Entrevista a Margarita Stolbizer

“Máximo y Florencia Kirchner no pueden haber ignorado el origen ilegal de la fortuna familiar”

En diálogo con Hoy, la líder del GEN apuntó a la presunta responsabilidad de los hijos de Cristina y Néstor en la corrupción K. Además, disparó contra la “necesaria complicidad” de funcionarios como Ricardo Echegaray

Sus denuncias contra lo que ella llama “corrupción institucionalizada K” le valieron una acción civil por “daños y perjuicios” de parte de la expresidenta Cristina Kirchner, con quien se encontrará en una mediación judicial el próximo 8 de agosto. Pero, lejos de amedrentarse, Margarita Stolbizer, la diputada del GEN impulsora de las causas Hotesur y Los Sauces (que investigan el presunto lavado de dinero de los K), se mantiene firme en sus acusaciones. Apunta, por ejemplo, contra Máximo y Florencia Kirchner, quienes “sin haber trabajado nunca cobraban millones de la fortuna familiar”, y contra funcionarios como Ricardo Echegaray y José Sbatella, “partícipes necesarios de varios delitos”. Además, aventura que “en poco tiempo” Cristina tendrá que prestar declaración indagatoria por sus negocios hoteleros.

Lo que sigue es la extensa entrevista que Hoy mantuvo con la excandidata presidencial, verdadera piedra en el zapato de la mujer que durante ocho años manejó el poder de la Argentina y que hoy amenaza con llevarla a juicio.

—Pese a que en la Justicia se ratifican sus denuncias, el abogado de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón, y la propia expresidenta la insultan o la tratan de mentirosa. ¿Cómo toma esas provocaciones? 

—Yo estoy muy tranquila y convencida de lo que denuncio. Hay muchos elementos probatorios con respecto a mis dichos. Creo que la amenaza del juicio por resarcimiento económico, según dicen “para sacarme todo”, es un intento de intimidación para que no siga con lo que vengo haciendo. Pero no voy a retractarme ni a retroceder. Pienso que la mediación será un mero trámite para firmar un acto que dirá que las partes no llegaron a ningún acuerdo.

—¿Puede interpretarse como un síntoma de la preocupación que envuelve a CFK?

—Efectivamente. Hotesur y Los Sauces van sobre el patrimonio de la expresidenta y la ilegalidad de origen, además del enriquecimiento injustificado. Hoy están en investigación, se hacen pericias, se piden informes y tal vez en poco tiempo ella sea citada a prestar declaración indagatoria.

—¿Qué cambió para que la Justicia avance en estos casos? 

—Varias cosas. Primero, antes muchos miembros del Poder Judicial estaban cooptados, actuaban con miedo, o se disciplinaban. Ahora hay arrepentidos y personas que se animan a hablar. Por otro lado, han ocurrido episodios tan desopilantes como inesperados (el exsecretario de Obras Públicas, José López tirando US$ 9 millones en el convento, los hijos del empresario Lázaro Báez contando plata en La Rosadita, los millones en las cuentas de Florencia Kirchner) y sobre todo con mucho impacto de las imágenes. Por último, los organismos públicos, que hasta diciembre eran cómplices, ahora producen informes útiles para el avance de las investigaciones judiciales (por ejemplo Vialidad, UIF, AFIP, etc.)

—¿Quiere decir que los organismos que debían controlar eran parte de la corrupción?

—Claro. Funcionarios como Ricardo Echegaray en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) o José Sbatella en la Unidad de Información Financiera (UIF) fueron partícipes necesarios de varios delitos. Creo que formaban parte de una asociación ilícita. Son funcionarios que nunca controlaron nada y fueron funcionales a la corrupción. 

—¿Y en el caso de los hijos? ¿Qué rol jugaron Florencia y Máximo Kirchner en esta trama?

—No se puede determinar aún qué responsabilidad les cabe a los hijos, pero tampoco se puede pensar que hayan ignorado el origen ilegal de la fortuna familiar. 

—Luego de que usted denunciara “movimientos extraños” en sus cuentas bancarias, Florencia K sufrió el embargo de más de 5,5 millones de dólares, de los cuales deberá explicar el origen. 

—Sí, porque tanto ella como su hermano han sido y son miembros de las sociedades. Sin haber trabajado nunca, cobraban millones de pesos de la fortuna familiar y conocían que muchos eran pagados por Báez, amigo, socio y empresario contratista del Estado.

—A esta altura, ¿se puede hallar alguna rendija del poder K aséptica, o busque donde se busque siempre aparecerá un delito? 

—Es difícil. Durante muchos años gobernaron mintiendo, haciendo creer que eran algo que en realidad no eran. Instalaron un mecanismo de corrupción institucionalizada. Pero lo peor es que el relato fue muy eficaz, atrapó a muchas personas, especialmente jóvenes que creyeron en ese relato hipócrita. Lo más grave son las consecuencias sociales y humanas que ha tenido la corrupción. Se desperdiciaron los años de bonanza y crecimiento económico durante los cuales, en lugar de conducir el país a un modelo de desarrollo, se ocuparon de formar un sistema para apropiarse de los recursos públicos.