Mercado inmobiliario: el peor año en tres décadas
Las autoridades de la Cámara Inmobiliaria Argentina advirtieron que el sector atraviesa una grave crisis. El problema a futuro y las expectativas electorales
El presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Roberto Arévalo, advirtió que el mercado inmobiliario argentino cierra en 2014 el "peor" de los últimos 30 años de actividad y prevé continuar así al menos durante el primer semestre de 2015, con posibilidades de recuperación atadas a la suerte del cepo cambiario. También advirtió que el sector atraviesa una "grave crisis" y confió en que las elecciones primarias (PASO) del 9 de agosto próximo podrían ser una "bisagra" para la confianza de los inversores. "Las PASO podrían generar un aliento de esperanza, pero no estamos seguros de que el mercado se va a destrabar. Esta crisis lleva tres años, es aguda, y el sector no se va a recuperar en uno o dos meses. El nombre de quien va a conducir los destinos del país desde 2015 será clave", dijo el empresario.
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara, Javier López, explicó que como el mercado se mueve por expectativas, los ojos están puestos en los cambios que se puedan producir en la política económica recién a partir de 2016: "Si hoy levantaran el cepo, esto no remonta, no hay confianza ni buenas expectativas", explicó. "Los inversores están esperando a ver si hay un cambio de política económica que logre controlar a la inflación, que es el origen de todos los males de la economía", agregó.
Con la mira puesta en 2016
Arévalo sostuvo que el primer semestre "será igual o peor" que el 2014 debido a la incertidumbre electoral y a la expectativas económicas negativas que hay en gran parte de los inversores, aunque una vez que se conozca "el nombre" de quien sería el nuevo Presidente y cuando ya se tomen "tres o cuatro" medidas, el mercado podría reactivarse. "Nuestras expectativas están puestas en 2016", dijo el empresario inmobiliario y resaltó que "la gente apuesta a esa bocanada de aire que pueda dar otro nombre y a partir de enero de 2016, seguramente, las decisiones que pueda tomar para devolver la confianza", señaló. El descalabro del sector comenzó a mediados de 2012, ocho meses después de que el gobierno de Cristina Kirchner impusiera el denominado "cepo cambiario" e intentara pesificar la compra y venta de inmuebles, lo que en la práctica jamás ocurrió y las operaciones se siguen efectuando en dólares.
Departamentos usados: el segmento más golpeado
Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, el segmento más golpeado en el ciclo fue el de los departamentos usados, cuyos dueños se negaron a bajar el precio y realizar operaciones que no sean en dólares, dado que algunos desarrollos inmobiliarios nuevos comenzaron a aceptar pesos a los compradores. "Ocurrió que los propietarios no convalidaban las bajas de precios, porque la mayoría no vende de urgencia sino porque quiere volver a comprar, quizás una propiedad más grande, más nueva o en otro barrio", señaló el experto, marcando una clara diferencia con 2001, otro año crítico, en el que los propietarios sí estaban endeudados. Así, el inversor se retiró del mercado por no poder conseguir dólares debido al cepo y la oferta también se fue del escenario en función de que no estaba dispuesta a convalidar los precios decrecientes.
El fracaso del Cedin
En Agosto, la presidenta Cristina Kirchner relanzó el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) para impulsar al golpeado sector tras el fracaso en su primera etapa, y el instrumento se está mostrando más dinámico, pero no ha logrado ser determinante y reactivar al sector.
"El Cedin en su primera etapa fue realmente un fracaso. Nosotros le explicamos las fallas al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y se decidió su relanzamiento. Ahora está un poco más dinámico, pero no reactiva al mercado", dijo Arévalo. El empresario apuntó que los dos principales problemas del Cedin son: la falta de confianza de los inversores y los problemas de implementación, porque "muchas veces al momento de las operaciones los dólares no aparecían y los vendedores tardaban en poder cobrar". Cuando llegaba el momento de la operación, el escribano no podía firmar porque los dólares no estaban. Eso se logró corregir desde el relanzamiento y el Cedin está un poco más dinámico, pero sigue afectando la falta de confianza", sostuvo el empresario.