La Iglesia advirtió sobre la penetración de la droga en las escuelas

El titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano, pidió “preocuparse y ocuparse” del flagelo. Además, sostuvo que “con cada niño o adolescente que abandona el sistema educativo se manifiesta una serie de fracasos”

La droga comenzó a ir a la escuela y tiene asistencia perfecta”, manifestó ayer el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, ratificando la intranquilidad de la Iglesia por el aumento del consumo de estupefacientes en menores de edad.

“Conversando con directivos de diversos establecimientos educativos, tanto de gestión estatal como privada, me comparten que hace unos años les preocupaba que se vendía droga a dos o tres cuadras de la escuela”, precisó en su reflexión semanal.

Después, indicó el arzobispo, “comenzaron a denunciar que lo hacían en la esquina o en la misma puerta. Ahora en algunos lugares se comercializa dentro del establecimiento educativo”. 

En ese sentido, el prelado consideró necesario “preocuparse y ocuparse, para cuidar a los niños y adolescentes”.

Contra la deserción

Frente a lo que definió como un “consumo creciente de drogas de lo más diversas”, Lozano afirmó que si bien no se le puede pedir “todo a la escuela”, esta institución “posee un abanico de oportunidades que ayudan en el camino de la prevención”.

Según describió, “allí se desarrollan y fortalecen los vínculos sociales que nos ayudan para la convivencia. El respeto por las diferencias, el diálogo para resolver los conflictos, compartir el mismo espacio entre diferentes grupos sociales, ayudar a los más débiles, aprender a perder o ganar en los juegos”.

Atento a esto, el representante eclesiástico afirmó que “con cada niño o adolescente que abandona el sistema educativo se manifiesta una serie de fracasos”.

Para el arzobispo de San Juan de Cuyo, “cuando los chicos no hacen nada en todo el día y están sentados o aburridos en la plaza o la esquina, permanecen en riesgo de ser captados por el crimen organizado”, por lo que “se da un círculo perverso: aburrimiento, droga, deuda, delito”.

Lozano recordó que “un sacerdote decía que la vida de muchos de estos jóvenes está marcada por 3 C: calle, cárcel, cementerio”, y sugirió proponerles “otras 3C: capilla, colegio, club”.

Aguer, contra la ley que prohíbe la aplicación del 2x1

Monseñor Héctor Aguer se manifestó en contra de la ley que prohíbe la aplicación del 2x1 a los condenados por delitos lesa humanidad, sancionada por el Congreso la semana pasada.

“Es una reacción espasmódica y, a mi juicio, inválida”, expresó el arzobispo de La Plata, en declaraciones periodísticas.

Según el prelado, “la Justicia argentina tiene un solo ojo tapado, o para usar otra imagen, parece haber sufrido una hemiplejia. Y se sigue confundiendo la justicia con la venganza; así se hace imposible la reconciliación y la concordia” que, según consideró, solo llegarán cuando “toda la sociedad argentina se decida al perdón, a pedirlo y a darlo”.

Consultado sobre la postura de la Iglesia en su conjunto respecto al tema, Aguer afirmó: “La opinión unánime es que el fallo de la Corte Suprema se ajusta plenamente a Derecho, y que está en juego el principio constitucional de la aplicación de la ley penal más benigna, que no admite excepciones”. 

En ese sentido, adelantó: “Eximios juristas del país se han pronunciado reconociendo lo bien fundado del fallo, y la Academia publicará una declaración en los próximos días”.