Entrevista a María Corina Machado

“Maduro comanda un golpe de Estado militarista”

Así se lo afirmó a diario Hoy la dirigente opositora y candidata presidencial de Venezuela, María Corina Machado. Aseguró que ese país “se ha convertido en un narcoestado” y consideró que “el régimen chavista avanza hacia una etapa de represión brutal hacia el pueblo”

Corría enero de 2012 cuando, en medio de un discurso en la Asamblea Nacional de Venezuela, la entonces diputada María Corina Machado se levantó de su asiento indignada por las palabras de Hugo Chávez (presidente en ese momento) y lo enfrentó públicamente, desafiándolo a hablar de la “verdadera realidad” que vivía el país caribeño, tildándolo de “ladrón” y acusándolo de “robar” la propiedad privada en suelo venezolano.

La legisladora ya había tenido problemas con el chavismo, gobierno que le había prohibido ser candidata en 2004, imponiéndole por un período de tres años una restricción para salir del país. Por su oposición al “Socialismo del Siglo XXI” sufrió persecución, acoso judicial y hostigamiento policial, con acusaciones de traición a la Patria y rebeldía que aún hoy continúan.

En diálogo con diario Hoy desde Caracas, la ahora candidata a presidenta por la oposición y fundadora del partido Vente Venezuela, mostró sus disidencias con el chavismo, al que acusó de convertir al país en un “narcoestado”. Además, Machado dijo que Nicolás Maduro  encabeza “una cruel dictadura” y señaló que la imagen que reina hoy en territorio venezolano “es desgarradora y cargada de hambre y miseria”.

—Usted históricamente ha sido una de las voces más críticas en el marco de la oposición venezolana. ¿De qué manera puede definir la situación actual que atraviesa su país?

—La realidad de Venezuela es caótica. Lo que vemos es un régimen que ha dejado de ser un proyecto político para convertirse en una organización criminal. No solo por la violación masiva y sistemática de los derechos humanos, sino también por los vínculos directos que tiene con la mafia internacional. Pese a las ventajas que se presentaron para crecer, el país se encuentra en la ruina y los venezolanos están muriendo de hambre.

—¿Qué es lo que ha realizado el chavismo ante este escenario?

—Ante la falta de recursos, producto de los malos manejos, para poder hacer frente a esta situación, Maduro inició una nueva fase de lucha y de represión, que se evidencia en el control social que pretenden imponer con distintos mecanismos de vigilancia popular, supervisión y persecución política. En cuestión de semanas hemos vivido en el país secuestros de miembros de la Asamblea Nacional por oponerse al régimen, han secuestrado a concejales, a activistas. Es un descontrol sin límites.

—¿Cómo es vivir diariamente en una realidad tan compleja?

 —Es increíble que el país, con la cantidad de ingresos que tuvo en los últimos 20 años por la renta petrolera, esté pasando hoy por una crisis humanitaria tan grande. El sueldo mínimo no llega a un dólar diario. La violencia es promovida desde el propio régimen con grupos armados que superan en equipamiento a la Policía y a los sectores militares. Venezuela se ha convertido en un narcoestado y eso es una decisión pensada y planificada por toda la cúpula chavista.

—¿Cuál es la opinión que tiene hoy sobre el gobierno de Nicolás Maduro?

—Maduro lidera una cruel dictadura, comanda una farsa que enmascara un golpe de Estado militarista. Se trata de la unión del extremo más radical del militarismo venezolano con el sector más fanático de los sectores comunistas, que son los bloques que hoy están aferrados al poder. Este es el momento más peligroso que hemos vivido en 18 años, pero sin embargo es el tiempo donde tenemos la oportunidad histórica para salir de Maduro y reconstruir un sistema social, una relación Estado-ciudadano, una Nación verdaderamente republicana.

—La imagen que se ve de Venezuela en el exterior es la de gente arropada frente a los supermercados buscando comida. ¿Al interior del país la foto es muy distinta?

