Se acentúa la crisis petrolero en el país

Oro negro, en caída libre

La perforación de nuevos pozos petroleros descendió un 31% durante 2016, marcando una crisis en el sector que no se detiene. Fuerte aumento en la subutilización de las excavaciones. Un sector en rojo que debilita el tejido social en el interior profundo. La opinión de los especialistas

"Vamos a dinamizar la economía. La actividad y producción petrolera serán claves para sacar al país adelante”, declaró a pocos días de asumir el poder, el Presidente Mauricio Macri. Hoy, sus palabras parecen haber quedado en el olvido, y desde el Estado nacional se implementa una política que marca una continuidad en los desaciertos cometidos por el exministro Julio de Vido  en la materia, no realizando grandes cambios en su política energética.

A pesar de la prédica oficial de llevar adelante una “revolución” en la industria del crudo, nada parece haberse modificado en el mercado petrolero, donde lo que hoy impera son los viejos vicios y negocios que llevaron a la destrucción de los recursos naturales del país en la década de los 90, y que durante la era K se incrementaron al máximo, profundizándose por estos días el nivel de entrega y saqueo.

Una industria en pocas manos y manejada por los grandes intereses transnacionales llevó a que durante el año pasado la perforación de nuevos pozos petroleros descendiera un 31%, aumentando una crisis sin fin que pone en riesgo miles de puestos de trabajo y desorienta a las

autoridades, que no saben cómo actuar ante esta situación.

Esto llevó a que la importación de crudo llegara a más de 900.000 metros cúbicos en 2016, un 314% más que en 2015. Según explicaron los especialistas consultados por diario Hoy, esto se debe a una “política deliberada” de someter al sector energético y petrolero como una más de las variables de ajuste, tendientes a la desindustrialización y reprimarización de la Argentina.

El achique de gastos propuesto por el Gobierno a través de la estatal YPF ha implicado que el 40% de los pozos petroleros del territorio nacional se encuentren subutilizados, ya que las empresas en vez de seguir invirtiendo en excavaciones ya abiertas, deciden traer el petróleo del exterior y refinarlo en las destilerías locales porque resulta más barato que extraerlo de suelo argentino.

Al borde del abismo

Con la teoría de recuperar el autoabastecimiento perdido, la administración macrista viene ejecutando una política agresiva que, según los expertos, ha devenido en una fuerte pérdida de soberanía por parte del país, ya que de los contratos de energías no convencionales las empresas extranjeras se están llevando el 60% de los convenios, con el agravante de que si no les genera un rédito económico no explotan los pozos, en una concesión insólita y única en el mundo por parte de las autoridades.

La disminución de la actividad ha llevado a que en las provincias petroleras por excelencia la perforación de nuevos pozos haya descendido en números alarmantes. Un ejemplo es Santa Cruz, donde, aunque la industria del crudo es central para la economía, en el último año cayó un 51%, originando problemas económicos que repercuten en el andamiaje político.

Idéntica situación se vive en Chubut, donde la actividad de explotación de hidrocarburos se contrajo un 36%, o en Neuquén, donde la exploración disminuyó un 25%. En este último territorio se encuentra el mayor reservorio de petróleo y gas convencional y no convencional de América del Sur, como lo es Vaca Muerta, en cuyo terreno la excavación de pozos petroleros decreció un 20%, dando muestras de la magnitud de este fenómeno que ha llegado para instalarse en la producción nacional.

Pero eso no es todo, de acuerdo a números que han dado a conocer las empresas petroleras, en el primer bimestre de 2017 estas cifras en lugar de declinar se han elevado, y el número de excavaciones sigue en franca caída, llegando a un 43% a nivel nacional, preocupando a propios y extraños.

Esto ha repercutido en un notable resquebrajamiento del tejido social, con más de 16.000 despidos y suspensiones en el sector petrolero en los últimos 12 meses, lo que ha llevado al cierre de casi tres decenas de pequeñas y medianas empresas del sector que han bajado sus ventanas, dejando el camino abierto y sin escollos para el accionar de las compañías transnacionales, como son los casos de Chevrón y British Petroleum.

Una realidad compleja que evidencia las debilidades y defectos de una política oficial que en vez de frenar ahonda el desabastecimiento energético, produciendo serios desbarajustes en un sector petrolero que no levanta cabeza y que pone a la actividad en medio de una tormenta con consecuencias todavía impredecibles para el país.

“No podemos pelear el autoabastecimiento entregando soberanía”

Hugo Palamidessi Presidente del Grupo Moreno (Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora)

“Hay que poner plata en la exploración, pero no donde hay no tanta posibilidad de sacar determinada cantidad. Hay que ver a qué precio se extrae y a quién va a parar el beneficio. Nosotros le escribimos una carta abierta a Macri. Lo que hay que hacer es mucho y va a llevar mucho tiempo. 

Los pasos inmediatos son, primero, hacer un control más estricto de lo que dicen las empresas que producen. Segundo, hay que agarrar todas las concesiones que están dormidas y que no cumplen con los contratos y sacarlas. Además, de acá en adelante no hacer más concesiones. 

