La Unión Industrial y el gobierno firmaron el divorcio

El Gobierno tendría que llamar a un pacto social. Si no toda la responsabilidad va a caer en un jovencito o en una señora. Se equivocan al no abrir el juego. No hay un plan para reactivar. Tenemos un ministro que dice que es lo mismo un default o no. La economía está mal y por eso todos los sectores industriales tienen caídas importantes, en un promedio del 25 por ciento. Es grave porque no se ve cómo se va a resolver hacia adelante. Quizás sea esta la mayor incertidumbre de los empresarios, porque uno no sabe cómo hacer para vender".

El diagnóstico, que incluyó durísimas críticas a la presidenta Cristina Fernández y al ministro Axel Kicillof, fue realizado ayer por el titular de la Unión Industrial Argentina, el empresario del plástico Héctor Méndez. Y puso de manifiesto así el quiebre que existe entre la UIA y el gobierno K, en momentos en que la recesión y la inflación no dan tregua, panorama que podría oscurecerse aún más si efectivamente nuestro país entra en default.

Lo que dijo Méndez, a grandes rasgos, es lo que venimos alertando desde hace años en las páginas del diario Hoy. De forma sostenida y sistemática, planteamos que el cúmulo de medidas desacertadas que el kirchnerismo iba tomando en materia económica llevarían a esta situación.  Concretamente, no haber modificado la estructura económica de un país que tiene un sistema productivo reducido a su mínima expresión, donde el valor agregado prácticamente brilla por su ausencia y el único generador de empleo es el Estado en sus diferentes niveles, que a su vez se sostiene con impuestos regresivos que recaen principalmente sobre las pequeñas y medianas empresas, indefectiblemente iba a terminar en un ajuste como el que estamos padeciendo.

Desesperado por la falta de dólares para pagar los vencimientos de deuda externa, el gobierno decidió sacrificar la actividad económica. Impulsó un control de cambios mediante un cepo cambiario, que se combinó con una drástico cierre de las importaciones. Y como eso no resultó suficiente, luego aplicó una fuerte devaluación a principios de año, echando nafta al fuego inflacionario y no mejorando en nada las condiciones de competitividad de los sectores productivos de nuestro país.

En ese contexto, hubiese resultado oportuno que la dirigencia de la Unión Industrial pusiera el grito en el cielo mucho antes, ya que se podrían haber realizado acciones correctivas que habrían evitado la crisis que estamos padeciendo.

Durante la mal llamada década ganada, varios dirigentes de entidades empresarias optaron, lamentablemente, por privilegiar sus propios negocios con el Estado,  a partir de las licitaciones digitadas a dedo por el gobierno K, en lugar de pensar en los intereses nacionales.  Durante más de 10 años aceptaron, mansamente, que se montara una gigantesca estructura de capitalismo de amigos de la que mordieron sólo unos pocos, los amigos del poder, mientras el país se hundía en el subdesarrollo.

Quizás este tipo de situaciones sirvan de experiencia para que el empresariado nacional, en conjunto con el movimiento obrero, la Iglesia, los referentes de la cultura y los partidos políticos que buscan representar un cambio, logren establecer un gran acuerdo de salvación nacional que permitan aprovechar, para el beneficio del conjunto de los argentinos, las grandes potencialidades que tiene nuestro país.  

Empresarios muy preocupados por el default

El coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, Miguel Blanco, aseguró ayer en Tucumán que desde el gobierno "no se están evaluando adecuadamente las consecuencias de un default, porque tiene consecuencias económicas y sociales muy fuertes".

"Perdimos un fallo en un lugar donde elegimos para que se juzgara y debemos cumplirlo. Estoy de acuerdo que se discuta la forma de hacerlo, pero debemos acatarlo. Es clave la inserción internacional de la Argentina. También preocupa la falta de definiciones de la oposición al respecto", sostuvo.

Blanco destacó la importancia de llevar el debate del Foro y su documento sobre "Consensos básicos para una Argentina Alternativa" a todo el interior y de la agenda de reuniones que tienen programadas con los precandidatos a Presidente de la Nación, para lo cual solicitaron audiencia con Daniel Scioli.

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