—No, la imagen que reina hoy en suelo venezolano es desgarradora y cargada de miseria. Lo que el régimen busca es tener a los ciudadanos dedicados a la supervivencia, haciendo colas interminables para conseguir alimentos o cobrar una pensión. También la gente debe tolerar meses de espera para poder tener una intervención en un hospital público. Desde el propio Estado saquean los recursos, es muy triste.

—¿En qué etapa entonces cree que ha entrado hoy el gobierno venezolano?

—El régimen chavista ha decidido avanzar hacia una etapa de represión brutal contra el pueblo. Este nuevo período implica censuras a los medios de comunicación y ataques a la Iglesia, a la sociedad productiva y a las instituciones. Las disposiciones de Maduro y su entorno para exterminar a cualquier expresión que represente a más del 90% del país que quiere un cambio político en Venezuela son alarmantes y anuncian un futuro muy complicado.

“El kirchnerismo apoyó el totalitarismo y la corrupción del chavismo”

Desde el propio inicio de su gobierno, allá por 1999, Hugo Chávez buscó, como eje central de su experiencia política, instaurar modelos similares al de su país en toda la región, por lo que no dudó en forjar alianzas que sirvieran para desarrollar el denominado “Socialismo del Siglo XXI” en toda América Latina.

En el año 2003, la llegada del kirchnerismo al poder en la Argentina, con las rémoras del descalabro político y económico de 2001, sirvió a los fines del exmandatario venezolano, que encontró en la familia Kirchner a un aliado político estratégico en América del Sur. Uno de los objetivos de esa unidad de acción fue decirle que no al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), iniciativa que había sido impulsada por el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata, en noviembre de 2005.

En su entrevista con este diario, María Corina Machado reflexionó que “una de las acciones centrales del chavismo fue el de exportar su modelo y para ello desarrolló una red efectiva a sus fines. Estamos hablando de proyectos políticos que buscaban alcanzar el poder en América Latina por la vía del populismo, el clientelismo, la corrupción y la intervención estatal”.

Para la dirigente opositora que preside el partido Vente Venezuela, “tanto Néstor como Cristina Kirchner, así como todo el kirchnerismo, apoyaron la corrupción y el totalitarismo chavista desde un comienzo. Eso se vio en la Cumbre de Mar del Plata de 2005, donde la Argentina, como país anfitrión, dejó que Chávez llevara adelante una contracumbre para voltear acuerdos comerciales estratégicos con países desarrollados”.

Daños y beneficios

Entre los motivos centrales del vínculo entre el kirchnerismo y el chavismo, Machado marca “los enormes beneficios para los jefes de estos proyectos. Para llevar a cabo sus negocios desarrollaron una red que recién comienza a revelarse, no solo de corrupción, sino también de todo tipo de crímenes. Esto ha hecho un daño gigantesco, desde lo humano, lo económico y lo institucional, en nuestros países”.

En ese sentido, la precandidata a la presidencia venezolana aseveró que “el apoyo que recibió el régimen chavista por parte de los Kirchner y múltiples países de la región, como Ecuador, Brasil, Chile, Uruguay y Bolivia, fueron claves para que primero Chávez y luego Maduro se pudieran sostener en el poder, a pesar de las constantes violaciones a los derechos humanos que vemos a diario”.

Todo esto llevó a Machado a pedirles a los gobiernos de América Latina que “revean su posición sobre lo que ocurre en Venezuela en estas horas. La República venezolana está en riesgo mortal y la lucha que hemos dado necesita el respaldo de los gobiernos democráticos. Su apoyo es crucial además para la estabilidad de América Latina. Necesitamos tirar abajo una tiranía de esta envergadura y dejar en claro que no puede volver a instalarse algo similar en los demás países de la región”.

La opresión, en primera persona 

La vida política de Maria Corina Machado estuvo marcada desde un comienzo por la persecución ejercida por el chavismo hacia su persona. Al aceptar en 2014 el cargo de “representante alterna” de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Nicolás Maduro le quitó su condición de diputada y le prohibió salir del país, siendo hostigada todo el tiempo por los medios afines al gobierno.