Deben hacerse contratos de obra, cuando necesitemos explorar en determinados lugares, las empresas que lo hagan deben entregar al Gobierno lo que extraen, y se debe poner en los contratos cierta obligación de producción, porque no puede ser que estén ahí durmiendo y que el petróleo no salga. No podemos pelear el autoabastecimiento entregando soberanía, estamos dando el 50% de los contratos de no convencionales, y resulta que si no les conviene, no explotan. Estamos regalándole el petróleo a las empresas multinacionales.

Hay que operar sobre la demanda, ya que ahora se está haciendo mucha propaganda con la eficiencia energética, pero hay que ejercerla en serio y en todos los niveles, y uno de los temas centrales son los tipos de consumo. Por ejemplo, lo que gasta el transporte automotor frente a la reactivación del ferrocarril, y que los Concejos de Energía se apliquen a todo el mundo, sobre todo a las grandes empresas”.

“La crisis en el sector petrolero todavía no tocó fondo”

Félix Herrero Abogado y economista especializado en energía. Exdirector de Yacyretá

“En Vaca Muerta solamente descendió un 20% la perforación de nuevos pozos petroleros, lo que da una muestra clara de la crisis que vive el sistema que se ideó durante el kirchnerismo y que sigue sin ninguna clase de cambios por parte del macrismo. No ha habido a lo largo de este último año y medio nuevas inversiones, lo que ha agravado aún más esta situación.

La crisis en el sector petrolero todavía no tocó fondo y falta mucho para ver cómo impactará toda esta situación en la empresa nacional por excelencia, como lo es YPF. La misma no solo está endeudada en bonos y deudas financieras, sino sobre deudas de servicios reales que se vienen realizando por parte de la em­presa y que la empresa semiestatal no viene pagando por la crisis interna que atraviesa por este grave endeudamiento. 

Estamos en una situación difícil, acá se separa con mayor crudeza la realidad que se vive en la Argentina del discurso oficial que habla de inversiones que vienen a raudales. YPF está muy mal, el petróleo argentino sigue manteniéndose con el precio del barril criollo, se sigue subsidiando el precio del barril a las grandes empresas petroleras en un negocio millonario y suculento para estas que no invierten un peso en nuestro país, no generando nuevas perforaciones y excavaciones.

Mientras todo esto pasa, vemos cómo la situación decae hasta dejar miles de trabajadores sin sus puestos genuinos de trabajo, pagando la fiesta que inició el kirchnerismo y continúa el macrismo, como siempre, contra los que menos tienen”.

“La política del macrismo es volver al menemismo”

Gustavo Calleja Exsubsecretario de Energía y Combustibles de la Nación 

“La disminución en la perforación de nuevos pozos petroleros se debe a varios motivos, entre ellos a que las cuencas son las mismas de siempre, al igual que los yacimientos, no hay nuevos y dificulta la operación. Esto lleva a que estos no dan más, entonces hay que perforar pero a un mayor costo y eso te descoloca porque se compara con el precio internacional y la Argentina así no puede competir.

Hay muchas empresas tercerizadas, no se efectúan los controles necesarios por parte de Nación, y solo los hacen las provincias y no dan abasto. La Nación ha dejado de controlar cosas que tiene que controlar y eso repercute en una caída que no tiene freno y se agrava con el correr de los meses.

La política del macrismo es volver al menemismo, a los años 90, en el sentido del mercado de reducir la acción de la única petrolera mixta que hay, que es YPF. En vez de favorecer a la empresa estatal, e ministro Juan José Aranguren les está dando premios a los irresponsables de haberse gastado los millonarios subsidios y no haber hecho ni invertido nada en nuestro país.

El gobierno le mantiene los subsidios a los petroleros que producen gas y petróleo, más de 12.000 millones de dólares de subsidios al año, permitiéndoles exportar lo que quieran y regular el precio en base al dólar, algo único en el mundo que nos convierte en un país bananero donde los grandes capitales vienen a hacer grandes ganancias con escaso capital, llevándose el usufructo al exterior sin dejar nada en la Argentina”.

Medidas de fuerza a partir de abril

La crisis que atraviesa la industria petrolera en nuestro país, con el cierre de pequeñas y medianas empresas que hacían servicios para las grandes industrias del sector, ha llevado a que la situación social se haya quebrado, principalmente en las provincias del sur argentino, dependientes en su mayor parte del petróleo.

Ayer, el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut anunció que el 3 de abril comenzará a realizar medidas de fuerza que podrían paralizar la producción hidrocarburífera. El reclamo de los trabajadores comenzará a desarrollarse luego del fracaso en las negociaciones con las compañías y el Gobierno nacional para que se anuncien inversiones que eviten despidos. 

La caída de la actividad petrolera en Chubut, debido a que las inversiones vienen apuntando a Neuquén, tiene en vilo a unos 2.550 operarios que podrían perder sus empleos en los próximos meses, lo que ha llevado a que por ejemplo en Comodoro Rivadavia se hayan vivido marchas multitudinarias en defensa del sector.

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