La casa propia: un sueño que se desvanece

En La Plata, hacen falta 85 sueldos promedio para poder comprar un departamento. Afirman que, por la crisis y el cepo al dólar, las operaciones inmobiliarias se redujeron en más del 50%

Por más parches que quiera hacer el kirchnerismo, cambiando algunas figuritas en el gabinete, la realidad económica del país demuestra que las políticas K siguen generando estragos en casi todos las áreas de la economía.  Uno de los sectores más afectados es el inmobiliario y, como no podía ser de otra manera, las consecuencias las terminan pagando los inquilinos y aquellas familias que están cada vez más lejos de poder cumplir el sueño de la casa propia.

Los números hablan por si solos. Actualmente, un departamento con dos habitaciones y cochera, a estrenar, en una típica zona de clase media de La Plata, como puede ser calle 13 entre 69 y 70, cuesta $850 mil. Es decir, teniendo en cuenta un ingreso promedio de $10 mil mensuales, harían falta unos 85 sueldos (esto significa el ingreso total de siete años de trabajo)  para poder acceder a este inmueble, aproximadamente 20 sueldos más respecto a lo que se necesitaba hace dos años. En otras palabras, con el sueldo promedio, ni siquiera alcanza para solventar lo que cuesta un metro cuadrado.

Esta situación se agrava ante la escasez de créditos hipotecarios, y los requisitos que se exigen para poder acceder a las pocas líneas de préstamos disponibles en el mercado. Por ejemplo, para poder financiar el costo del inmuebles antes mencionado, el interesado deberá demostrar tener ingresos en cualquier entidad bancaria por aproximadamente $30 mil pesos (el triple del salario promedio), pagando cuotas mensuales de $9000. Realmente imposible. Semejante desbarajuste, no puede generar nada positivo. De hecho, las operaciones inmobiliarias se vienen derrumbando, tal como lo informó ayer el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires. La entidad colegiada dio cuenta que entre enero y octubre de este año, en territorio bonaerense, se concertaron 78.943 operaciones inmobiliarias, un 13,4% (11.196 operaciones) que lo acumulado durante el mismo período de 2012, en el que se habían registrado 90.139 actos escriturarios. Si se compara el acumulado 2013 con el de 2011 (103.250 actos escriturarios), la caída de las operaciones alcanza el 23,5%.

“Más allá de que el proceso de retracción, que lleva 20 meses, está repercutiendo negativamente en cada uno de los eslabones que interactúan en el sector, venimos observando con preocupación que el mercado inmobiliario ha perdido sus valores comerciales de referencia, por lo que se encuentra operando a ciegas, sin reglas claras que propicien el normal desarrollo de la actividad”, afirmó Jorge Mateo, presidente del Colegio de Escribanos bonaerense. 

“La operación a ciegas” significa, por ejemplo, que aquellos propietarios que compraron  con dólares oportunamente sus viviendas o inmuebles, de forma lógica y comprensible, no estén dispuestos a vender sus propiedades en pesos y mucho menos acepten una cotización en función del tipo del cambio oficial. En tanto, los posibles compradores no puede conseguir dólares y aquellos que sí lo hacen buscan que se les reconozca el valor del blue.

Mateo agregó: “ Si no fuera por las operaciones de años anteriores, de edificios que estaban en pozo y que fueron escriturados una vez finalizada su construcción, la caída de la compraventa inmobiliaria sería mucho más notoria. Si releváramos únicamente las escrituras de operaciones inmediatas, estaríamos hablando de una caída mayor al  50%, con relación a operaciones de años anteriores. Este es el clima que se vive en las escribanías bonaerenses”.

En diálogo con Hoy, Mateo remarcó que las iniciativas que adoptó el gobierno nacional, como los bonos CEDIN para el blanqueo de capitales, derivando esos recursos a la construcción, “evidentemente no han dado resultado”.

“La realidad es que una cultura de más 40 años, que implica que la compra y venta de inmuebles se realice con moneda extranjera, no se puede cambiar por decreto. La única solución para empezar a salir de esta crisis es que se elimine el cepo cambiario”, concluyó Mateo. 

La crisis inmobiliaria significa importantes pérdidas económicas ya que, por ejemplo, en el período enero-octubre, las transacciones inmobiliarias movilizaron $2.500 millones menos, respecto a lo registrado –en igual período- en 2011. El panorama, como se ve, es bien oscuro.

Panorama oscuro para 2014

‘Soy optimista por naturaleza, pero no veo objetivamente ningún dato que me permita decir que la situación vaya a cambiar” el año próximo en el sector inmobiliario, dijo ayer María Cecilia Herrero de Pratesi, la primera mujer en presidir el Colegio de Magistrados de Capital Federal, en 147 años de historia de la entidad colegiada.