La Iglesia reiteró su preocupación por el avance del narcotráfico

Durante la convocatoria a la colecta anual de Cáritas, la Iglesia ratificó ayer su preocupación por el avance del narcotráfico. 

“La pobreza es una realidad en el país que tiene distintos aspectos, que no solamente se dirige a la carencia económica, sino que tiene múltiples manifestaciones: problemas de salud, de educación, diversos problemas de exclusión, el mismo narcotráfico y las drogas”, sostuvo monseñor Oscar Ojea.

En ese sentido, el obispo de San Isidro consideró que “todo eso viene a completar y hacer más compleja esta realidad, que si uno la mide la ve como un mapa, pero que en el contacto directo uno se da cuenta cómo el abordaje de la pobreza tiene que ser global”.

El presidente de Cáritas reiteró la inquietud de la Iglesia por la penetración del narcotráfico en el país, al enfatizar que “esa dimensión complica y agrava considerablemente la situación de pobreza e indefensión”.

“El problema del narcotráfico complica el estado de la pobreza, lo agrava considerablemente y se hace cada vez más hondo. No retrocede, por lo que no solamente hay que trabajar combatiendo la oferta, sino interviniendo en los barrios”, reclamó, y destacó la tarea de la Iglesia en los centros de recuperación de adictos en las zonas marginales. 

En otro párrafo, el prelado se refirió a las mediciones estadísticas. Afirmó que “a veces son importantes para saber qué hacer con las realidades, pero invisibilizan el fenómeno de la pobreza y el sufrimiento”.

El diagnóstico de Cáritas se suma al conocido en las últimas horas a través de un nuevo informe del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que indica que el nivel de la pobreza estructural no cede y, tras una mejora pasajera en el año 2015, hoy existen ocho millones de personas afectadas.