Internaron al fiscal Cartasegna

Lo decidió la familia. El funcionario judicial, luego de las denuncias por ataques y amenazas, se sintió abandonado y entró en un cuadro depresivo. Quedó al cuidado de especialistas en una clínica psiquiátrica

El fiscal Fernando Cartasegna fue internado ayer en una clínica psiquiátrica de La Plata por decisión de su familia, debido al cuadro depresivo y de estrés que venía padeciendo en las últimas jornadas.

El funcionario judicial fue derivado cerca del mediodía a un sanatorio en medio de una crisis emocional y por su negativa a ingerir alimentos, lo que preocupaba desde hacía días a los integrantes de su círculo íntimo.

“Los últimos días lo notamos muy desmejorado. No quería comer ni levantarse de la cama. Con las noticias que recibía luego de las agresiones que padeció, Fernando sostenía que lo estaban liquidando y cayó en un pozo depresivo”, explicó a este medio un allegado a la familia del fiscal.

“Intentaba salir solo del cuadro depresivo, pero la situación emocional él mismo la calificaba de terrible. Hablaba y lloraba. Había perdido mucho peso por su falta de apetito”, agregó un allegado del funcionario judicial.

La misma fuente aclaró que el fiscal está muy mal por la traición y abandono de sus compañeros de trabajo, jefes y hasta de periodistas con los que mantenía una fluida relación.

Cartasegna había sido sometido a diversos estudios psicológicos y psiquiátricos, de los que aún no se conocieron las conclusiones, en el marco de la licencia que le otorgó la Procuración tras el episodio del 3 de mayo pasado, cuando el fiscal denunció haber sido atacado por un desconocido en su despacho de la UFI nº 4, donde terminó golpeado, atado de pies y manos y amordazado.

En ese contexto, a Cartasegna le asignaron custodia personalizada por parte de efectivos de la Policía Federal. Con el paso de las semanas, sin dudas, el fiscal sintió que desde la Justicia dudaban de él y eso impactó en sus emociones.

“Estoy seguro de que me quieren jubilar”, le dijo a varios de sus allegados en los últimos días. A pesar de tener la contención de sus hijos, su exesposa y sus hermanos, Cartasegna pasó de ser un fiscal multi­función e hiperactivo, a convertirse en un hombre devastado.

El funcionario, además de encabezar una fiscalía de turno, tenía bajo su órbita las temáticas de Trata, Pedofilia y Barrabravas.

Tres ataques en tres semanas

Como se recordará, el fiscal Cartasegna denunció varias agresiones intimidatorias.

El primero de los ataques se produjo a finales de abril, el sábado 29 durante la madrugada, cuando dos hombres y una mujer vestidos como policías lo golpearon en la calle cuando bajaba de su auto para ir a la fiscalía de calle 7 entre 56 y 57.

Cuatro días después, el fiscal fue encontrado dentro de su oficina pasadas las 17, atado de pies y manos, con un cable en el cuello y a su lado escrita la palabra “Nisman” con azúcar, en clara referencia al fiscal federal hallado muerto con un balazo en la cabeza en su casa de Puerto Madero, en la Capital Federal.

El último de los ataques se concretó el 19 de mayo, cuando uno de sus custodios se tiroteó con dos personas que llevaban puestos chalecos antibalas frente a la puerta de la casa del funcionario judicial, en la localidad de Gonnet.

La UFI nº 1, de la fiscal Ana Medina, investiga esas agresiones, pero por el momento no hay detenidos ni sospechosos.

Cartasegna declaró en reiteradas oportunidades con el fin de aportar datos para identificar a los agresores, pero todavía no hubo avances concretos.

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