Mariano Pinedo, candidato a diputado provincial por Unidad Ciudadana

“La gente quiere que conformemos una fuerza para frenar la exclusión”

Eso dijo en una entrevista exclusiva con diario Hoy Mariano Pinedo, candidato a diputado provincial por Unidad Ciudadana y hermano de Federico, el presidente del Senado de la Nación y hombre de suma confianza del primer mandatario. Además, se expresó sobre cómo se vive la grieta en la familia y realizó duras críticas a las políticas de Cambiemos

Mariano Pinedo es concejal en San Antonio de Areco y se postula en las próximas elecciones para ser diputado provincial por el frente Unidad Ciudadana, pero además es hermano del senador nacional y presidente de la Cámara alta, Federico Pinedo, quien pertenece al espacio Cambiemos.

Hijos de un matrimonio del partido conservador, Mariano y Federico tomaron caminos no solo distintos, sino también antagónicos. En una entrevista con diario Hoy, el postulante de la lista que encabeza la expresidenta Cristina Kirchner contó detalles de una vida familiar bastante particular.

“Somos siete hermanos. Yo soy el sexto y Federico, el segundo. Somos cuatro varones. Y de todos, cuatro nos dedicamos a la política. 

Enrique trabaja con Gabriela Michetti. Y Magdalena, la séptima, es concejal de General Madariaga por Cambiemos”, explicó Mariano.

Nacidos y criados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la familia Pinedo tiene apego por General Madariaga, donde tienen campos.

“Entre mis hermanos tiene más adeptos Federico. Es 99 contra 1 casi la proporción. Somos una familia de varias generaciones de políticos. Desde los inicios de la historia argentina siempre hubo alguno de nosotros dando vueltas. Mi viejo también era un militante importante de la Provincia de Buenos Aires. En casa siempre se discutió el tema político”.

—¿Se ven frecuentemente con Federico en reuniones familiares?

—Sí. Todos los fines de semana hay un encuentro obligado en la casa de mi madre. Y como hay muchos sobrinos, siempre hay cumpleaños y nos vemos. Tenemos una excelente relación.

—¿Hablan de política?

—Es un tema obligado que siempre aparece. Desde antes de que yo empezara a militar en política, siempre hubo grandes discusiones. Como creo yo, debería pasar en todas las casas. Aunque debo destacar que mi abuelo nos dejó ese interés. 

Y ahora siempre hablamos de política. Las levantadas de voz son comunes, porque somos medios calentones, pero nada del otro mundo. Y obviamente nos queremos mucho y siempre aparece un paño frío.

—¿Hay algún interés que comparten?

—Los dos somos de Independiente. Creo que ahí no admitiríamos diferencias (risas). Aunque los dos tenemos tres hijos y a los dos nos salió uno de Boca. Una macana.

—¿Cuáles son las críticas más importantes que le haces al gobierno de Mauricio Macri?

—La crítica más importante es la referida a la concepción ideológica y política. La cuestión es de fondo. El gobierno de Macri tiene la visión de que la Argentina se desarrolla económicamente a través del impulso que se le da a las grandes empresas. No tiene una gran planificación. Libera el desarrollo económico a las fuerzas del mercado. Y cuando toma acciones o decisiones, en la gran mayoría de los casos son a favor de los sectores empresarios.

El Gobierno nacional quiere ajustar el gasto y encima no lo logra. Cree que el endeudamiento es la posibilidad que tiene de cubrir gastos y en función de eso espera que el mercado haga su trabajo, pero eso genera muchos dramas en materia laboral y social. Hoy la situación de acceso a alimentos, medicamentos y servicios, por los aumentos y la pérdida en el poder adquisitivo del salario, nos ha dejado en una emergencia social grave.

—¿El resultado de las elecciones de octubre puede cambiar la historia inmediata de los argentinos?

