Será el 22 de agosto a Plaza de Mayo

La CGT ratificó que se movilizará el próximo martes

Pese a las dudas que se habían instalado respecto a la concreción de la medida, finalmente la central obrera confirmó su realización. El objetivo es poner nuevamente en agenda los reclamos de los trabajadores frente al Gobierno y los empresarios

El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo mantuvo ayer una reunión en la sede de la calle Azopardo al 802, donde deliberaron acerca de la marcha que estaba anunciada para el próximo martes 22 de agosto.

Tras haberse conocido los resultados de las elecciones del pasado domingo, que fueron leídos en términos positivos por el Gobierno nacional, circularon versiones de que algunos sectores de la organización gremial habrían planteado no llevar adelante la movilización, pero ayer por la tarde los gremios decidieron ratificar actividad prevista desde el pasado 28 de julio.

El encuentro, en el que se resolvió finalmente avanzar con la decisión, no estuvo carente de discusiones y planteos de distinto tenor. Dos fueron las posturas que se dispusieron frente a la posibilidad de concreción del evento. 

Por un lado, la postura más dura, que pretendía mantener a flote la medida acordada en julio y activar un paro nacional en septiembre, representada en los gremios adherentes de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Por otra parte se encontraban “los Gordos” e “independientes”, sectores más moderados que consideraban que todavía debía conservarse el diálogo y la negociación con la Casa Rosada.

Finalmente primó la posición del grupo más rígido, con el acompañamiento además de los “independientes”, aunque aún resta definir cuáles serán las condiciones de esa movilización y se evalúan las circunstancias del acto central, ya que los representantes sindicales intentarían evitar verse presionados a declarar un paro nacional por parte de los concurrentes, tal como ocurrió el pasado 7 de marzo.

“Los problemas siguen estando presentes”

Ayer, pasadas las 17, los integrantes del triunvirato que conduce la CGT salieron a escena y confirmaron la realización de la marcha para el próximo martes a las 15, la cual contará con “oradores” de la central obrera. Según explicó Juan Carlos Schmid “los problemas nuestros siguen estando presentes y después de octubre van a seguir estándolo”.

El triunviro consideró que la movilización es una forma de “poner en agenda” nuevamente las problemas que enfrentan los trabajadores, tanto ante el Gobierno como ante los empresarios y la representación parlamentaria.

Además cuestionó que “en democracia haya varios sindicatos intervenidos. Es una barbaridad”, consideró.

Ante la consulta sobre la posición del Gobierno respecto del supuesto apoyo que significó el resultado de los comicios del pasado domingo, Carlos Acuña indicó que, independientemente de la interpretación que haga el oficialismo de lo expresado en las urnas, “si no hay respuestas para los trabajadores, los deso­cupados, las pymes, la industria nacional, todo cae en saco roto”.

Ante las versiones de una posible suspensión, el propio Schmid había salido el martes a afirmar que la marcha se hacía “sí o sí". “No es un capricho, es lo que se acordó en el plenario, no hay razón para que se modifique”, aseguró.

En la misma línea se había expresado Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria y líder de la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, quien consideró que interrumpir la decisión sería “insólito”, además de “un mamarracho” y que violaría “el mandato unánime del plenario de secretarios generales, que convocó la propia central obrera para votar la movilización”.

Pese a algunas discrepancias, el fantasma de que el Gobierno avance hacia una reforma laboral después de octubre, el intento de actualización de convenios colectivos y una posible avanzada judicial contra los gremios primó entre los representantes del Consejo Directivo. 

Fallaron las previsiones de Triaca

Previo a la reunión formalizada ayer por parte de la CGT, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, había afirmado que la manifestación “se cae por sí misma” debido a que los reclamos del sector sindical “no corresponden a lo que refleja la realidad, de una Argentina que en los últimos meses viene generando empleo formal”.

La movilización gremial “es una postura que tiene un diagnóstico equivocado”, afirmó Triaca. “En la Argentina, en los últimos meses, se generó empleo formal y eso señala que parte de los reclamos que plantea la central obrera no son los que están dando los datos de la realidad”, consideró el titular de la cartera laboral.

Además, Triaca afirmó que “si no hay consenso legislativo” el Gobierno nacional no impulsará una reforma laboral, y que la reciente norma aprobada en Brasil “no es un espejo en el cual se refleja la Argentina”.