Provincia - Policías y penitenciarios en alerta

Malestar en las fuerzas por los magros salarios

Policías y penitenciarios están en alerta y no descartan un cese de actividades. Se quejan por recibir un aumento de sueldo a la baja y por las promesas incumplidas. ¿Se viene un fin de año convulsionado? El lunes, una reunión clave

De acuerdo a las encuestas, un gran porcentaje de los integrantes de las fuerzas de seguridad de la Provincia de Buenos Aires y sus familiares votaron en 2015 por el cambio. Es que escucharon en los candidatos que finalmente triunfaron promesas de equiparación de salarios con la Policía Metropolitana y mejores condiciones laborales.

Pero ya pasaron casi 11 meses de la nueva gestión y las buenas intenciones no pasaron a convertirse en una realidad. La paciencia parece acabarse y el malestar se generaliza tanto en la Policía Bonaerense y Local como en el Servicio Penitenciario.

A la redacción de este diario llamaron varios agentes en las últimas horas para quejarse por los salarios a la baja respecto a la inflación, porque nunca llega el incremento en las Cores y por las pocas posibilidades de hacer Polad, las únicas que tuvieron un aumento del 40%.

“Está todo mal. Nos sentimos engañados. La equiparación con la Metropolitana fue un cuento de la campaña. Nos mintieron descaradamente. Somos 90.000 policías y 20.000 guardiacárceles y la mayoría votó esperanzado a este Gobierno. Estamos muy enojados”, dijo uno de los oficiales de la Bonaerense.

Las quejas se retroalimentan en las comisarías, en los patrulleros, en las distintas cárceles y alcaidías, y surgió como un fuerte rumor que a mediados de noviembre policías y penitenciarios, junto a sus familiares, se manifestarán en La Plata, frente al Ministerio de Seguridad.

Lo que plantean los agentes es que este año el promedio de los aumentos fue de un 23 por ciento. “A los docentes le dieron más del 32 por ciento, y a nosotros casi 9 puntos menos. Una vergüenza”, sostuvo otro de los uniformados.

Desde el Sinpope, sindicato de Policías y Penitenciarios, el secretario general, José Carranza, habló con Hoy y confirmó el malestar. “Hubo problemas con la liquidación del tramo del aumento que deberíamos haber cobrado en agosto. No alcanza la plata. El gobierno se muestra con buenas intenciones, pero con la intención no se come ni se vive”, indicó el gremialista.

Encuentro con Bressi y Ritondo

Para intentar garantizar que el servicio de seguridad en la Provincia no se vea afectado, Carranza anticipó que el lunes próximo a las 17 en la sede del Ministerio de Seguridad se reunirá con el jefe de la Policía, Pablo Bressi, y el titular de la cartera, Cristian Ritondo.

“De acuerdo a lo que nos digan en ese encuentro veremos cómo sigue todo. Sabemos que un cese de actividades de policías y penitenciarios va a dejar a la Provincia en un caos”, expresó Carranza. En el Facebook “Policías reclamando” publicaron la siguiente frase: “Basta de mendigar y querernos conformar con limosnas. Ya nos cansamos de mentiras y de falsas promesas de campaña. Todo tiene un límite, y cuando se sobrepasa se termina tomando una decisión como la que en las próximas horas se va a anunciar: un paro total”.

Esa protesta, que no tiene confirmación ni fecha, incluiría la no atención por una hora a los llamados de emergencia al 911, el bloqueo a la salida de patrulleros de los cuerpos de Infantería, Caballería y los Comandos de Patrullas, y además no dejar pasar a la visita en las cárceles bonaerenses, entre otras medidas.

El reclamo consiste en que se cumpla con las promesas: un aumento de los salarios acorde a la inflación, que se pague el incremento en las Cores y se den más posibilidades para cubrir las Polad.

Persiste el fenómeno de los “chalecos calientes”

Además de los salarios bajos, los policías persisten en quejarse por la falta de respuestas desde el Ministerio de Seguridad en cuestiones de logística: la provisión de chalecos antibalas, patrulleros blindados, edificios y oficinas en condiciones.

“Ya pasó casi un año y la promesa de que cada policía iba a tener un chaleco es un sueño que se transformó en una pesadilla. Por eso se da el fenómeno del chaleco caliente. Se lo saca uno y se lo pasa al que lo viene a relevar. Pero aún así no alcanzan”, señaló uno de los oficiales al diario Hoy.

“También es deficitario el sistema informático -continuó el denunciante-. Los funcionarios tienen que llevar sus notebooks porque las computadoras que provee el Estado son de la década del 90”.

Los números son alarmantes en la región: el 80 por ciento de los chalecos antibalas están vencidos y, de las 87 cuadrículas para cubrir, solo hay 45 patrulleros en condiciones.

2013: levantamiento, saqueos y descontrol

En la segunda semana de diciembre de 2013 hubo un levantamiento de uniformados de distintas fuerzas para reclamar aumentos salariales. El alzamiento se produjo en 21 provincias del país y todo fue caos y preocupación. Hubo saqueos y descontrol. El desorden generalizado obligó al Gobierno nacional y también a las administraciones provinciales a otorgar de manera urgente un incremento en los ingresos de los efectivos.

En La Plata, el 8 de diciembre de hace tres años, un centenar de policías que estaban fuera de servicio llegaron junto a sus familias hasta el cuartel ubicado sobre las calles 59 y 115 e impidieron la salida de efectivos que debían prestar servicios en el Estadio Único. Los uniformados exigían un sueldo mínimo neto de 12.500 pesos.

La protesta fue en aumento y permaneció por varias horas, hasta que Daniel Scioli tuvo que volver desde Brasil y brindar respuestas económicas concretas para los agentes.

Los números que generan indignación en los policías de la región

- 80% de los chalecos antibalas que usan los uniformados están vencidos.

- 23% es el promedio del aumento para los policías en la Provincia.

- 45 son los patrulleros que funcionan para cubrir las 87 cuadrículas de La Plata.

- 11 son los meses que lleva la gestión de Cristian Ritondo en Seguridad.