Gastroenterocolitis en Berazategui

Mussi intenta aclarar pero oscurece

El municipio habla de 900 casos. La oposición advierte que los afectados ascienden a 3.000. Las clases siguen suspendidas. Tras mantenerse escondido, el intendente repareció con un video y estalló la polémica

Dos muertos. 900 casos confirmados, según las cifras oficiales, mientras que para la oposición ese número ascendería a 3.000. Confusión e incertidumbre es la sensación que desde hace dos semanas envuelve a los vecinos de Berazategui al momento de practicar un acto tan cotidiano como abrir la canilla de agua.

Hace catorce días que el distrito gobernado por el kirchnerista Juan Patricio Mussi está en vilo por un brote epidémico de gastroenterocolitis, al parecer, por la presencia de la bacteria shigella en la red de agua potable. La alarma se encendió, sobre todo, tras la muerte de Belén, una niña de cuatro años que llegó sin vida al Hospital Evita Pueblo tras un cuadro que podría haber sido de gastroenterocolitis según explicó el director del nosocomio, Rodrigo Castañeda. A esto se sumó, en las últimos días, el fallecimiento de un bebé de 14 meses.

Como la mayoría de los pacientes son chicos, el Ministerio de Salud bonaerense y el Municipio anunciaron la suspensión de las clases el jueves y viernes en 56 escuelas, sobre todo, para afianzar la prevención en el radio más afectado, entre la avenida Florencio Varela y las vías del ferrocarril; y entre las avenidas Eva Perón y Valentín Vergara de la localidad bonaerense. Pero el sábado, las autoridades decidieron extender la suspensión “en todos los establecimientos educativos de gestión estatal y gestión privada” por el lapso de “72 horas”, a partir de hoy, “con el objeto de realizar tareas de higiene y desinfección y evitar el contagio interhumano en virtud de la existencia de casos de gastroenterocolitis registrados a la fecha”. Así, el reinicio de clases se prevé recién para el jueves.

Tras el silencio, la confusión

En este contexto, desde el municipio mussista, pese a la advertencia de los expertos sobre una posible contaminación en el agua, insistieron en que la misma era “apta para consumo humano”. Hasta que la realidad se impuso y no les quedó más remedio que –a través de un comunicado oficial- aceptar “el aumento de casos de diarrea”, la aparición de la “bacteria shigella en algunos pacientes” y “bajos niveles de cloración” en el agua, por lo que recomendaron consumir “agua segura”, lo que sectores opositores leyeron como un “cinismo”.

Entre tanto malestar, Mussi, el “Baroncito”, como lo reconocen sus detractores, se vio en la obligación de dar la cara y lo hizo a través de un video (editado y con evidentes cortes) que publicó el sábado en redes sociales: “Decidí comunicarme con ustedes, luego de varios días, desde que mi viejo hasta los médicos sanitaristas me pidieran que guardara silencio y que deje hablar a los expertos”, confesó en un acto de sincericidio,  La realidad es que hoy, en Berazategui, no hay “disfrute”. Ni siquiera al cebar un mate.

Califican como “vergonzosa” la actitud del intendente

Para el excandidato a intendente de Berazategui, Gustavo Damián González, el video difundido por el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, es una “vergüenza. La situación es muy grave y él aparece ahora, después de dos semanas, para negar todo. Un despropósito”.

Además, el dirigente radical ratificó que la bacteria que origina la gastroenterocolitis “está en el agua” y alertó que “hay 3.000 casos. Por más que el municipio diga que son 900, la realidad es que la mayoría de los afectados no va al médico, porque descreen de la atención que se da acá, entonces prefieren viajar a Quilmes o a Capital Federal”.

Igual de críticos fueron los vecinos que, al pie del video de Mussi, en Facebook, manifestaron sus quejas.

“Yo ya no te creo más nada. ¿Por qué no saliste antes, no te dejaban?”, reclamó, por ejemplo, Edith Medina, con una pregunta que cayó en el vacío del silencio oficial.

“Muy emotivo su discurso, pero tengo a mis dos nietos: uno de cinco años y otra de 11 meses, infectados. Mi hija también lo está. El jueves en la escuela 31 de Barrio Marítimo los directivos minimizaban la situación, hasta que vieron los certificados médicos. Soy profesional de la salud y sé que esto es grave”, aseguró la usuaria Alejandra Bucci, en coincidencia con decenas de cibernautas molestos.

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