La crisis sigue golpeando con fuerza el bolsillo

La capacidad de compra de las familias experimentó en noviembre una contracción cercana al 10%. El alto índice inflacionario que afecta a los precios domésticos llegó a un 43% en los últimos 12 meses. Nueva embestida contra el poder de consumo popular

Los pronósticos económicos “resplandecientes” lanzados desde el Go­bierno de Cambiemos no tienen un correlato con la vida diaria, situación que queda en evidencia al analizar el descenso brutal que ha sufrido el poder de consumo de los argentinos.

Según un estudio realizado por la consultora privada FyEConsult, la capacidad de compra de las familias experimentó en noviembre una retracción del 9,4% en comparación con el mismo mes de 2015, registrando la undécima caída consecutiva como consecuencia de la suba de precios acumulada, que a lo largo de los últimos 12 meses trepó a la cifra de 43,1%.

Fue justamente este crecimiento en el costo de vida lo que llevó a que los salarios de los trabajadores sufrieran durante el último año un enorme debilitamiento en cuanto a su poder adquisitivo, perdiendo entre un 30 y 35% respecto de los precios “con gran dispersión y creciente sectorial”, producto del reacomodamiento al alza de los valores relativos internos por la devaluación y los tarifazos.

Esta situación continúa profundizándose y desde distintas organizaciones de defensa del consumidor sostienen que los precios de los productos de la canasta básica, en las últimas semanas (a raíz de las fiestas y del cobro del medio aguinaldo por parte de la masa trabajadora) han llegado con grandes aumentos, perjudicando aún más la delicada realidad financiera de las familias. 

Los rubros que más sufrieron la contracción en el seno de los hogares fueron higiene, cosmética y tocador, artículos de limpieza, carnes, alimentos perecederos, bebidas con alcohol, aguas y gaseosas, impactando principalmente en los sectores más vulnerables de la sociedad, que ven así disminuir su calidad de vida. 

Descenso total

El estudio de la consultora privada brinda además otros datos negativos de la situación económica nacional, como que entre agosto del año pasado y el mismo mes de 2016 se perdieron 107.108 puestos de trabajo formal, lo que equivale a una baja del 1,5% en el nivel de empleo.

Además, se especifica que, producto de los efectos que tiene en las familias argentinas el tarifazo de gas (que se empezó a sentir en noviembre y en este mes de diciembre), sumado a la eventual suba en la tarifa de luz en febrero y al segundo ajuste que sufrirá el gas en el mes de abril de 2017, las perspectivas para mejorar esta realidad no son las mejores, abriéndose un inmenso signo de interrogación en torno a una eventual recuperación del poder de compra nacional.

En este marco, la inflación sigue preocupando seriamente a los argentinos, ya que repercute en todos los aspectos de la vida diaria de las personas de diferentes formas, desde aumentos desmesurados en los alimentos de la canasta básica hasta cuestiones rutinarias como el pago de impuestos.

Con un índice inflacionario que no da respiro y con un Salario Mínimo Vital y Móvi (SMVM)l que llega a $8.060, donde hay que tener en cuenta que el alquiler de un departamento de dos ambientes no sale menos de $6.500, es decir, equivale al 80% del SMVM, el poder de compra de los argentinos, en vez de crecer, va a seguir su espiral descendente, llegando a un escalón complicado para la realidad nacional.

La venta de autos usados, en baja

En los primeros once meses del año, la venta de autos usados sufrió en todo el territorio nacional una caída del 16,2%, lo que muestra a las claras la crisis que vive el sector automotriz en la Argentina.

Según un estudio realizado por el Instituto Ieral de la Fundación Mediterránea, el descenso más pronunciado se registró en Cuyo 

(-18,2%), con Mendoza marcando un guarismo negativo de 21%. Le siguió la Patagonia (-12,1%), donde las provincias con peor performance fueron Tierra del Fuego (-16,1%) y Santa Cruz (-15,1%).

Por su parte, el total de unidades transferidas a nivel nacional en los últimos 11 meses es de 1.372.028 automóviles, un 16,2% menos que en el período enero–noviembre de 2015. Buenos Aires redujo sus transferencias en un 17,1%, seguida por CABA y La Pampa, con bajas del 15,6% y 2,3% respectivamente.

La soja perderá un millón de hectáreas

El área de siembra de soja perderá en la campaña 2016-2017 una superficie cercana al millón de hectáreas a raíz de la decisión de los productores de optar por el maíz, atentos a un motivo económico y a la necesidad de rotar los suelos, mientras que actualmente las labores de siembra se ven demoradas por el clima.

Para toda la cadena de valor de la soja, el poroto -más allá de lo que suceda con la producción internacional- mantiene un precio importante y un mercado consolidado en el tiempo, que crece a un valor del 6% anual.

En el orden local, si bien el sector privado debió asumir la decisión del Gobierno de Mauricio Macri de mantener la alícuota de las retenciones en un 30% hasta disponer su baja gradual, aguardan expectantes cómo la administración nacional promoverá los beneficios a los sojeros dentro del Plan Belgrano. 

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