Puntos de vista

La Justicia y la obligación de una perspectiva de género

La jueza de Cámara de Zárate-Campana, integrante de la Comisión Políticas de Género del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires, María Pía Leiro, y el fiscal especializado en Violencia de Género y presidente del Colegio de Magistrados y Funcionarios de ese departamento judicial, Christian José Fabio, en un informe sobre la perspectiva de género en el proceder judicial  

La relevancia de la capacitación y/o sensibilización de los magistrados y funcionarios del Poder Judicial surge a raíz del compromiso asumido por el Estado al suscribir los tratados internacionales. Los mismos están dirigidos a promover la igualdad de los derechos humanos en el marco del cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos, en especial, por el artículo 8 de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, denominada “Belém do Pará”. 

Ningún fenómeno social se puede comprender cabalmente si no se analiza desde una perspectiva de género. Es un método que no está enfocado únicamente en las mujeres, sino que es una estrategia que permite ver a las personas en su diversidad.  Hablar de perspectiva de género es saber diferenciar lo sexual de las atribuciones sociales que se construyen en su entorno.

Así, la capacidad biológica de la mujer de ser madre ha marcado en la historia de la humanidad las diferencias entre ambos sexos, dando lugar a la instalación del modelo social del patriarcado, transmitido de generación en generación a través de la familia y las instituciones sociales. 

Esta perspectiva patriarcal no ha tenido en cuenta las necesidades, las experiencias y los derechos de las mujeres y ha derivado en su subordinación en las relaciones de poder, en su invisibilización y en la violación de sus derechos. 

Es necesario repensar estos estereotipos de género para terminar con prejuicios que limitaban a la mujer en los roles que “naturalmente” algunos entienden que deben de­sarrollar, y reivindicando el derecho a expresarse y actuar con libertad e igualdad con los varones.  

Hablar de género no es sinónimo de mujer. Al referirnos a la cuestión de género, estamos dando cuenta de una construcción que ya no es biológica, sino cultural y social. La perspectiva de género debe tener una aplicación transversal que identifique este contexto cultural e impulse a generar campañas de concientización y políticas que lleven a desterrar los procesos de socialización que reproducen los conceptos patriarcales, ya sea en la educación formal, en el ámbito familiar, en las instituciones privadas y gubernamentales, en los medios de comunicación, en las propagandas, en la música y en nuestro propio lenguaje.

La introducción de la perspectiva de género en el análisis jurídico pretende combatir argumentos estereotipados e indiferentes al derecho a la igualdad. La labor de los magistrados juega un importante papel en hacer realidad el derecho a la igualdad, para lo cual es necesario evitar que en el proceso de interpretación y aplicación del derecho se interpongan prejuicios de cómo son y deben comportarse las personas por corresponde a un sexo biológicamente determinado, género u orientación sexual. 

Incorporar la perspectiva de género en la administración de justicia es un mecanismo que sirve para erradicar las desigualdades que afectan el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres por su condición de tal, promoviendo la equidad. 

¿Qué hacemos desde nuestro ámbito entonces? En el marco del programa de Introducción de Perspectivas de Género en la Administración de Justicia, la Provincia de Buenos Aires y el Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia está realizando talleres sobre perspectiva de género y de violencia doméstica. 

El objetivo de estos talleres es constituirse en una herramienta para reflexionar y hacer tomar consciencia sobre la necesidad de abordar esta temática con seriedad y despojarse de prejuicios, intentando mejorar el tratamiento de los casos de las personas afectadas por la violencia de género, y en particular la doméstica, y consecuentemente el acceso a Justicia. 

Teniendo en cuenta las particularidades del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, como por ejemplo la extensión territorial, la distribución de los departamentos judiciales y la cantidad de magistrados y funcionarios que lo integran; un mecanismo para llegar a capacitar y sensibilizar en materia de género es formar “replicadores”, armando para ello grupos regionales que sean cabecera para el desarrollo del entrenamiento, teniendo como meta que para el mes de agosto o noviembre de 2017 la mayoría de los magistrados y funcionarios que integran el Poder Judicial estén sensibilizados en materia de género.