Objetivo impunidad

En el kirchnerismo analizan la posibilidad de que Cristina se presente como candidata a diputada nacional o a legisladora del Mercosur. Buscan obtener fueros para blindarse ante el avance por las causas de corrupción. Creciente rechazo social

Las principales preocupaciones del kirchnerismo no pasan por intentar bajar la inflación o frenar la ola de inseguridad, que diariamente se cobra la vida de jóvenes inocentes. Los problemas más acuciantes que sufren los argentinos ni siquiera figuran en la agenda ni en los discursos de la presidenta Cristina Fernández. Por el contrario, sus prioridades pasan por otro lado y nada tienen que ver con la idea de intentar mejorarle la calidad de vida a la gente. Concretamente, en las oficinas de la Casa Rosada hay una obsesión que no está dejando dormir a más de uno: qué pasará después de 2015.

El temor que tienen muchos de los que forman parte del elenco gubernamental, incluido la propia presidenta, es que una vez que dejen el poder, jueces y fiscales decidan cumplir con su trabajo e ir a fondo en las numerosas denuncias de corrupción que se acumulan en los tribunales. Por eso, a menos de un año de que se realicen las elecciones primarias, en el kirchnerismo ya está ensayando distintas variantes para obtener impunidad.

Según trascendió, una de las iniciativas que se estaría barajando es que la primera mandataria se presente como candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires y ubicar en las listas a sus principales aplaudidores, especialmente los referentes de La Cámpora.  Otra opción que también se habría analizado, pero que no terminó de convencer a los propios kirchneristas y por ello habría quedado descartada, es que CFK sea candidata a gobernadora.

En rigor, la intención es buscar que tanto la presidenta como sus principales seguidores tengan fueros parlamentarios que impidan que terminen tras las rejas, beneficio que le ha servido –y mucho- al multidenunciado expresidente Carlos Menem, que actualmente ocupa una banca en el Senado nacional, siendo un estrecho aliado del kirchnerismo.

Otra opción que está en estudio es la posibilidad impulsar a Cristina como candidata a ocupar una banca en el Parlasur, una asamblea parlamentaria que funciona como órgano legislativo del Mercosur, bloque regional constituido por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y, más recientemente, Venezuela.

En ese sentido, días atrás se conocieron dos llamativo proyectos de ley relacionados con el Parlasur que fueron presentados por uno de los principales referentes de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque, y por el diputado nacional Jorge Landau, apoderado del Partido Justicialista y arquitecto de las más intrincadas manipulaciones electorales del oficialismo (fue el encargado de la estrategia jurídica para que se legalizarán las colectoras y las listas espejos, entre otras atrocidades).

Las iniciativas proponen que la elección de los futuros legisladores del Parlasur sea por distrito único, es decir, con una lista única propuesta por cada competidor, en todo el país. Se trata de un método que la presidenta había propuesto para la frustrada integración de miembros del Consejo de la Magistratura, proyecto que fue volteado luego por la Corte Suprema ya que apuntaba a que el poder político tuviera un control absoluto de la Justicia. En aquella oportunidad, la oposición lo había objetado no sólo por inconstitucional, sino también por esconder la pretendida intención de traccionar, con una lista única en todo el país, a los candidatos oficialistas en las elecciones del año pasado.

¿Por qué volver a la carga con este polémico sistema? Ocurre que los futuros representantes regionales en el Parlasur gozarán de amplias prerrogativas e inmunidades. Así lo dispone el artículo 12 de la ley 26.146, que ratifica el Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur, aprobada en septiembre de 2007: allí reza que "no podrán ser juzgados, civil o penalmente, en el territorio de los Estados partes del Mercosur en ningún momento, ni durante ni después de su mandato, por las opiniones y votos emitidos en el ejercicio de sus funciones". Este concepto es respetado en ambos proyectos oficialistas. Es más, el de Larroque establece que los futuros parlamentarios del Mercosur gozarán de las mismas prerrogativas que los diputados nacionales en lo concerniente a "inmunidades parlamentarias, regímenes remuneratorios, laborales, previsionales y protocolares".

Ahora bien,  por más que logren conservar sus fueros, difícilmente puedan esquivar el rechazo popular.  De hecho, Cristina y sus acólitos seguidores corren riesgo de sufrir el mismo destino que Menem que, si bien está en libertad, es repudiado por la gran mayoría de los argentinos.