Hotesur: un conjuez de Casación fue empleado de Boudou



Que un magistrado confiese en público cuál es un posición sobre un tema que debe tratar es causal de inhibición o recusación, según el inciso 10 del artículo 55 del Código Procesal Penal.

Boico, uno de los diez conjueces que el Gobierno nombró en Casación Penal en 2013.

Según publicó Clarín, Boico también fue empleado jerárquico del Senado, nombrado por Amado Boudou. Ahora integra el máximo tribunal del país y cometió una acción de esas en las que jamás caen los jueces experimentados: expresó su opinión negativa sobre el accionar de Claudio Bonadio en la causa Hotesur, algo que justamente deberá definir como integrante de la Cámara de Casación Penal.

En varias de sus apariciones en los medios ultraoficialistas, Boicó afirmó que “Bonadio ingresó al Poder Judicial sin ningún mérito que acredite sus capacidades y a lo largo de su extensa carrera ha colectado una serie de irregularidades”, y agregó que el magistrado “es una expresión más de un Poder Judicial que no queremos en Argentina”.

La precandidata a presidenta de Progresistas, Margarita Stolbizer, primera denunciante del caso Hotesur, había presentado un recurso judicial para que se revea el apartamiento de Bonadio de la investigación sobre los hoteles K, una acción en la que trabajaron operadores judiciales del Gobierno. Esta última información, que muestra una total degradación institucional, sigue sin ser desmentida por el Gobierno a pesar de que fue difundida por Clarín y otros medios. Los camaristas que votaron para apartar a Bonadio en tiempo récord fueron el vecino de la zona residencial de Olivos Eduardo Freiler y el vecino de Barrio Parque y el country Mayling Jorge Ballestero.

Ahora el tema será tratado por la sala 1 de la Cámara Federal de Casación. La integran el conjuez de 678, Boico; Claudio Vázquez, abogado y ex empleado en una gomería Firestone y Norberto Fortini, flamante ex asesor del Ministro de Justicia.

Según su propio curriculum, fue contratado en 2010 por Amado Boudou en el llamado “Instituto Federal de Estudios Parlamentarios”, con categoría A1, la que tiene el sueldo más alto. Según las normas de ese organismo, Boico trabajaba bajo órdenes directas del vicepresidente. Los registros públicos muestran que Boico fue conjuez y al mismo tiempo empleado de Boudou. El abogado defendía en público al vice, pero sin decir que cobraba un salario gracias a él.