La Auditoría General de la Nación no aprobó el duro informe del Fútbol para Todos

El crítico trabajo elaborado en la Auditoría General de la Nación (AGN) que da cuenta de supuestas irregularidades en torno a 179 millones de pesos en cuatro años del programa gubernamental Fútbol para Todos quedó abruptamente sin aprobación al negarse a firmarlo los cuatro auditores afines a la Casa Rosada, que integran la mayoría del cuerpo.

Este trabajo era un sostén en la investigación de la denuncia formulada por la legisladora porteña Graciela Ocaña sobre el supuesto desvío de los fondos públicos que investiga la jueza federal María Servini de Cubría y que tiene como imputados a los sucesivos jefes de Gabinete Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich.

Al no ser aprobado por la mayoría de los miembros de la AGN no cuenta con el status de informe y solo queda como un antecedente.

Dependerá de Servini el valor que le otorgue al trabajo, al que ya había tenido acceso.

Es que Servini estuvo pidiendo desde hace tiempo este trabajo y en marzo último lo solicitó "en forma imperativa", confiaron desde la AGN, que se lo envió el 5 de marzo pasado con la aceptación de los auditores aunque sin sus firmas.

Los siete integrantes sabían que el trabajo estaba en el orden del día de la reunión de ayer y por ende para aprobarlo, pero los cuatro miembros alineados con el gobierno nacional optaron por no rubricarlo y darlo como no tratado.

Oscar Lamberto, Vilma Castillo, Vicente Brusca y Francisco Fernández consideraron no tratarlo.

Fuentes de la ADG señalaron que los auditores argumentan al haber tomado estado público puede alterar las investigaciones. Así el documento se quedó sin sostén de la AGN ante la minoría que integran los radicales Alejandro Despuy (presidente del cuerpo), Horacio Pernasetti y Alejandro Nieva.

El informe da cuenta sobre gastos supuestamente sin respaldo cercano a los 180 millones de pesos entre 2009, cuando el Estado Nacional adquirió los derechos de televisación de los partidos de fútbol y luego extendió al automovilismo, y 2012.