La crisis del trigo pone en jaque la mesa de los argentinos

Las fuertes restricciones impuestas por el gobierno nacional, genera que el trigo que se produce en la provincia de Buenos Aires se almacene sin posibilidad de ser exportado. Creciente preocupación por posibles aumentos en el pan

Enorme paradoja la que se encuentra pasando la Argentina, ya que un país que supo ser el granero del mundo generando alimentos para diez veces su población, atraviesa graves inconvenientes en su producción de trigo, más que nada por el cepo cambiario y las fuertes restricciones que viene imponiendo el gobierno nacional.

A pesar de las diatribas oficiales que hablan de un campo en crecimiento, la realidad muestra que el sector sufre las limitaciones aplicadas por el oficialismo a la producción. Esto lo sufre el sudeste y sudoeste bonaerense en su cosecha de trigo, que ve como sólo algunos exportadores están efectuando ofertas por trigo de calidad panadera, lo que ha llevado a que mucha de la producción se retenga y se guarde esperando futuros ofrecimientos.
 
Esta situación ha llevado a que distintas organizaciones defensoras del consumidor hayan puesto en la mira la posibilidad de que el precio del pan, un alimento esencial para las mesas argentinas, pueda sufrir en las próximas semanas un aumento en su precio.

Hace 7 años atrás, el precio del kilo de pan salía $2,50, mientras que ahora no baja de los 23 o 24 pesos. Hoy sale más barato comprar una botella de vino, de cerveza o de whisky de segunda marca, que un kilo de pan. Esto muestra la inoperancia de un gobierno que ha cambiado la dieta de los argentinos en base a una política ineficaz donde gana terreno la inflación y la improvisación.

En diálogo con Hoy, el titular de  la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Egidio Mailland, señaló que “no se les puede pedir más a los productores de la zona sudeste y sudoeste bonaerense, que tiene trigo nada más y que ha cosechado 22 o 23 quintales y vendió todo eso por 800 pesos, sin lograr casi nada a cambio”.
 
Para el productor originario de la ciudad de Necochea, “el trigo hoy está parado porque no se puede exportar, con la cebada tampoco porque hemos cosechado muy poca y apenas alcanzó para la caja, hay expectativas con el maíz y la soja pero todavía no se está sembrando estos cereales. Hay desfinanciamiento hoy día en el sector rural, que en el segundo semestre de este año se va a ver muy agravado ese desfinanciamiento”.
 
Un panorama que se puede certificar simplemente viendo cuál es el destino de la cosecha de trigo que existe en la provincia, donde los productores están ilíquidos y tienen los silos llenos de trigo, porque no pudiéndolo vender a los molinos ni a los exportadores, porque el gobierno a través de las regulaciones que ha establecido ha casi triturado la producción.
 
“Esto es muy serio, ya que en vez de avanzar con medidas para seguir adelante con el productivismo y con los chacareros a fondo, estamos generando un decaimiento muy fuerte. ¿Qué puede esperar el productor para este 2015?. Sólo vemos que el dólar sigue clavado, que siguen las restricciones del gobierno, con lo cual vamos a tener un problemón financiero”, resaltó Mailland.

La incapacidad oficial lleva a un escenario por demás complicado en el caso del trigo, que ve como estas acciones del gobierno pueden llevar a un incremento en el precio del pan y de todos los productos elaborados con trigo. Si a esto se le suma que el sector rural provincial recién sale de las inundaciones que le han costado el 25% de sus cosechas, y a que no se abren los permisos de exportación, la situación se complica cada día más.

Guardar para tiempos mejores

El campo no se encuentra pasando por su mejor momento, ya que más allá de que las cosechas se han mantenido y en algunos casos  se ha incrementado, las crecientes regulaciones que ha establecido el gobierno kirchnerista, les impide poder vender su producción.

El trigo para los productores de la zona sudeste y sudoeste de la provincia, es la principal fuente de ingresos, por lo que la situación preocupa a los encargados de llevar adelante la política agropecuaria, ante posibles aumentos que se puedan dar en varios productos que dependen del trigo, como el pan, los fideos o las galletitas.

Desde el oficialismo se asiste a una campaña de hostigamiento hacia el campo acusándolo de “conspirar” contra la economía por guardar parte de su producción en silos.

Incluso, dentro de esta polémica intervino el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia, Alejandro “Topo” Rodríguez, quien aseguró que ve "azorado" cuando dicen que "el silobolsa es para especular contra la economía argentina", y aseguró que él no se va "a montar en ninguna comparsa de la política que quiera implementar ninguna estrategia de ataque contra el campo".

Rumores que no se concretan

La semana pasada un rumor recorrió el centro de todas las entidades rurales, y era que el gobierno nacional permitiría exportar trigo por una cantidad muy superior a lo que venía otorgando años atrás, algo que alimentó las esperanzas de poder hacer crecer su producción.

Las horas y días fueron pasando sin que nada se reglamentara. Desde el sector rural estipulan que como mínimo se deberían liberar desde el Ejecutivo la exportación de dos millones de toneladas para que la situación mejore, cosa que no creen que haga el gobierno.

Productores del sudoeste provincial reclaman que la demanda que hay en el puerto de Quequén para con su producción es mínima, y que para vender su producción deben ir hacia Buenos Aires, cosa que no hacen por los precios del transporte, ya que si hacen esto van a pérdida.