El garante de la impunidad K

La red de corrupción de Sbattella

El garante de la impunidad K mezclado en un desfalco al Estado bonaerense por más de 30 millones de pesos. La labor de su esposa Mónica Carné en la maniobra corrupta. Varios funcionarios implicados fueron reciclados en la UIF

La impunidad lleva a una parte importante de la clase dirigente a cometer toda clase de atropellos contra los activos que pertenecen a todos los ciudadanos que pagamos los impuestos, causando una gran indignación en la sociedad.
 
Uno de estos hechos tuvo lugar en la dirección de Rentas de la provincia de Buenos Aires entre los años 2002 y 2004, y tuvo como partícipe a Mónica Carné, esposa del actual titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José “Pepe” Sbattella, el garante de la impunidad oficial. Se trata de un affaire que llegó a la Justicia, pero existen numerosos indicios de que solamente terminaron siendo condenados perejiles. Muchos empleados de ARBA (la agencia de recaudación que reemplazó a Rentas durante la gestión de Santiago Montoya) y del Ministerio de Economía, indignados por lo ocurrido, aseguran que los reales culpables gozan de plena impunidad. Peor aún, Carné llegó a presidir el Tribunal Fiscal de la Provincia y ahora sigue trabajando en el Palacio de Hacienda bonaerense, ocupando un cargo en el área contable. 
 
Quienes recorrían y trabajaban en las oficinas de Rentas de la provincia por ese entonces conocen al dedillo el desfalco al Estado que se le administró desde el lugar donde Carné se desempeñaba como Directora Adjunta. Según cuentan fuentes consultadas por Hoy, el despojo habría llegado a más de 30 millones de pesos. La maniobra que habría utilizado la esposa de Sbattella consistía en emitir títulos ejecutivos para la cancelación de deuda a grandes deudores, haciéndoles pagar una “módica” suma del total adeudado (entre el 15 y el 20 por ciento). Posteriormente, ingresaban luego al sistema dando por pagas esas deudas. Pero Carné no habría actuado sola, sino que personas cercanas a ella y a “Pepe” (ambos trabajaron juntos durante el gobierno de Cafiero, cuando Sbattella era director de Rentas) habrían sido de la partida. Uno es Gastón Chaumeil, que se desempeñó como Gerente de Cobranzas Prejudiciales y Gerente de Impuestos y Contribuyentes de ARBA. Actualmente sigue figurando como empleado del organismo recaudador pero también desempeña funciones en la UIF como Director de Formación y Comunicación Institucional, siendo una de las manos derechas de Sbatella. El otro funcionario en la mira es Juan Manuel Prada, familiar directo de Pepe e integrante del Instituto de Estudios Fiscales y Económicos (IEFE) que creó Sbattella. Prada tuvo un cargo en Arba hasta marzo del año pasado y actualmente forma parte del Consejo Asesor de la UIF en representación del Ministerio de Economía que conduce el camporista Axel Kicillof.

Existen sospechas de que, durante años, fue Sbatella quien movía desde las sombras varios hilos de la Dirección de Rentas, ubicando a economistas que formaban parte del IEFE, una consultora que él fundó para venderle servicios a organismos públicos y empresas del Estado. Ahora, como titular de la UIF, logró reciclar a varios de los implicados en el Rentasgate que forman parte de su riñón político. En otras palabras, el organismo que debería dedicarse a combatir el lavado de dinero en la Argentina se ha convertido en una suerte de maquina recicladora de funcionarios con prontuario.
 
Partícipes necesarios

La maniobra que se hacía en Rentas era muy simple: a una persona que debía por ejemplo 5 o 10 millones de pesos en impuestos, se les decía “dame un millón de pesos y arreglamos”. Entonces, si pagaban, le borraban las deudas y se los hacía figurar como contribuyentes ejemplares. Todo se instrumentaba a través de diferentes Logones (claves de seguridad internas) que lo podían utilizar pocas personas, entre ellas Carné y sus más inmediatos allegados.

“Cuando leímos el otro día las notas del diario Hoy sobre Sbattella, no podíamos creer que se mencionaran tantos nombres que le hicieron tanto daño a la provincia”, así arrancaron las declaraciones ante nuestro diario de distintos miembros del Ministerio de Economía bonaerense que dieron testimonio y pidieron preservar su identidad para evitar sufrir represalías. Según se acreditó en sede judicial, se cobraron cerca de 30 millones de pesos en coimas a empresarios que debían impuestos.

“Gastón Chaumeil venía a la oficina una vez por semana a buscar y retirar los Cds con información, y él era el asesor principal que tenía Mónica Carné en Rentas”, esgrimen quienes conocieron las operaciones al dedillo. Junto a Carné y Chaumeil, habrían sido partícipes Juan Manuel Prada, quien era un alto funcionario en Rentas, y Adriana Nociti, ex jefa del área Títulos del organismo. A pesar de que Carné fue la que denunció desde su cargo dichos manejos, la maniobra habría sido efectuada sólo para intentar despegarse de las acciones judiciales ya que de todos los nombrados, sólo Nociti y el ex director Dante Mengoni (se quitó la vida hace casi tres años, ver página 4) rindieron cuentas a la Justicia, mientras que todos los demás quedaron indemnes. Quienes fueron condenados, en realidad, habrían sido perejiles o simples empleados que cumplían órdenes. Evidentemente, Sbattella no sólo es un encubridor de Lázaro Báez, Amado Boudou y Sergio Schoklender. También se las habría arreglado, antes de ser titular de la UIF, para evitar que su esposa terminara tras las rejas.

Seguridad cuestionada

Los Logones son las definiciones de los accesos de los usuarios, una especie de  claves de seguridad con las que cuentan los empleados de ARBA para entrar al sistema y poder realizar operaciones.

Según pudo conocer Hoy, los involucrados en este desfalco al Estado, usaron Logones que no eran los de ellos para así poder efectuar la baja de títulos ejecutivos y pasar entonces a que la gente no tuviera más deudas con el Estado provincial.

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