Falsas promesas: Randazzo y la “revolución” que nunca llegó

El ministro hizo de su gestión un culto a la demagogia. Designó en puestos claves a  funcionarios que no poseen ningún tipo de experiencia e intentó convertirse en “prócer”

Florencio Randazzo es uno de los ministros que más avanzó sobre los espacios de poder dentro del armado kirchnerista. En 2003, desde la Secretaría de Modernización bonaerense supo acercarle un importante cúmulo de intendentes al entonces Presidente Néstor Kirchner, quien se encontraba en franca disputa con Eduardo Duhalde. Dicho “favor” fue recompensado por Cristina con importantes cargos en la gestión nacional.

Así, desde el ministerio del Interior empezó a construir una relación de fuerzas  que le permitió, luego del siniestro de Once, hacerse cargo del manejo de los fondos de transporte. En ese marco, a mediados de enero de este año, el funcionario anunció “una verdadera revolución en el transporte” que se concretaría en tan sólo dos meses.

El objetivo que perseguían las promesas (que nunca se cumplieron) apuntaba a limpiar la imagen del gobierno ante la debacle ferroviaria.

"Puedo asegurar que, cuando todo eso esté funcionando, se va a notar una verdadera revolución en el transporte", había asegurado el ministro que hoy no encuentra argumentos posibles que expliquen el un nuevo siniestro que le costó la vida a tres personas y dejó más de 300 heridos.

Entre los proyectos anunciados por Randazzo se encontraban las concernientes a la estación de Castelar, donde ayer se produjo la coalición de los trenes. Asimismo las inversiones tasadas en $27 millones incluían obras en Morón, Ituzaingó, Mariano Acosta, Merlo y General Rodríguez, todo dentro de la línea  Sarmiento.

A las promesas incumplidas en el conurbano y en la región, se le sumaron otras sobre las que nunca se vio levantar un ladrillo o cambiar una vía. La reactivación del ramal que une Retiro con Junín, el tren de alta prestación de Retiro a Mendoza, el tren suburbano de Salta, el tren de pasajeros y los talleres ferroviarios de Tafi Viejo, en Tucumán, fueron gran parte de los anuncios que nunca llegaron al puerto deseado.

“¿Esta es la revolución ferroviaria?”

Los delegados gremiales de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, encabezados por Raúl “el pollo” Sobrero cuestionaron ayer  a Randazzo por las promesas incumplidas en estos últimos años.

“¿Esta es la revolución ferroviaria?", ironizaron en un comunicado los delegados ferroviarios de la línea Sarmiento.

Lejos de ser un prócer

Como si el gobierno no tuviera responsabilidades por la masacre de once, Randazzo admitió en enero que le “gustaría ser (recordado como) el hombre que resolvió los problemas históricos del transporte de Argentina".

Lo cierto es que el gobierno puso mayor énfasis en mantener una férrea alianza con los empresarios del transporte, principalmente con los hermanos Cirigliano (concesionarios del Sarmiento en el momento del siniestro de Once), que en agudizar los controles sobre el servicio, o incluso en avanzar sobre una estatización de los mismos.

Funcionarios sin currículum

Randazzo intentó impulsar la “revolución” en el transporte con funcionarios incompetentes y sin ningún tipo de trayectoria en lo que hace al sistema ferroviario.

El caso emblemático lo ocupa el actual Secretario de Transporte, el abogado Alejandro Ramos, quien asumió el cargo el 8 de marzo del año pasado. Sus anteriores funciones las cumplió en la localidad santafesina de Granadero Baigorria, donde fue coordinador de gabinete, concejal e intendente.

En ese mismo sentido, el subsecretario de Transporte Ferroviario, Raúl Jorge Baridó, dispone de tan sólo un año y tres meses en cargos relacionados a la temática. En su currículum, el ingeniero en telecomunicaciones da cuenta de  un año de trabajo como asesor en la Gerencia de Transporte y Comunicaciones de la Corporación de Empresas Nacionales (1977-1978) y tres meses como interventor de Trenes de Buenos Aires (febrero a mayo de 2012), la ex concesionaria de las líneas Mitre y Sarmiento. La mayoría de sus 35 años de experiencia trabajó en otras áreas del Estado. En la actualidad, Baridó es el encargado de "intervenir en la elaboración, ejecución y control de las políticas, planes y programas referidos al transporte ferroviario, de carga y de pasajeros".

Por su parte, Sebastián Pontarolo (Director de Planificación de Transporte Ferroviario) y Sebastián Daffonchio (Director de Operación y Control de Transporte Ferroviario) fueron designados por decreto en puestos por demás sensibles sin acreditar título universitario o terciario atinente a la función.

Por último, un oriundo de la ciudad,  Guillermo Justo Chaves es el actual presidente de Sociedad Operadora Ferroviaria SE sin poseer ningún antecedente en la materia. Quien se presentara como candidato a intendente en las últimas primarias del Frente para la Victoria local es abogado y posee un magíster en Ciencia Política y antecedentes como autor y compilador de libros y manuales sobre política y gestión y cargos ejecutivos en escuelas de gobierno y de formación de dirigentes. Su función consiste en "garantizar , mantener, y desarrollar el sistema de transporte ferroviario, tanto de cargas como de pasajeros" y "consolidar un servicio público eficiente acorde a las necesidades de los usuarios".