En su charla con este medio, la dirigente resaltó: “El chavismo me atacó desde muy temprano porque desde la sociedad civil creamos un movimiento ciudadano que, sin tener ninguna vinculación política, decidió defender la República. Por eso se inició una persecución despiadada sobre mi persona”.

En ese sentido, la precandidata presidencial por la alianza opositora afirmó: “En estos momentos yo tengo una prohibición de salida del país por tres años. En tanto, durante el período de Hugo Chávez hubo otros tres años donde me sucedió lo mismo. Es evidente que con esas medidas buscan acallar las voces de la sociedad civil”.

A continuación, destacó: “Como fui la voz firme del Parlamento ante Chávez, pasaron de las agresiones verbales a los ataques físicos contra mi persona dentro de la propia Asamblea Nacional. Por orden de Nicolás Maduro, me golpearon y me fracturaron la nariz en plena sesión. Después me sacaron a patadas del Parlamento, sin permitirme entrar pese a ser diputada. Estamos viviendo la etapa más dura, cruel y salvaje de un sistema que se siente acorralado y apela a la represión como única salida”.

La historia oculta del Rasputín venezolano

Diosdado Cabello, excompañero de armas de Hugo Chávez y exgobernador del estado de Miranda, se convirtió, desde la muerte del líder de su movimiento, en el hombre fuerte del chavismo: es quien mueve los hilos del poder detrás de Nicolás Maduro en Venezuela.

Para María Corina Machado, “Diosdado Cabello no tiene límites en su crueldad y en el daño económico y moral que le ha hecho a Venezuela. Los crímenes que ha cometido son monstruosos, inimaginables, y siempre lo ha hecho bajo el amparo de Chávez y Maduro”.

“Es una persona que tiene clarísimos vínculos con el crimen organizado y su desempeño como gobernador de Miranda hizo que se mostraran los atropellos más grandes a los derechos humanos, que han convertido a ese estado en uno de los más peligrosos de Venezuela. Que él sea la figura del gobierno demuestra la decadencia política y moral del chavismo”, resaltó Machado.

Una apuesta al futuro

En caso de que el referéndum revocatorio que pide la oposición para acabar con el gobierno de Nicolás Maduro no se efectúe, Venezuela tendrá elecciones presidenciales en 2019. María Corina Machado se encuentra trabajando en su candidatura presidencial recorriendo todo el país caribeño con sus ideas.

La dirigente opositora sostiene como idea central de su campaña “una Venezuela de emprendedores. Hasta ahora hemos tenido un Estado dueño de todo, que se mete hasta en las sábanas de los venezolanos. Lo que este régimen ha representado ha sido tan cruel y devastador, que Venezuela está lista para avanzar hacia la libertad y la producción”.

Según Machado, “debemos ir a una economía abierta, sólida, ya que solo así dejaremos atrás la pobreza, con un país que otorgue prioridad a la educación y en el que las oportunidades puedan surgir de manera libre y responsable”.

Un diálogo de sordos

La violencia política instaurada en Venezuela en los últimos años llevó al Vaticano y al Papa Francisco a pedirle a la oposición y al gobierno de Nicolás Maduro a sentarse a una mesa para dialogar y llegar a acuerdos pacíficos.

Para Machado, “el diálogo resultó un absoluto fracaso porque el gobierno no ha cumplido con ninguna de las disposiciones que había establecido, como era el respeto a la Asamblea Nacional, la liberación de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario”.

“Esto no fue un diálogo. El gran error que cometió un sector minoritario de la oposición venezolana es haber ido sin condiciones a ese proceso y entregarlo todo, ya que aceptaron desmovilizar a la población y parar las manifestaciones. Lo entregaron todo a cambio de nada y por eso es que el régimen ha avanzado en la represión”, resaltó la dirigente opositora.