—Yo creo que Macri va a seguir los cuatro años con el mismo modelo. El Congreso no va a cambiar demasiado. Sí creemos desde Unidad Ciudadana que podemos dar una señal fuerte electoral para que no se profundice y se frene el ajuste que él propone. 

Una derrota creo que lo haría recapacitar. Tiene que dejar atrás la brutalidad del ajuste.

Desde nuestro espacio estamos convencidos de que la política de Macri no va a poder lograr solucionar los problemas de los argentinos y por eso nos estamos preparando para ser gobierno de nuevo en 2019. Y es Cristina Kirchner la que representa más cabalmente el modelo de inclusión en nuestro país. Ella tiene conocimiento, capacidad y valentía para llevar adelante una política para beneficiar a los que más lo necesitan, enfrentando grandes intereses.

—¿Va dejar una herencia pesada Macri?

—Sí. Va a ser difícil, porque estas políticas neoliberales desorganizan mucho la vida de la gente, de las familias, de la sociedad. Habrá que reacomodar muchos valores. Pero no vamos a hablar en 2019 de lo que nos dejan, sino sobre cómo resolver. La eterna disputa de culpas no sirve.

—¿La lista de precandidatos de Unidad Ciudadana muestra renovación?

—Estoy convencido de que Cristina hizo un gran esfuerzo. Entendió la gravedad de la situación y decidió competir. Comprendió que ella es una referencia bien clara de liderazgo. Y la lista es bien representativa y tiene un concepto distinto.

Nosotros creemos que la política, de ahora en adelante, tiene que ver con reorganizar. Por eso son importantes las representaciones del trabajo, de las empresas, de la ciencia, de la familia y de la política.

La lista es plural, porque el gobierno de Macri afecta a todos los sectores.

—Respecto a la ingeniería electoral, ¿para quién será funcional el espacio de Florencio Randazzo?

—La realidad que vivimos dista mucho de la pretensión de querer resolver liderazgos internos dentro de los movimientos políticos. 

Me parece que el gran error, y lo reconoció Florencio, es que él pensó que Cristina no iba a jugar. También fue una equivocación de Sergio Massa. Ellos creyeron que lo que había que hacer era definir una nueva conducción. Pero eso no está en discusión en la Argentina, y mucho menos en la Provincia de Buenos Aires. A la gente no le interesa eso, sí quiere que conformemos una fuerza que frene un proceso de ajuste y achicamiento de la economía con su lógica de  exclusión. No hay un problema de dirigentes, sí un problema político de fondo.

—¿Qué opinas de los “timbreos”?

—A mí me da toda la sensación que es un show. Va el candidato con un fotógrafo y lo más importante es eso: sacarse una foto en la que parezca que estás hablando con un vecino. Pero bueno, es parte de la campaña.

Lo que creo es que la escucha de las situaciones hay que hacerlas un poco más en comunidad, en ámbitos de reuniones públicas, donde se pueda compartir en comunidad la preocupación del problema. No sirve la visión del uno a uno que plantea el Gobierno, que es parte de su misma ideología.

Nosotros construimos, y lo vamos a seguir haciendo, más espacios compartidos, donde se pueda pensar en grupo y no tanto esa relación personal e individualista entre un candidato y un vecino.

La crisis en San Antonio de Areco afecta el turismo y el comercio

Respecto a cómo impactaron las medidas macroeconómicas del gobierno de Mauricio Macri en San Antonio de Areco, el concejal de ese distrito, Mariano Pinedo, dijo que “nuestra localidad vive del sector agropecuario y sus derivados, pero fundamentalmente del turismo y el comercio. Las pymes atraviesan un momento complicado. Pero todas las localidades aledañas a la Ruta 9 que generaron algo de industria la están pasando muy mal”.

Y luego agregó: “La reducción de feriados largos y los aumentos de las tarifas de los servicios públicos fueron un golpe duro para el turismo y el comercio. Y eso los acobarda. En realidad las tarifas afectaron a todos de manera transversal, y por eso presentamos amparos judiciales”.

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