Oscuro vínculo K para reflotar el puente Punta Lara-Colonia

El cuestionado proyecto lo impulsa el exfuncionario menemista, Carlos Spadone. El ahora empresario fue condenado en el año 2003 por el escándalo de la compra de leche contaminada destinada a un plan social

La visita del presidente chino Xi Jinping a nuestro país dejó mucha tela para cortar. El gigante asiático tiene serias intenciones de profundizar el vínculo comercial con la Argentina, pero esto en vez de traducirse en un vínculo positivo para el desarrollo del país, sería una vía directa a profundizar la primarización de nuestra economía, es decir, la histórica dependencia de la exportación de materias primas, y a condena a una desindustrialización permanente.

Pero ese no es el único problema. Dentro de la catarata de negociaciones que orquestó el Gobierno, entre empresarios nacionales y representantes del Estado chino, hay una que desnuda los oscuros vínculos que el kirchnerismo tiene para reflotar un polémico proyecto: el puente Punta Lara- Colonia.

Carlos Spadone, titular de la Cámara de Comercio Argentina-China, participó de las reuniones empresariales junto al embajador uruguayo Guillermo Pomi, con la intención de seducir a los representantes de Dalian, la poderosa empresa constructora china, para que ponga parte del financiamiento de esa megaobra, que podría contar con un préstamo laxo del Eximbank chino por US$ 800 millones.

Este empresario tiene un oscuro prontuario. Fue condenado en 2003 a dos años y medio de prisión en suspenso y al pago de 90.000 pesos de multa por la venta de leche contaminada al Ministerio de Salud de la Nación en 1991 con destino a un programa de alimentación materno infantil. En rigor, se trató de la compra de grandes cantidades de leche en polvo, de las cuales al menos 47 toneladas del producto se declararon no aptas para el consumo
En ese momento, Spadone era asesor con rango de Secretario de Estado del Presidente Carlos Menem.

Escándalo a la vista

La venta leche en mal estado fue un escándalo a nivel nacional. Con la condena realizada en 2003, la Cámara Federal había revocado el fallo en el que el juez Jorge Ballestero había absuelto en septiembre de 2002 al exasesor presidencial por el delito de defraudación a la administración pública, al estimar que sólo había cometido un fraude comercial, no penal.

Cuando salió el caso a la luz, la trascendencia del mismo obligó a Spadone a renunciar, y también a  Miguel Ángel Vicco, secretario privado de Menem. La leche se la había comprado el Estado argentino a la compañía Summum, que luego se descubrió que era propiedad del mencionado empresario.

De esta forma, con los pesados antecedentes del empresario en cuestión, no es difícil sospechar que se estaría gestando un nuevo escándalo en torno a la millonaria construcción del Puente Punta Lara-Colonia, que sigue siendo rechazado por organizaciones ambientalistas (ver aparte) al igual que hace dieciocho años, cuando se firmó el primer acuerdo de construcción de la obra, que jamás se realizó.

Momento inoportuno

El titular de la ONG Nuevo Ambiente, Marcelo Martínez, dialogó con Hoy sobre el posible nuevo avance de la obra del puente Punta Lara-Colonia.  “Además de las objeciones a nivel ecológico que se le puede hacer a la construcción del puente, creemos nosotros que el momento económico no es el oportuno para ir hablando de un puente a Colonia. Porque por un lado dicen que no se puede construir una planta de tratamiento de residuos para cumplir la orden judicial y cerrar el Ceamse pero por otro lado hablan de un Puente a Colonia”, aseguró el especialista.

“Son puros anuncios más allá de que nuestra postura es en contra del puente porque no es viable ecológicamente. Más allá de eso creemos que hay otras prioridades antes que empezar a planificar un puente. Si no hay insumos en el Hospital de Niños, no se puede hablar de un puente, es una falta de respeto”, remarcó.

En ese sentido, recordó: “El tema de la sedimentación, las correntadas, son dos de las cuestiones que en su momento se objetaban a la construcción del puente hace 15 años”.

En aquel momento distintas organizaciones criticaban el hecho de que la obra formaría un gran obstáculo en la desembocadura del Río de la Plata, disminuyendo la navegación marítima a un 31%. Teniendo en cuenta que el escorrimiento de los Ríos Uruguay y Paraná hacia el Río de la Plata es de 20 toneladas cúbicas de agua diarias, evidentemente la obstrucción que provocaría la construcción en el río sugiere una mayor sedimentación en ambas costas y la formación de islotes.

Un proyecto que nunca arrancó

El proyecto de construir el puente Punta Lara-Colonia lleva varias décadas. Hasta incluyó la conformación de la Comisión Binacional del Puente (Cobaico). Pero desde hace casi 15 años la iniciativa quedó totalmente paralizada y de a poco se fueron cayendo los elementos que la sostenían.

En 2011, llegó el "final-final": al gobierno uruguayo, que ya había disuelto su representación en esa Comisión en el 2005, se le sumó la Casa Rosada que dispuso la desactivación de la parte argentina.

La medida implicó el cierre de las oficinas de la Comisión, el fin de los contratos de su personal, la anulación de la cuentas bancarias del ente y el traslado de bienes y equipamiento a la Cancillería, de la que depende.

Una nota del diario uruguayo El Observador mencionó que la parte argentina de la Comisión seguía funcionando "sin tareas ni objetivos claros y un gasto que, sólo en sueldos de empleados, sumó en estos años 12,3 millones de dólares".