora su refugio, ahora convulsionada por la crisis económica y los recortes presupuestarios que aplicó el gobierno que encabeza su cuñada. 

La protesta que le quitó pantalla a la exmandataria se mantendrá durante toda la semana si el aguinaldo no llega. El lunes se realizó entre las 12 y las 14, por lo que no salió el noticiero del mediodía, y se repitió en la tarde, de 16 a 18, afectando los flashes informativos. Ayer, la modalidad fue la misma: la placa del gremio ocupó la pantalla al inicio de cada hora durante 10 minutos. Así continuará hasta que se resuelva el conflicto.

Nisman, el temor de la expresidenta

Para la expresidenta, Alberto Nisman es una amenaza. Es el temor a ese “fusilado que vive” que inmortalizara Rodolfo Walsh. De ahí que ayer haya acusado al Gobierno de tener “un plan” para reabrir la denuncia en su contra que presentó el fallecido fiscal poco antes de morir, acusándola por supuesto encubrimiento a Irán en el atentado a la AMIA.

Otra vez por redes sociales y reiterando el lema del manual K, Cristina habló de “una feroz persecución judicial” para perjudicarla, luego de que trascendiera la presunta intención de un sector de la Justicia y de autoridades de la DAIA para retomar la denuncia que en mayo de 2015 archivó el juez federal Daniel Rafecas.

“Parece que tiene un plan. ¿Qué plan y para qué? ‘Para reabrir la denuncia de Nisman contra Cristina’”, enfatizó la expresidenta, hablando en tercera persona y apuntando contra la administración de Mauricio Macri. 

“¡Pero no, CFK! Es cierto que hay una feroz persecución judicial en tu contra”, siguió, como interpelándose a sí misma, “pero aquella denuncia no tenía ni pies ni cabeza... Cuando ocurrió el atentado contra la AMIA en 1994, vos eras... ¡diputada provincial en Santa Cruz!, y todos los que hoy te acusan eran: ¡funcionarios del gobierno nacional o funcionarios judiciales que estuvieron a cargo de la investigación del atentado!”, acusó.

Según la exmandataria “por planes como este, víctimas y familiares del atentado a la AMIA siguen esperando verdad y justicia”.

La denuncia de Nisman fue archivada por decisión de la Sala I de la Cámara Federal, que desestimó la presentación del fallecido fiscal por considerar que había “inexistencia de delito”.

Días antes de morir, Nisman había presentado la denuncia argumentando que se había pensado el memorándum de entendimiento con Irán para que una “Comisión de la verdad” descartara las evidencias judiciales reunidas en la causa AMIA contra Irán y que de esta forma se levantaran los pedidos de captura de Interpol que pesan contra cinco exfuncionarios de ese país, a cambio de restablecer las relaciones comerciales.