Nuevo llamado a licitación para una obra polémica

Tras decidir rescindirle el contrato a la empresa Iecsa que comanda el primo del Presidente, Ángelo Calcaterra (ver nota aparte), el Gobierno nacional tiene pensado lanzar un nuevo proceso de licitación para la construcción de obras en las centrales termoeléctricas Barragán, en la ciudad de Ensenada, y la Brigadier López en la provincia de Santa Fe.

La encargada de llevar adelante el proceso licitatorio será la estatal Enarsa que conduce Hugo Balboa, hombre cercano al ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren, donde estiman que podrían presentarse grandes firmas internacionales por la magnitud de la edificación.

Las centrales son claves para el propósito oficial de alcanzar el autoabastecimiento energético, más que nada porque la termoeléctrica de la vecina localidad alcanzaría los 847 megavatios cuando esté concluida, mientras que la santafesina unos 420 megavatios, lo que originaría una potencia equivalente a la generada por Atucha I y II, de ahí la importancia vital que adquiere la conclusión de estos proyectos.

De acuerdo a lo que se dio a conocer extraoficialmente, el proceso de llamado a licitación y adjudicación de las obras concluiría a finales del mes de febrero de 2017, y las mismas recién podrían estar operativas a fines del año que viene o comienzos de 2018.

Desde el mismo comienzo de la construcción de la central termoeléctrica de Ensenada, la misma estuvo en el centro de la polémica por diversas irregularidades que se habrían cometido durante el gobierno kirchnerista, principalmente desde el Ministerio de Planificación Federal que conducía Julio de Vido.

Esta situación llevó a que la Auditoría General de la Nación (AGN) efectuara un dilapidario informe por las cifras gastadas que no cerraban por ningún lado. Por ejemplo, esta obra, que había sido presupuestada en casi 1.500 millones de dólares, terminó costando más 2.340 millones, un 61% más de lo pautado, con graves sobreprecios y con el agravante de que la mayoría de las contrataciones fueron en forma directa, sin licitación y con la intervención de empresarios amigos del poder K.