Duras críticas de Poli delante de Macri

“No hay motivo para fiesta patria cuando parte del pueblo no se siente invitado”

En el Tedeum que conmemoró la Revolución de Mayo, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, expresó duras críticas al contexto socioeconómico del país ante la presencia del mismísimo mandatario nacional, Mauricio Macri

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, advirtió ayer ante el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el resto de su gabinete que “muchos pueden pensar que no hay motivo para fiesta patria cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado”. En el Tedeum con motivo del 207º aniversario del 25 de Mayo, realizado en la Catedral Metropolitana, el religioso manifestó que “los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias” que “sufren desánimo” por su situación social.

“La inequidad genera violencia”, advirtió el arzobispo en un mensaje centrado en la pobreza. “Las estadísticas veraces son muy buenas, porque nos advierten dónde estamos parados”, sostuvo Poli, a pesar de que los porcentajes no sean alentadores. Durante la homilía, el religioso aseguró que “buena parte” del pueblo no tiene una vida digna y no posee igualdad de oportunidades. 

“Celebremos con gratitud la Patria que heredamos. Y al hacer memoria por el lugar en el mundo que nos ha tocado en suerte, también dejémonos interpelar por la realidad humana que tenemos”, solicitó Poli a los presentes, asegurando que no existe realidad social que no pueda ser cambiada, modificada para bien. 

Un llamado de atención

El prelado pareció dirigir sus palabras directamente hacia los funcionarios del Gobierno nacional, destacando que las estadísticas oficiales invisibilizan el dolor de las familias que “sufren la postergación”, por lo que deberían convocar a encarar soluciones. “Nadie puede sentirse excluido de hacer algo por el prójimo, compartiendo generosamente tiempo, talentos y dineros, como los próceres de la Revolución y de la Independencia que pensaron en nosotros”, afirmó Poli, a la vez que solicitó el compromiso generalizado de la sociedad. 

El arzobispo solicitó que la Virgen ayude a los gobernantes y a los pueblos a ser fuertes en la adversidad, superando la confrontación, buscando un consenso creativo para el progreso del país. Para Poli, las diferencias como sociedad “solo se superan por la cercanía fraterna y cordial de otro argentino”.

Cabe recordar que en el Tedeum por el 25 de Mayo del año pasado Poli había pedido “redoblar los esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que siguen en la humillación de carecer de lo esencial”. En este sentido, en aquella ocasión sostuvo que “la atención debe priorizar a los niños y los abuelos más vulnerables”, y en políticas para que “todos los argentinos tengan techo, tierra y trabajo”. En esa oportunidad, el arzobispo pidió que las promesas no defrauden a la gente.

La homilía no solo contó con la presencia del jefe de Estado, sino también con la del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. La gran ausente fue la diputada nacional Elisa Carrió, quien podría haberse negado a asistir para no cruzarse con el titular del máximo tribunal o por las incomodidades que viene teniendo en el último tiempo con sus aliados de Cambiemos. 

El incómodo momento del Presidente

El jefe de Estado, Mauricio Macri, vivió una situación particularmente incómoda que quedó registrada ante las cámaras, al participar ayer por la mañana del tradicional Tedeum del 25 de Mayo. Durante el desarrollo de la misa, cuando se iba a leer el Evangelio, el mandatario comenzó a hacer la señal de la cruz a la par del resto de los presentes pero, finalmente, solo se toco la boca.

Por olvido o desconocimiento, a pesar de decirse de religión católica, el Presidente no pudo replicar a los asistentes y las autoridades eclesiásticas, que se persignaron tres veces dibujando cruces pequeñas en la frente, la boca y el pecho. Macri comenzó a hacerlo, pero quedó a medio camino y en un claro gesto de desconcierto solo se toco los labios.

Ante su actitud vacilante, podría afirmarse que persignarse no es el fuerte del líder del PRO, ya que esta vez no le salió nada bien, como pudo verse a través de las cámaras que lo registraron en el preciso momento en que intentaba hacerlo. Este insólito momento pasará a ser uno más de los muchos que acostumbra el mandatario, como cuando fue rechazado por un niño que no quiso sacarse una foto con él, o como cuando, al asumir en 2015, recibió el bastón presidencial y segundos después preguntó: “Y ahora, ¿qué hago con esto?”.

Noticias Relacionadas