Entrevista a Victoria Donda

“La política de ajuste lo único que hace es producir más pobres”

Así le dijo a este diario la diputada nacional Victoria Donda. Además, aseguró que en la Argentina “no ha habido una política para enfrentar al narcotráfico”, y que los K serán recordados como “el gobierno de la corrupción”

Los datos duros del Indec, que señalan que uno de cada tres argentinos es pobre, despertó una ola de críticas hacia las medidas ejecutadas por los distintos gobiernos para acabar con uno de los flagelos que consume a la sociedad, que además es caldo de cultivo para el crecimiento exponencial que han tenido la delincuencia y el narcotráfico en las últimas décadas.

En diálogo con este medio, la diputada nacional por Libres del Sur, Victoria Donda, criticó con dureza al Gobierno de Cambiemos al sostener que “Mauricio Macri profundizó la pobreza heredada de los Kirchner”. Además, la legisladora, referenciada en el progresismo nacional, fustigó la falta de respuestas de la dirigencia política nacional al problema de la droga, y manifestó sentirse “desilusionada” por el kirchnerismo, al que calificó como “el gobierno de la corrupción”.

—La pobreza en las últimas décadas no ha parado de aumentar en la Argentina. ¿Hay una solución viable a uno de los principales flagelos que tiene la sociedad por estas horas?

—En la Argentina, hoy existe un 32% de po­breza. Como clase dirigente tenemos que pensar que estamos ante una situación muy complicada. El Gobierno de Mauricio Macri pro­fundizó la pobreza heredada de los Kirchner, ya que su política de ajuste lo único que hizo es producir más pobres, con una mayor cantidad de dificultades para acceder a un mejor futuro. Hay soluciones para acabar con la pobreza, pero el Gobierno solo busca ajustar y no acabar con los problemas de fondo.

—¿Es la educación una de las bases centrales para acabar con la pobreza?

—En el futuro, uno de cada dos argentinos van a ser pobres y recibirán, entre otras co­sas, el sistema educativo que tenemos. Este sistema lo único que ha hecho es acrecentar la desigualdad, producto del que se fue desmembrando en los años 90. Tenemos que ir a un sistema educativo que incluya y no que excluya, como pasa en la actualidad, donde hay niveles altísimos de deserción escolar. También habría que repensar el mercado de trabajo y las herramientas que se le van a ofrecer a los distintos sectores de la sociedad, ya que conviven en un país profundamente desigual.

—El narcotráfico creciente, que impacta más que nada en los barrios más pobres y vulnerables, ¿agrava aún más esta situación?

—En la Argentina no ha habido política alguna para enfrentar el narcotráfico, más allá de que todos hablan en sus discursos acerca de esta problemática, en realidad se queda en eso, en un discurso. En este país, el mercado de las drogas se va a terminar cuando quienes ganan dinero con ello empiecen a ir presos. Esos son los que lavan plata, los que nadie persigue. En la Argentina, casi no hay causas por comercio de estupefacientes, las causas de se la abren a los consumidores.

—Entonces, ¿qué es lo que tiene que hacer nuestro país en materia de droga?

—No tenemos programas de salud para las personas con adicciones. Por un lado hay que  atender la adicción, pero, por otro, reducir la oferta, y la misma se reduce dificultándoles las cosas a las personas que hacen grandes sumas de dinero con ello. La única forma que tiene el narcotráfico de convertirse en capital es blanqueándose y entrando al sistema legal.

—¿Cómo cree que serán recordados en los libros de historia los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner?

—A mí, los gobiernos de Néstor y Cristina me desilusionaron mucho. Néstor subió en 2003 con un discurso de renovar la política, y terminamos con un gobierno donde los 

bolsos con millones de dólares se revoleaban por los aires y la corrupción era un daño colateral. A eso también hay que discutirlo. El progresismo no puede darle lugar a la corrupción como uno de los pilares 

fundamentales de la construcción política. No tengo dudas de que el kirchnerismo va a ser recordado como el gobierno de la corrupción.

El desafío electoral a futuro

En una parte de la charla que Victoria Donda mantuvo con este diario, se trató el tema de los armados electorales de cara a las elecciones legislativas del año que viene, en las que el Gobierno nacional busca revalidar el triunfo electoral de 2015.

Para la legisladora de Libres del Sur, “nosotros creemos que hay que construir una alternativa amplia que pueda dar voz a una parte de la sociedad que no está de acuerdo con un sistema que excluye cada vez a más personas. Nosotros queremos enfrentar al ajuste que representan Macri y Cristina Kirchner. Sin duda son las instituciones democráticas desde donde se dirige el futuro del país, y ahí es donde vamos a dar pelea a esta política de ajuste”.

“Yo creo que lo que debemos hacer nosotros como espacio es charlar tanto con Margarita Stolbizer como con Sergio Massa, ya que hoy el desafío es, con una mirada amplia, ponerse de acuerdo no solo en un diagnóstico común, sino en darle soluciones a los problemas planteados”, resaltó Donda.

El papel del progresismo en Argentina

Por más de una década, el kirchnerismo se apropió del discurso del progresismo nacional, presentándose ante la sociedad como la única opción de la centroizquierda argentina, aunque la variedad de partidos de ese espacio nunca pensó igual.

Según le dijo Victoria Donda a este diario, “el kirchnerismo no puede llamarse progresista. Progresismo quiere decir que, desde la política, toda la sociedad puede avanzar de la misma forma. Para que podamos tener todos una vida mejor necesitamos hombres y mujeres que trabajen en política pensando la misma como una herramienta de transformación de la realidad y no como transformación de la calidad de vida personal”.

En ese sentido, indicó que “la Justicia tiene que avanzar sobre personas como Julio de Vido o José López, tiene que resolver ese tipo de situaciones. La corrupción durante la era kirchnerista significó un atraso, significó pérdida de vidas y pérdida de oportunidades, por eso el kirchnerismo no fue ni será progresista”.