Indignación popular y pueblada en Junín

El caos se apoderó anoche de esa localidad bonaerense. El asesinato de una joven generó la indignación de los vecinos. El padre de la víctima criticó a CFK: "Usted no sabe lo que es que le maten un hijo Señora Presidenta"

Junín es una ciudad del norte bonaerense que tiene un poco más de 90 mil habitantes, seis veces menos que La Plata y casi lo mismo que Berisso. ¿Qué puede llevar a que ciudadanos, que hasta hace no mucho años, vivían en un pueblo tranquilo, ahora se atrevan sublevarse contra el poder establecido, y hasta tengan la audacia de atacar una comisaría para pedir justicia? Solamente la ruptura del lazo social, el descreimiento absoluto en las 

instituciones, producto de una ola inseguridad que no tiene fin y que está trastocando los principios básicos de lo que significa una comunidad organizada.

Ayer, en Junín, se produjo un verdadero caos, una anarquía generalizada, que se disparó como consecuencia del brutal asesinato de una joven, a punto de cumplir 18 años, que trabaja en un kiosco (ver página 20).

Las palabras de Walter Campos, el padre de la víctima, fueron más que elocuentes: "Usted no sabe lo que es que le maten un hijo Señora Presidenta”, afirmó. Y luego pidió “luchar” por justicia “en la calle”. 

"Esto no pasa sólo en Junín, sino en todas partes. Pido que se cambien las leyes o se hagan respetar. La gente tiene que salir día a día a la calle a reclamar justicia. Ya pasaron varias muertes y la justicia no llega. ¿Dónde están los derechos humanos de nosotros, los de mi hija, que está en un cajón?”, concluyó Campos, que anoche se puso al frente de la protesta. La respuesta, desde la Casa Rosada, nunca llegó. Tanto la ministra de Seguridad, Nilda Garré, como su viceministro, Sergio Berni, ni siquiera aparecieron por el lugar. Es más, Garré hizo caso omiso a los desesperados pedidos del intendente, Mario Meoni, que venía reclamando la presencia de Gendarmería ante la descontrolada ola delictiva que se vive en su municipio.  

Lo ocurrido se veía venir. Hace años, esta ciudad dejó de ser el típico pueblo tranquilo del interior, donde los vecinos se conocen entre sí. Junín, al igual que otras localidades bonaerenses, se han ido conurbanizando desde que el kirchnerismo está en el poder. No por casualidad, en el año 2008, en lo que un hecho inédito para la ciudad, los comercios bajaron las persianas o cerraron sus puertas a modo de queja, mientras más de 300 vecinos coparon las calles para marchar hacia la Municipalidad. El motivo fue pedir soluciones por la ola de inseguridad. Pasaron 5 años y no cambió nada. 

La situación de ayer fue de tal gravedad que el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, tuvo que partir raudamente hacia Junín para poner la cara en representación del gobierno provincial. De poco sirvió, por la noche volvieron a registrarse serios incidentes cuando un grupo de vecinos indignados atacaron la Comisaría Segunda de esa localidad, molestos por lo que consideraban una ineficiente laboral policial en el caso de la joven asesinada. También atacaron la sede del Municipalidad, cuyo intendente es un radical filo macrista (Meoni) y la sucursal del Banco Provincia.

El caos fue tal que un grupo de manifestantes arrojaron bombas incendiarias al interior de la sede policial. Los explosivos ingresaron por la puerta principal y las ventanas de la seccional segunda, situada en el barrio General Belgrano. 

En respuesta, decenas de policías salieron de la comisaría disparando a los manifestantes, con balas de go-ma. Hubo enfrentamientos, y luego los incidentes se trasladaron a la plaza principal de esa ciudad, donde prendieron fuego un patrullero. 

Hubo varias personas heridas durante los enfrentamientso, entre ellas la movilera del canal de Noticia "TN", que recibió un piedrazo en la cabeza y tuvo que ser hospitalizada.

Malestar con la Policía

Uno de los factores que ayer disparó el caos fue el malestar de los ciudadanos respecto al accionar de algunos agentes de la Policía en Junín. Y no solo por asesinato de Karen Campos, sino también por otros crímenes ocurridos en las últimas semanas, y que tienen en vilo a esa comunidad.

Esto no escapa a lo que se vive el país. Lejos de la profesionalización que requeriría una fuerza cuyo objetivo es proteger a la ciudadanía y cuidar la propiedad privada de los ciudadanos, sus agentes perciben haberes que los ponen al borde la pobreza. Por eso, tienen que hacer numerosas horas extras, sin el descanso correspondiente, y lleva a que -en muchos casos-terminen mostrando un pobre rendimiento a la hora de combatir el delito.

Asimismo, la situación de postergación, también ha provocado que sigan existiendo bolsones de corrupción dentro de la fuerza, en algunos casos muy similares a lo que ocurría en los '90, cuando se hizo famoso el mote de "Maldita Policía". La realidad es que está situación es producto de las políticas que bajan de la Casa Rosada, que jamás ha tenido un proyecto tendiente a profesionalizar la fuerzas de seguridad. De hecho, los agentes que dependen de la administración K, como son los integrantes de Prefectura y Gendarmería, desempeñan sus funciones en condiciones paupérrimas.

Once asesinatos en un año

Una clara muestra de la ola de inseguridad que azota a Junín es que, en lo que van de 2013, son tres las personas asesinadas en hechos delictivos y suman 11 en los últimos 12 meses. Esto da cuenta que en Junín se vive un clima de violencia impensado hace algunos años atrás. 

Los hechos son producto de homicidios en ocasiones de robo y situaciones de enfrentamientos entre bandas locales. 

El primer día de 2013, Juan Ezequiel Alturria estaba festejando con su familia la llegada del nuevo año, cuando un sujeto identificado como Iván Bolado, de 30 años de edad y un extenso prontuario, ingresó a su casa y comenzó a disparar provocando la muerte del joven, quien recibió un balazo en el ojo derecho. 

El agresor aún se encuentra prófugo, y la hipótesis más fuerte que siguen los investigadores es un ajuste de cuentas por problemas de tráfico de drogas. 

Ocho días después, el 9 de enero, Diego Andrés Villegas, 26 años de edad y vecino del barrio Fonavi, tuvo una discusión con un joven de 17 años que luego del intercambio de palabras sacó un revolver y le disparó en el tórax hiriéndolo de muerte. 

Las personas asesinadas el año pasado fueron Luis Alberto Talarita (48 años, 19/03/12); Lucas Adrián Cepeda (24 años, 19/04/12); Octavio Ponce (19 años, 5/05/12); Ofelia Ravazzano (74 años, 11/05/12); Adrián Mechedze (40 años; 28/05/12); Darío Raúl Anaya (27 años, 12/08/12); Sandra Colo (43 años, 16/08/12) y Rodrigo Utrera (25 años, 20/10/12).