Indec: la actividad económica cayó un 2,2% en febrero

Según las cifras difundidas ayer por el organismo estadístico oficial, el desplome de la industria manufacturera y del comercio impulsó la baja. Las importaciones aumentaron un 16,4 por ciento

Arrastrada por el desplome de la industria manufacturera y el comercio, la actividad económica retrocedió un 2,2 por ciento en febrero en comparación con igual mes del año pasado, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Respecto a enero también se evidenció una contracción, del 1,9 por ciento, que fue la más alta desde la recomposición de las estadísticas.

De esta forma, en el primer bimestre de 2017 se verificó una disminución de la actividad del 0,4 por ciento, en relación a igual período de 2016.  Según las cifras del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), las mayores bajas se produjeron en la industria manufacturera (-7,1 por ciento), el comercio mayorista y minorista (-4,9 por ciento), y la explotación de minas y canteras (-6,7 por ciento).

La contracción de la industria y el comercio refleja la fuerte caída del consumo doméstico a partir de la pérdida de poder adquisitivo de la población.

También se mostraron en retroceso los rubros electricidad, gas y agua (-2,8 por ciento) y construcción (-0,2 por ciento).

La evaluación del Indec coincide con reportes de consultoras privadas que ya habían anticipado, en base a datos sectoriales, un retroceso del nivel de actividad durante el segundo mes del año.

El comercio exterior, también en rojo

El organismo de estadísticas oficial también informó ayer la evolución de la balanza comercial en el mes de marzo, donde registró un déficit de US$ 941 millones, un 243 por ciento superior al que se produjo el mismo mes del año pasado.

En efecto, las exportaciones subieron un 2,3 por ciento, a US$ 4.527 millones; mientras que las importaciones aumentaron un 16,4 por ciento, a US$ 5.468 millones.

Con este desplome, el comercio exterior acumula en el primer trimestre del año un rojo de US$ 1.088 millones, que triplica al de igual período del año anterior.

El nuevo titular de la CAME reclamó la reactivación de las pymes

El flamante presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Tarrío, advirtió ayer que las pymes atraviesan un “duro momento”, por lo cual reclamó al Gobierno que “ponga en marcha” a este sector.

Según el dirigente, el objetivo de su gestión “es que las pymes tengan la posibilidad de atravesar este duro momento que estamos viviendo y, además, se tomen medidas que pongan en marcha a un sector que representa más del 75 por ciento de la mano de obra del país”.

En declaraciones periodísticas, Tarrío recordó que, según estadísticas elaboradas por CAME, en marzo las ventas de las pymes mercantiles cayeron un 4,4 por ciento interanual. “Hoy se nos hacen inviables algunos sectores, como la actividad mercantil en las ciudades de frontera, o la industria ligada a las cadenas de proveedores”, agregó.

El Gobierno nacional sigue generando deuda

La administración de Mauricio Macri dispuso ayer la emisión de dos Letras del Tesoro por un total de US$ 800 millones, como parte del programa de financiamiento para este año.

El Ministerio de Finanzas autorizó por medio de la Resolución 62-E, publicada en el Boletín Oficial, la emisión de “Letras del Tesoro en dólares estadounidenses con vencimiento el 27 de abril de 2018”, por un monto nominal de hasta US$ 400 millones.

Otro título por el mismo monto fue autorizado por la Tesorería General de la Nación a través de la disposición 18, cuya emisión tiene como vencimiento el 27 de octubre próximo.

Este llamado corresponde a la primera licitación del cronograma difundido por la secretaría de Finanzas, de 17 colocaciones hasta fin de año, que a partir de ahora se llevarán a cabo los martes y la adjudicación, un día después.

Importadores piden discutircostos de la cadena productiva

El presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), Rubén García, reclamó ayer al Gobierno nacional una “mesa de diálogo” para “analizar los costos de la cadena productiva”, que provocan que un producto nacional sea “más barato en la región que en el país”.

Según el dirigente, “muchas empresas industriales argentinas son eficientes y competitivas, pero cuando sus productos llegan al mercado, dejan de ser competitivos”.

El directivo sostuvo que “cuando un producto (argentino) sale al mercado es más caro que en cualquier parte del mundo”, y recordó que “los fines de semana largos muchísimos argentinos cruzan a Chile, Uruguay, Paraguay” a hacer compras.