Ordenan allanamientos por el escándalo que involucra a la procuradora Gils Carbó

Lo ordenó el juez Julián Ercolini. Los procedimientos se realizaron en dependencias de la Procuración Nacional. Las investigaciones llegan hasta La Plata, dado que uno de los involucrados es un productor de seguros que vive en Los Hornos

Luego de una orden firmada por el juez federal Julián Ercolini, ayer se realizaron varios allanamientos relacionados con la investigación que gira en torno al pago de comisiones en la compra del edificio central de la Procuración General de la Nación, que está ubicado en la calle Perón, al 667, de la Ciudad de Buenos Aires.

Agentes de la Policía Federal se dirigieron durante el mediodía a varias dependencias de la Procuración que dirige Alejandra Gils Carbó para entregar “órdenes de presentación con allanamiento en subsidio” y obtener documentación vinculada con el caso de la adquisición del edificio que costó $43.850.000.

Tal como viene informando Hoy, en esa operación se pagaron comisiones por 7,7 millones de pesos. Las abonó la firma Arfinsa, la empresa del Grupo Bemberg que vendió el inmueble. Y las cobraron la inmobiliaria Jaureguiberry y Asociados, y un productor de seguros de La Plata, Juan Carlos Thill, quien tiene domicilio en Los Hornos. Thill es medio hermano de Guillermo Bellingi, el subdirector general de la Procuración que tuvo activa participación en el proceso licitatorio por el que se terminó comprando el edificio.

Según investiga la Justicia Federal, Thill habría cobrado tres millones de pesos por asesorar a la inmobiliaria que a su vez guió a Arfinsa. Las comisiones fueron pagadas con cheques, previa firma de contratos. Asimismo, los convenios entre asesores se firmaron con anterioridad a que se supiera públicamente que la Procuración había llamado a licitación para la compra de un nuevo edificio. Existen sospechas de que tenían información calificada proveniente de la Procuración.

Ercolini delegó la investigación en el fiscal Eduardo Taiano, quien pidió que la Unidad de Información Financiera (UIF) determine cuál fue la ruta del dinero que se pagó como comisiones.

El juez envió a la Policía Federal a varias oficinas de la Procuración General para obtener pruebas relacionadas con la licitación y con Bellingi. Por eso se determinó que los uniformados fueran a la Dirección de Nuevas Tecnologías de la Procuración y al área de Cómputos para conseguir respaldos digitales de los correos electrónicos de los involucrados en la compra del edificio.

También se dispuso un operativo en la sede de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), donde revistaba Bellingi hasta el último lunes, cuando Gils Carbó, en un intento de calmar las aguas ante el escándalo, lo apartó de su cargo y ordenó la realización de un sumario interno.

Según fuentes de la investigación en la que Gils Carbó está imputada, se ordenó un procedimiento similar en la Secretaría General de Administración de la Procuración. Pero eso no fue todo: Ercolini ordenó que debe ser allanada la casa de Thill en Los Hornos, La Plata, y la inmobiliaria Jaureguiberry y Asociados. Entre ambos se repartieron los 7,7 millones de pesos que pagó Arfinsa, la empresa que vendió el edificio al que se mudó, entre otras, la principal oficina de la Procuración General de la Nación.

El origen de la causa

El caso que involucra a Gils Carbó  comenzó con una presentación realizada por el fiscal federal Carlos Rívolo, quien, tras una investigación preliminar, formalizó la demanda en la que fue acusada la procuradora y su exmarido, Héctor Alonso, quien fue vinculado con la inmobiliaria que intervino en la operación, entre otras personas.

Según la denuncia, la operación implicó el supuesto pago de una comisión millonaria para Alonso, aunque el mismo día de la presentación, el abogado de Gils Carbó, Alejandro Rúa, negó el pago de comisiones o sobreprecios por parte de la Procuración. 

Tras la denuncia y las explicaciones de Gils Carbó sobre cómo fue el proceso licitatorio a partir del cual se produjo la adquisición del inmueble, surgieron nuevas investigaciones periodísticas que pusieron el foco en Bellingi.