Lorenzetti, en Brasil: “La corrupción puede alterar el escenario político”

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, participó en una conferencia en Brasilia, invitado por el máximo tribunal brasileño, y señaló: “Hoy tenemos cuestiones de interés institucional, como corrupción, medio ambiente, derecho del consumidor, y todos pueden alterar el escenario político, económico y social”. La charla fue denominada La experiencia argentina en audiencias públicas, participación social e implementación de derechos fundamentales, y en la misma el magistrado manifestó que “el juez tiene que promover la participación y el debate público”.

La exposición fue organizada por el juez brasilero Luis Edson Fachin, quien lleva adelante una serie de conferencias llamadas Hora de la Actualización y además tiene a su cargo en su país el proceso por uno de los mayores casos de corrupción vividos por los brasileños, conocido como Lava Jato. En este contexto, el magistrado argentino expuso sobre la relación entre la participación social y las decisiones judiciales.

“Los jueces son los guardianes de las instituciones y los derechos individuales”, aseguró Lorenzetti, y resaltó que “su rendimiento no debe estar dirigido a sustituir la voluntad de la mayoría o minoría, sino asegurar los procedimientos para que ellas se expresen”. Para el titular de la Corte Suprema Argentina, es importante que los jueces se preocupen por lo que llamó “expectativas sociales” para la resolución de conflictos en los tribunales.

En este sentido, el magistrado subrayó que “la sociedad no resuelve sus conflictos y eso es un problema porque llegan al Poder Judicial, lo mismo ocurre en la administración, todo va al Poder Judicial”, y destacó la importancia de las audiencias públicas diciendo que “un juez tiene que promover la participación y el debate público a través de audiencias públicas. El consenso es el resultado de la interacción de diferentes posiciones, después de eso, el juez puede decidir”. Por otro lado, Lorenzetti resaltó que “el debate democrático no puede ser un juego de presiones”.